Dick Emanuelsson (especial para ARGENPRESS.info)Entrevista exclusiva a Víctor Baez Mosqueira, secretario general de la Confederación Sindical de Trabajadores/as de Las Américas (CSA) sobre la crisis actual, las propuestas sindicales y las reacciones empresariales y de los gobiernos en el continente americano.¿Cómo afecta la actual crisis capitalista los trabajadores, sus economías, sus expectativas para una vida más digna y mejor? ¿Y cual ha sido la reacción y respuesta del movimiento organizado en el continente americano, tanto el Norte como en el Sur?Son preguntas que el corresponsal Dick Emanuelsson hace en la siguiente entrevista a Víctor Báez, viejo líder sindical de Paraguay que a principio del año asumió la dirección de la continental organización sindical CSA, en representación a 45 millones de afiliados.¿Qué efectos tiene la crisis en los trabajadores del continente americano, comprendiendo las diferencias norte-sur?
Comparativamente entre los trabajadores de América del Norte y América Latina, podría afirmarse que el impacto ha sido mayor en estos últimos ya que, hasta el tercer trimestre del 2008, en esos países se vivía una época de auge económico, iniciado seis años antes, como resultado de las condiciones mundiales en cuanto a fuerte demanda de exportaciones y la abundancia de capitales. En esos años hubo altas tasas de crecimiento del producto e incluso alguna absorción de informalidad y mejora del poder de compra de los salarios, todo lo cual retrocede ahora nuevamente. Otro aspecto grave ha sido la pérdida de ahorros acumulados por los trabajadores mediante los fondos privados de pensión con el régimen de capitalización individual, colocados en la bolsa, que suman alrededor del 20% en Argentina y México.
La caída ha sido de más del 40% en Chile, equivalente a 9 años de ahorro, dado que allí se habían estimulado colocaciones de alto riesgo.Claro está que la pérdida de puestos de trabajo en EEUU (y Canadá) también es considerable, alcanzando niveles de desempleo que no se observaban desde hace 25 años.¿Cuál ha sido la reacción de los trabajadores y sus organizaciones?El sindicalismo de la región cree que la recuperación prometida para dos años es muy optimista. Las medidas de emergencia, incluyendo planes antícíclicos, en América Latina no han tenido la envergadura observada en los países del Norte, lo que en parte tiene que ver con que no han sido necesarios (en cuanto al salvataje de empresas) pero también con que no se dispone generalmente de los recursos necesarios (salvo países como Chile, que construyeron fondos anticíclicos y Brasil), o se duda en utilizar las reservas internacionales (que tienen como principal sentido dar una “señal” de estabilidad al resto del mundo).
En América Latina enfrentamos una permanente falta de disposición empresaria a acordar formulas equilibradas, ya sea mediante el dialogo social tripartito o el bipartito mediante la negociación colectiva.Los empresarios a la ofensivaAl respecto, en una reunión tripartita de OIT regional sobre la crisis de la cual donde participó la CSA, junto a otras cuatro afiliadas (CTM México, CGT Argentina, CUT Perú, CGT Colombia) (“Diálogo de Interlocutores Sociales: respondiendo a la crisis: crecimiento, trabajo y estabilidad, Lima, 24 febrero 2009), la declaración empresarial no disimula sus posiciones, que presentan elementos claves:
1. “las medidas en el ámbito crediticio, regulatorio, fiscal y administrativo, deben crear las condiciones para llegar a acuerdos con los trabajadores en la aplicación de mecanismos efectivos que hagan posible la retención de los trabajadores, sin que por ello pueda menoscabarse la supervivencia de las empresas”;
2. las medidas que amortigüen el efecto de la crisis “deben inscribirse claramente en los principios del G-20: economía de libre mercado, respeto del estado de derecho y la propiedad privada... se necesita “libertad de comercio e inversión, y mantenimiento de mercados competitivos”;
3. la crisis como factor coyuntural “no debe suponer desvíos con respecto de cuestiones estructurales: mejora de las condiciones de seguridad jurídica, y de adecuado funcionamiento de las instituciones en sistemas democráticos y fundados en la libertad en todas sus dimensiones”;
4. debe “evitarse el desplazamiento del sector privado por parte de programas masivos de inversión pública en los paquetes de estímulo fiscal”. Esta declaración comienza también la “batalla” empresaria por la utilización interesada del concepto de “empresa sostenible” (resolución de OIT del 2007), en cuanto a que “para mejorar las condiciones de dignidad del trabajo es necesario profundizar en la sustentabilidad de la propia empresa”.Los empresarios, de esa forma, siguen exigiendo el sacrificio de los trabajadores para superar la crisis, lo cual es inaceptable.En EEUU, la AFL-CIO ha recibido claros mensajes del presidente electo, en cuanto a que el sindicalismo es “parte de la solución y no de la crisis”, lo que parece anticipar un enfoque de mayor sensibilidad hacia el sector, luego de casi diez años de políticas antisindicales.Las expectativas son muchos menores en Canadá, donde el primer ministro ha sido explícitamente un seguidor del ex presidente Bush.
Las cumbres internacionales¿Qué medidas propone CSA para aliviar los golpes económicos y sociales sobre los trabajadores?
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