Crisis global profundiza violación a Derechos Humanos
Por Leticia Puente Beresford/corresponsal
Nueva York, EU, 28 mayo 09 (CIMAC).- Amnistía Internacional (AI) señala que en el mundo “no sólo existe una crisis económica, sino una crisis de derechos humanos” y subraya que en América Latina persisten la violencia contra las mujeres, el racismo y exclusión social.
Durante la presentación de su informe anual 2009 titulado "El mundo está sentado sobre una bomba de tiempo social, política y económica", difundido en Londres y otras ciudades, incluida Washington, de acuerdo con agencias internacionales, Irene Kahn, directora general de AI, destacó también que la crisis económica ha puesto en primer plano los problemas de pobreza y desigualdad.
Los actos de violencia contra mujeres y niñas continuaron en aumento en la región, llegando incluso a homicidios. Numerosos cadáveres de mujeres mostraron señales de tortura y violencia sexual, pero "la respuesta de muchos gobiernos --sobre todo en Centroamérica-- siguió siendo insatisfactoria", dijo.
Nicaragua y Haití destacaban en la región por ser dos países en donde, según los informes, más del 50 por ciento de las víctimas de abusos sexuales tenía 18 años o menos, dijo AI.
"El abuso sexual de niñas... se hallaba indisolublemente unido a la pobreza, la penuria y exclusión, que las ponían en peligro de convertirse en víctimas de explotación sexual como único medio de sobrevivir", agrego la experta de derechos humanos.
Ante el alto nivel de violencia sexual, AI dijo que era "preocupante que Nicaragua, Chile y El Salvador mantuvieran la prohibición del aborto en todos los casos, incluso cuando el embarazo fuera consecuencia de una violación o cuando su continuación pusiera en peligro la vida de la mujer o la niña"
AI recibió informes según los cuales "grupos de presión religiosos" habían intentado que se estableciera una prohibición similar en Perú y Ecuador, dijo.
TENSIONES Y DISPARIDADES ECONÓMICAS
El año pasado, apuntó Kahn, en todo el mundo se sintió un masivo incremento de precios de los alimentos básicos, situación que se agravó a fines del mismo año con la crisis financiera que dio inicio en Estados Unidos y se ha expandido globalmente.
Las tensiones sociales y disparidades económicas --continuó la defensora de derechos humanos-- generaron protestas de miles de personas en diversos países. En América Latina, se dieron con especial fuerza en Perú, mientras que en Chile se agravaron con manifestaciones de pueblos indígenas por sus derechos y mejores condiciones de vida, expresó.
Las y los defensores de los derechos humanos han desafiado a menudo "a poderosas elites sociales y económicas, y tienen que hacer frente a la inercia y la complicidad de gobiernos que no cumplen con su obligación de promover y defender los derechos humanos", afirmó.
ARRAIGADA DISCRIMINACIÓN CONTRA INDÍGENAS
En Colombia, los abusos de los derechos humanos, incluidos homicidios y desapariciones forzadas, afirma AI, siguieron produciéndose como parte del conflicto armado interno, en el cual grupos paramilitares y guerrilleros también amenazaban y mataban a miembros de comunidades nativas acusándolos de favorecer al enemigo.
Situaciones de violencia contra integrantes poblaciones nativas ocurrieron también en México y Chile, y en Bolivia persistieron el racismo y discriminación que, según AI, eran "fenómenos muy arraigados en el país".
Según AI, a pesar de haberse registrado algunos avances contra la pobreza en la región, más de 70 millones de personas viven con menos de un dólar al día.
Por Leticia Puente Beresford/corresponsal
Nueva York, EU, 28 mayo 09 (CIMAC).- Amnistía Internacional (AI) señala que en el mundo “no sólo existe una crisis económica, sino una crisis de derechos humanos” y subraya que en América Latina persisten la violencia contra las mujeres, el racismo y exclusión social.
Durante la presentación de su informe anual 2009 titulado "El mundo está sentado sobre una bomba de tiempo social, política y económica", difundido en Londres y otras ciudades, incluida Washington, de acuerdo con agencias internacionales, Irene Kahn, directora general de AI, destacó también que la crisis económica ha puesto en primer plano los problemas de pobreza y desigualdad.
Los actos de violencia contra mujeres y niñas continuaron en aumento en la región, llegando incluso a homicidios. Numerosos cadáveres de mujeres mostraron señales de tortura y violencia sexual, pero "la respuesta de muchos gobiernos --sobre todo en Centroamérica-- siguió siendo insatisfactoria", dijo.
Nicaragua y Haití destacaban en la región por ser dos países en donde, según los informes, más del 50 por ciento de las víctimas de abusos sexuales tenía 18 años o menos, dijo AI.
"El abuso sexual de niñas... se hallaba indisolublemente unido a la pobreza, la penuria y exclusión, que las ponían en peligro de convertirse en víctimas de explotación sexual como único medio de sobrevivir", agrego la experta de derechos humanos.
Ante el alto nivel de violencia sexual, AI dijo que era "preocupante que Nicaragua, Chile y El Salvador mantuvieran la prohibición del aborto en todos los casos, incluso cuando el embarazo fuera consecuencia de una violación o cuando su continuación pusiera en peligro la vida de la mujer o la niña"
AI recibió informes según los cuales "grupos de presión religiosos" habían intentado que se estableciera una prohibición similar en Perú y Ecuador, dijo.
TENSIONES Y DISPARIDADES ECONÓMICAS
El año pasado, apuntó Kahn, en todo el mundo se sintió un masivo incremento de precios de los alimentos básicos, situación que se agravó a fines del mismo año con la crisis financiera que dio inicio en Estados Unidos y se ha expandido globalmente.
Las tensiones sociales y disparidades económicas --continuó la defensora de derechos humanos-- generaron protestas de miles de personas en diversos países. En América Latina, se dieron con especial fuerza en Perú, mientras que en Chile se agravaron con manifestaciones de pueblos indígenas por sus derechos y mejores condiciones de vida, expresó.
Las y los defensores de los derechos humanos han desafiado a menudo "a poderosas elites sociales y económicas, y tienen que hacer frente a la inercia y la complicidad de gobiernos que no cumplen con su obligación de promover y defender los derechos humanos", afirmó.
ARRAIGADA DISCRIMINACIÓN CONTRA INDÍGENAS
En Colombia, los abusos de los derechos humanos, incluidos homicidios y desapariciones forzadas, afirma AI, siguieron produciéndose como parte del conflicto armado interno, en el cual grupos paramilitares y guerrilleros también amenazaban y mataban a miembros de comunidades nativas acusándolos de favorecer al enemigo.
Situaciones de violencia contra integrantes poblaciones nativas ocurrieron también en México y Chile, y en Bolivia persistieron el racismo y discriminación que, según AI, eran "fenómenos muy arraigados en el país".
Según AI, a pesar de haberse registrado algunos avances contra la pobreza en la región, más de 70 millones de personas viven con menos de un dólar al día.
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