Humberto Moreira Valdés no pudo dejar “encargado” el gobierno de Coahuila en mejores manos. Jorge Juan Torres López, gobernador interino de esa entidad desde el 4 de enero de 2011, es hombre de toda la confianza del actual presidente nacional del PRI. Incluso, aún ahora y luego del escándalo desatado por la deuda estatal, hay en esa entidad quienes todavía apuestan a que al terminar su mandato, el 31 de noviembre, se integrará inmediatamente a las oficinas del Partido Revolucionario Institucional. Pero esta no es la primera vez que Torres López ocupa un cargo en sustitución de otro funcionario. Entre 2007 y 2009, este licenciado en Administración ocupó la Presidencia Municipal interina de Saltillo, tras la salida de Fernando de las Fuentes.
Torres López inició su carrera como servidor público en 1994, a los 40 años, cuando fue nombrado Director General de Promoción y Fomento Económico de Coahuila, durante la administración de Rogelio Montemayor Seguy, quien ocupara el cargo de Director General de Pemex entre 1999 y 2000, y que dos años después fuera acusado de peculado. En 2000, Torres fungió como tesorero municipal durante el gobierno de Óscar Pimentel González.
Tres años después, ya con Humberto Moreira como titular de la Presidencia Municipal de Saltillo, Torres ocupó el cargo de contralor sólo por dos años. En 2005 renunció a la Contraloría para dedicarse a la Coordinación Financiera de la campaña del mismo Moreira a la gubernatura de Coahuila. El profesor Moreira venció en las urnas a Jorge Zermeño Infante, candidato del PAN, con 55.8% de los votos. Tras aquella apabullante victoria, Torres López encabezó la Secretaría de Finanzas. Fue jefe de Héctor Javier Villareal Hernández, acusado de fraude y falsificación de documentos, quien entonces ocupaba el cargo de subsecretario de Planeación. Renunció en 2008 a su cargo como secretario de Finanzas para sustituir a De las Fuentes como Presidente Municipal de Saltillo. Al concluir su periodo como alcalde sustituto, volvió a formar parte de la administración de Moreira como secretario de Desarrollo Social.
Con 24 votos a favor y seis en contra, el Congreso del Estado de Coahuila aprobó el nombramiento de Jorge Torres López como gobernador interino. En su primer discurso como mandatario estatal, alabó el trabajo de su predecesor: “La obra y el ejemplo del profesor será nuestra guía en la encomienda que hoy nos damos”. Y no mintió. La administración de Moreira y la de Torres comparten una misma característica: la alta rotación de funcionarios públicos en puestos claves. En casi seis años de gobierno, este dúo dinámico realizó 39 cambios en su gabinete. Y, para muestra, van algunos otros datos: Miguel Rodríguez Flores, quien encabezó la Tesorería General del Estado durante sólo 56 días, fue el funcionario que menos duró en un cargo de primer nivel; la Secretaría de Obras Públicas y Transportes y la Secretaría de Desarrollo Social son las que sufrieron más relevos, con cinco cambios en cada una; la Secretaría de Gobierno y la Secretaría de Finanzas no se quedan atrás, esas dependencias tuvieron cuatro titulares diferentes.
Aunque breve, su administración no ha estado exenta de complicaciones. En el mes de agosto, un accidente en la mina La Esmeralda, ubicada en el municipio de San Juan de Sabinas, dejó un saldo de cuatro mineros muertos. El clima tampoco ha sido benévolo con Coahuila: a mediados de abril, la administración de Jorge Torres López tuvo que rentar un avión Jumbo Boeing 747-100 cisterna para combatir un incendio forestal al norte del estado y que arrasó con más de 100 mil hectáreas. El gobierno del estado pagó 2.2 millones de dólares por una semana de préstamo de la aeronave.
El 3 de noviembre, Jorge Torres López entregó el Sexto Informe de Gobierno de la actual administración. En un acto público, el priísta afirmó que Coahuila ha sufrido una gran transformación y se encuentra mejor que nunca. Con el fantasma de la deuda encima, la iniciativa privada quedó insatisfecha con la información entregada por Torres. Mario Lozoya Díaz Vélez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, criticó que el gobernador interino incluyera en su informe cifras sobre obras que aún no han sido concluidas. La prensa reveló incoherencias en el informe de Torres. El diario Reforma hizo un comparativo entre el quinto informe, todavía con Moreira al frente del gobierno, y el entregado por Torres López. Según los dos informes, entre 2006 y 2010 se gastaron 8 mil millones 080 mil pesos en la construcción de 87 puentes, 127 avenidas y bulevares, y mil 500 kilómetros de caminos rurales; mientras que tan sólo en 2011 se gastaron 7 mil millones 781 mil pesos en 22 avenidas y bulevares, seis puentes y 950 kilómetros de carreteras.
Cuando estalló el escándalo de la deuda que dejó Humberto Moreira en Coahuila, Jorge Torres López salió en defensa del líder priísta. “Si no tuviéramos esta deuda que ahora tenemos, no tendríamos los 87 puentes en el estado, no podríamos tener mil 500 kilómetros de caminos rurales, no podríamos tener, y lo voy a decir mañana, 149 avenidas y vialidades, ni este desarrollo de generación de empleos que se ha hecho con las empresas, donde hemos facilitado para generar empleos”, dijo en entrevista con el diario Vanguardia.
En dos semanas, el 31 de noviembre, Jorge Torres López hará entrega de la administración al hermano menor del líder nacional del PRI, Rubén Moreira Valdés. En la entrevista con Vanguardia, Torres López no descartó también sumarse al proyecto del gobernador electo. Quizás como secretario de Finanzas otra vez, o como tesorero del PRI en el DF, con su jefe eterno Humberto Moreira. Y aunque en esto último el futuro es incierto, queda claro que Jorge Torres López seguirá siendo un fiel escudero de la familia Moreira, el encargado de dar la cara y también de bailar con la más fea.
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