Ricardo Rocha
A mí que no me cuenten porque estuve ahí sábado, domingo y lunes y los entrevisté a todos, hasta en dos ocasiones. Por si fuera poco, la casualidad me llevó a hospedarme en el mismísimo hotel-cuartel general de los panistas, a los que vi muchas veces en su sala de prensa, el restaurante y los pasillos. Así que viví de cerca todo el drama de las caras que se fueron transformando de la comedia a la tragedia:
Domingo 09:30 hrs. Una exultante Luisa María Calderón llega a su casilla con una gran sonrisa, me presenta a su hijo y sin detener la marcha la entrevisto y me reitera lo de hace tres semanas: que está segura de su triunfo y que las acusaciones de sus adversarios por apoyos federales de su hermano los presenten después de la elección, que para eso están los tribunales; ni una palabra sobre el narco o alguna otra inconformidad. Ahí mismo, entrevisto luego al líder del PAN, Gustavo Madero: por el estilo, ni la menor sombra de duda sobre el triunfo, atribuible a una gran campaña y al arrastre de Cocoa.
10:00 hrs. Apenas llegamos a la casilla donde arriba con toda su familia Fausto Vallejo, el candidato del PRI-Verde: sereno, parsimonioso, me responde que quien va a ganar es Michoacán, hasta que le insisto y me dice pues que él y el PRI serán los ganadores y que les pide a todos que acepten los resultados. Ahí mismo, un muy serio jefe priísta, Humberto Moreira, junto con el vocero José Ascensión Orihuela me explican que contra la avalancha propagandística federal a favor de Cocoa ellos se fueron por el trabajo de tierra y que están muy seguros de su estructura y que ganarán por supuesto.
17:00 hrs. Conferencia de prensa en “nuestro hotel”: nomás para que los presidentes Gustavo Madero del PAN y Luis Castro del Panal nos digan que están felices por los resultados de las encuestas de salida, pero que, respetuosos de la ley, esperarán a las seis de la tarde para darnos las buenas nuevas, aunque ya “se les queman las habas” por hacerlo.
18:00 hrs. La puritita euforia. Siempre tan propio don Gustavo, pero ahora a gritos anuncia que su encuestadora, denominada Espacio Muestral –es en serio– y otra más les dan una ventaja (de 39-35 y 38-35) clarísima, y que ya ganaron y que invitan a todos a celebrar esa noche. De nueva cuenta, no hay la menor denuncia de que el narco estuviese infiltrado en el proceso.
18:00 hrs. Humberto Moreira sale al paso y dice que no. Que todo lo contrario. Que Ulises Beltrán y alguna otra les dan un triunfo claro.
18:35 hrs. Córrele al PRI: donde vuelvo a entrevistar a Fausto Vallejo, quien me contesta que él sigue estando seguro de su triunfo; que es más, hace un llamado a la reconciliación no sólo de las fuerzas políticas sino de todos los sectores productivos; “pues sí”, me responde cuando le comento que eso ya suena a plan de gobierno.
19:00 hrs. Otra conferencia de prensa sólo para que Cocoa anuncie otra vez su triunfo pero ahora de la mano de los tres precandidatos presidenciales del PAN, Josefina, Santiago y Cordero. Puras sonrisas. Pura foto.
21:30 hrs. Cada quien sus encuestas. Cada quien su fiesta. Cada quien su plaza. Al mismo tiempo, y en diversos lugares de Morelia, Cocoa y Fausto celebraron su triunfo. Bueno, hasta el distante Silvano Aureoles de las izquierdas también se festejó ganador; con un puntito, pero ganador al fin.
22:00 hrs. Al concluir mi transmisión de radio y tele desde el Instituto Electoral de Michoacán (IEM), el PREP, con un incipiente 7% le da tres puntos de ventaja a Fausto Vallejo sobre Luisa María Calderón.
23:00 hrs. Ceno en el restaurante del hotel, en solitario y todavía con ley seca. Antes he recorrido el salón de conferencias y la sala de prensa ya sin un alma. Y me pregunto dónde está el ejército azul que los colmaba. Eso sí, me doy cuenta que han cambiado la gran manta plástica que decía “candidata”. Pusieron otra de Cocoa pero ahora con el nuevo título: “Gobernadora de Michoacán”
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