Pedro Echeverría V.
1. En los medios de información yucatecos se ve con nitidez que el PRI y el PAN pelean por ganar diputaciones hoy, pero mañana se confrontarán por la gubernatura del estado. Mientras Diario de Yucatán (formador del panismo) y sus apéndices: Revista Peninsular y Artículo 7, han desatado una campaña contra el PRI y su gobernadora Ortega, por otro lado el periódico Por Esto!, siempre al servicio de los gobiernos del PRI, ridiculiza a los panistas y sus periódicos y defiende a la gobernadora. El PRD es casi inexistente (3 % de votación) por la misma historia política de la entidad. Aquí no existe ningún periódico de izquierda, a pesar de que durante los últimos 50 años hemos hecho pequeños intentos. El financiamiento y distribución han frenado los proyectos.
2. No es un problema de “falta de trabajo de base” o flojera de los dirigentes de izquierda. Es una historia que viene del siglo XIX, quizá parecida a la de Jalisco, San Luis Potosí, Querétaro, Guanajuato y algunos estados del Norte contaminados con el “modelo de vida yanqui”. Otra cosa son Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Michoacán o Veracruz con historias de luchas desde siempre. Incluso el llamado “socialismo yucateco” fue de arriba abajo, del gobierno hacia los campesinos subordinados. Muerto Carrillo, el llamado partido socialista fundado por él se convirtió en aparato oficial callista de represión contra los obreros cordeleros, ferrocarrileros, progreseños. Y los campesinos se convirtieron en simples empleados de los bancos ejidales o agrarios.
3. Yucatán fue priísta durante 71 años, como todo el país. Los panistas entonces eran inexistentes. En los sesenta movimientos de protesta contra el agua potable, las tarifas eléctricas y la destrucción de aceras, provocó un espontáneo descontento de meridenses que fue aprovechado por Diario de Yucatán y los dos o tres panistas que entonces existían; por esas protestas obtuvo el PAN/Diario de Yucatán la alcaldía de Mérida. Pero antes y después el PAN fue casi inexistente; quien hizo toda la política antipriísta fue siempre Diario de Yucatán, que era entonces en los hechos el único diario que existía, pues Diario del Sureste tenía poca distribución porque era el periódico oficial.
Diario de Yucatán y el clero formaron el pensamiento derechista de los yucatecos.
4. Hace ya muchas décadas los dirigentes del PRI, así como los del PAN, marchaban separados porque sus principios políticos e ideológicos eran extremadamente diferentes. Los primeros defendían los principios ideológicos que quedaban de la Revolución Mexicana: el nacionalismo, la reforma agraria, el sindicalismo, los servicios de salud y la escuela públicas. Los del PAN estaban orgullosos en defender las buenas costumbres y las buenas maneras heredadas del porfirismo: luchar contra el Estado y el gobierno del PRI, defender la propiedad privada de la tierra y devolver a los hacendados las antiguas propiedades; por fortalecer a la iniciativa privada, respeto a las instituciones católicas, privatizar los servicios de salud y de educación. En fin eran distintos, o parecían.
5. Muchos de los dirigentes del PRI venían de las luchas en el campo, habían sido líderes campesinos, se habían formado como maestros, como médicos rurales, habían estudiado en escuelas públicas, en internados normales rurales y del Poli o en la UNAM. Los líderes del PAN (aunque este partido fue fundado en 1939, sólo comenzó a aparecer a mediados de los ochenta) se originaban de instituciones comerciales o bancarias privadas, de las dirigencias patronales, venían de escuelas privadas católicas, de la Escuela Libre de Derecho, de la Septiem García, etcétera. La realidad es que dirigentes del PRI y del PAN eran distintos, pero la modernidad los unificó, sobre todo a partir del gobierno de Salinas que igualó a priístas y panistas y apoyó a éstos.
6. Así como el gobierno de Fox, el único gobernador panista de Yucatán, Patricio Patrón, fue un gobernador de eso que se conoció como “Casta Divina”. Parecía entonces que los hacendados terratenientes habían regresado por sus fueros. En su gobierno miles de hectáreas de tierras ejidales exhenequeneras que rodean a la ciudad de Mérida fueron vendidas a precios irrisorios a propietarios privados. Quizá como el de Fox, ha sido el gobierno más funesto de la historia de Yucatán. Pero luego, en 1907 llegó el PRI y parece que las cosas, en beneficio de los más ricos, no han cambiado. La gobernadora, siendo joven se rodeó de jóvenes que conocen muy poco de historia, de economía, de luchas sociales y sólo están para rellenar un gobierno que no ataca los asuntos básicos.
7. ¿Qué hace la gobernadora con su gobierno? Confieso que no leo la prensa local porque es extremadamente maniquea. No informa ni analiza los problemas económicos, políticos, históricos del país o de la entidad; sólo dedica sus páginas a buscar los errores o pifias de sus enemigos para hacerlos grandes y manipular con ellos. La información o la ideología de la prensa, como la de todas las personas, jamás podrían ser independiente o autónoma. El problema es que, aunque tengan que ser parciales, esta prensa no profundiza en sus informaciones y juicios, tampoco habla de problemas centrales; busca ser sensacionalista, superficial (como los spot de radio y TV) para vender más. Los enfrentamientos entre Diario de Yucatán y Por Esto! Son “sangrientos”, pero hasta allí.
8. ¿Cuántos empleos ha creado la gobernadora o cuántos se han perdido? ¿Qué ha hecho para que Yucatán deje de ser de los más miserables de la República? ¿Cómo se está empleando el presupuesto público para que beneficie a la mayoría de la población? ¿Cuántas fuertes inversiones se han hecho en el estado de Yucatán? La realidad es que PAN y PRI son la misma porquería; se confrontan por el gobierno y los cargos políticos, pero los dirigentes de uno y otro partido pertenecen a las mismas familias, a la misma clase social de abuelos y padres “ilustres”, de las “buenas familias” de políticos y empresarios que en el Porfiriato y luego después de la Revolución sólo cambiaron de piel y de estilo. Las batallas entre el PRI y el PAN sólo han sido por más poder político y económico.
9. En Yucatán, como en México, sólo podrán haber buenos gobernantes cuando exista un pueblo con mucha conciencia y en lucha permanente. Cuando los gobiernos sean producto de esas luchas y se vean obligados a obedecer al pueblo siempre vigilante y crítico. No es un problema que se resuelva con elecciones o con un pequeño grupo de insurrectos. Estas cosas se resuelven con los indígenas, campesinos, obreros, empleados, luchando por sus derechos en las calles, en los campos, en las fábricas, barrios y escuelas. Son cientos o miles de marchas, de manifestaciones, de plantones y ocupaciones de centros de producción. En esa larga marcha de aprendizaje la conciencia de la población se eleva y suena el tiempo de la liberación. Sólo así podemos cambiar.
pedroe@cablered.net.mx
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