Nada que celebrar, mientras sigan matando periodistas

Por Guadalupe Gómez Quintana

México DF, 28 mayo 09 (CIMAC).- “No hay nada que celebrar mientras sigan matando periodistas, ya basta”, decía una manta colgada en el segundo piso del Teatro de la Ciudad, donde el Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo hizo anoche entrega de esa distinción a doce periodistas, entre ellos solo una mujer: María Antonieta Flores Astorga, de la Televisión de la Universidad de Guadalajara y una de las fundadoras de la Red Nacional de Periodistas, impulsada por Comunicación e Información de la Mujer AC (CIMAC).

Las y los asistentes al Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, donde tuvo lugar la VIII Edición Ciudadana del Premio, repudiaron el incremento de los ataques contra las y los comunicadores y la impunidad, cuyo ejemplo más reciente es el asesinato de Eliseo Barrón, reportero de Milenio Durango, quien hace tres días fue sacado de su casa, en presencia de su familia, y cuyo cuerpo fue abandonado al día siguiente, con signos de tortura.

Antes de la entrega de la presea, que consiste en un diploma, la escultura El Águila, diseñada por Juan Soriano, y 50 mil pesos, se proyectó un “corte informativo”, en el cual un grupo de periodistas destacados, entre ellos el maestro Miguel Ángel Granados Chapa y Carmen Aristegui, hablaron sobre la libertad de expresión, el derecho a la información y la impunidad que impide el castigo a quienes atentan contra las y los periodistas.

Se escuchó también el testimonio de una trabajadora de La Voz que Rompe el Silencio, emisora comunitaria de San Juan Copala, Oaxaca, quienes recordaron la impunidad ante el crimen de dos de sus compañeras: Felícitas Martínez y Teresa Bautista, asesinadas durante una emboscada en 2007, a quienes las autoridades regatearon su condición de periodistas y que recibieron, por decisión del Consejo Ciudadano del Premio Nacional de Periodismo, la distinción post mortem el año pasado.

Denise Dresser, presidenta del Jurado del Premio Nacional de Periodismo 2008, integrado también por Adriana Ocho, Arcelia Becerra, Eugenia Valdés, Javier Corral, Jorge González, Jorge Zarza, Carlos Lozano, Octavio Obregón, Ricardo Raphael y Sergio Uzeta, afirmó que la y los premiados constituyen un deshonor para las fuerzas reaccionarias, la impunidad, corrupción, complicidad y desidia que se oponen a la democracia y a la libertad de expresión.

La única manera de democratizar el ejercicio de los medios de comunicación, señaló la politóloga, es decir la verdad, “ser sensor implacable del poder porque esa es la única manera de democratizar su ejercicio”.

Criticó también que México, “donde hay muchos escándalos, pero muy pocas acciones”, sea uno de los 15 países más peligrosos para ejercer el periodismo, en el nivel de Irak, Colombia, Bosnia y Ruanda. Y mencionó varios de los nombres que constituyen la lista de periodistas asesinados en los últimos años en México.

En el mismo sentido se expresaron José Morales Orozco, presidente del Consejo Directivo del Consejo Ciudadano del Premio, quien exigió “basta ya de impunidad”, así como Katia D’Artigues y León Krauze, conductores de la ceremonia del Premio.

Recordaron asimismo que hace 25 años fue asesinado el periodista Manuel Buendía Tellezgirón, cuyo nombre sirve ahora para el informe Buendía, donde se da cuenta de las agresiones a las y los comunicadores

LA Y LOS PREMIADOS

El jurado recibió mil 86 postulaciones al Premio Nacional 2008, de las cuales doce fueron elegidas, en igual número de categorías, por sus atributos, impacto y repercusión en la vida diaria de la sociedad mexicana.

María Antonieta Flores recibió el premio en la categoría de Reportaje, Periodismo de Investigación, por su trabajo Aguas que Matan, de la Televisión de la Universidad de Guadalajara, donde se exponen los efectos que la contaminación del río Santiago tiene sobre la población y que ha ocasionado decesos como el del niño Miguel Ángel López Rocha.

Al recibir el Premio, la periodista envió un mensaje a la comunidad periodística para alertar sobre el deterioro en la vida de Jalisco, otrora orgullo del país, donde, afirmó, hoy el Gobierno entrega sumas millonarias a la Iglesia Católica y a los empresarios. “No nos dejen solos”, pidió.


En la categoría de Noticia recibió el premio Jesús Martín Mendoza, de Radio Red, Emisión Especial, por su transmisión del accidente aéreo en donde perdió la vida Juan Camilo Murillo, secretario de Gobernación.

En Crónica ganó el premio el Equipo de Redacción de la Revista Emeequis, por su trabajo Noche de Perros en Buenavista.

En Entrevista, Rogelio Cárdenas fue distinguido por su trabajo, Echeverría Provoca: No pido perdón, publicado en El Financiero.

En Fotografía, Germán Canseco fue premiado por su trabajo El Inframundo: los picaderos de Ciudad Juárez, publicado en Proceso.

Por artículo de fondo el Consejo premió a Zoé Robledo, por su serie de artículos de análisis sobre la elección presidencial en Estados Unidos.

Por su caricatura Wall Streetanic, publicada en El Universal, fue premiado Ángel Bolligán.

En la categoría Orientación a la Sociedad dieron el premio a Miguel Ángel Chávez, por su texto El dulce encanto de mi embolia, publicada en la revista Día Siete, de El Universal.

Antonio Navalón y Ernesto Velázquez recibieron el premio en la categoría Mesa de Análisis, por su trabajo El 21: Barak Obama, héroes del cambio, realizada por un joven equipo de producción de TV UNAM.

En Divulgación Científica y Cultural, Daniel Rodríguez Barrón fue premiado por su reportaje Manuel Felguérez, disidencia sin fin, producido y transmitido por Canal 22.

En transparencia y acceso a la información, Marco Lara Klahr fue premiado por su trabajo Vida de lujo y salarios sin límite del TEPJF, publicado en la revista Transparencia y Corrupción.

Y en Trayectoria periodística recibió el Premio Nacional de Periodismo 2008 Carlos R. Menéndez Navarrete, director del Diario de Yucatán, que fue fundado por su abuelo y dirigido también por su padre.

Recientemente, el Grupo Megamedia, editor del Diario de Yucatán y de La i, denunció que el Director General de la Lotería Nacional intentó sobornarlo mediante la firma de un contrato por tres millones de pesos para que publicaran propaganda política a favor del candidato del Partido Acción Nacional a la gubernatura de Campeche, el cual se pagaría con fondos públicos federales de la Lotería.