11/13/2011

Íntima relación con EU de Yukiya Amano, director nipón de la AIEA, según Wikileaks

Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

La descomposición del mundo no se confina al rubro financiero-económico y ha infectado también a los putrefactos organismos internacionales que han caído en las garras de sórdidos intereses particulares con proclividad misántropa: desde la mancillada OMS –que inventó la influenza que paralizó a la ciudad de México durante dos semanas y prohijó un caos global con el fin de favorecer la venta de vacunas de las trasnacionales anglosajonas– hasta el canallesco Tribunal Penal Internacional que falsificó la captura de Saif Al-Islam, hoy tránsfuga hijo de Kadafi, con el fin de facilitar la captura de Trípoli por la OTAN.

Más allá de los megaescándalos eróticos de sus dirigentes (el israelí-estadunidense Paul Dundes Wolfowitz, en el Banco Mundial, y el galo-israelí Dominique Strauss-Kahn, en el FMI), los llamados organismos internacionales expelen una insoportable fetidez al haberse corrompido ética y estéticamente hasta la médula y reflejan la putrefacción del caduco orden unipolar estadunidense, como es el caso patente de la reprobable actuación de la AIEA, en la fase aciaga y ciega de su controvertido director, el nipón Yukiya Amano, quien –incluso antes del polémico reporte sobre la actividad nuclear de Irán– ya se había desprestigiado al haber encubierto a la industria nuclear privada de Japón, vilipendiada por su criminal contaminación radiactiva del reactor nuclear de Fukushima (Japón contamina radiactivamente cielo, mar y tierra, Bajo la Lupa, 10/4/11).

Hasta The Financial Times (Mure Dickie y Clive Cookson, 9/11/11), usualmente complaciente con las exacciones niponas de toda índole, acaba de exponer que las estimaciones de la radiactividad liberada en la planta nuclear de Fukushima Daiichi han sido revisadas (sic) considerablemente (sic) al alza debido a la escala de contaminación causada por la peor crisis nuclear en 25 años. No fue gratuito que ciertos físicos nucleares locales (miembros conspicuos del sionismo financierista jázaro) hayan apoyado las atrocidades de la industria atómica privada japonesa en Fukushima.

Llama la atención que la teocracia chiíta persa siga colaborando en forma masoquista con la AIEA, en la época muy indigna de Amano, a sabiendas de las revelaciones de Wikileaks sobre su obscena intimidad con los intereses de EU: En el programa nuclear de Irán, Amano, director de la AIEA, se encuentra en forma sólida (¡supersic!) del lado de EU en cada principal decisión estratégica (sic), desde los nombramientos de funcionarios de alto nivel (sic) hasta el presunto programa de armas (sic) nucleares de Irán, según confesión de diplomáticos de EU en Viena (Scott Peterson, The Christian Science Monitor, 2/12/10).

El cable revelador de Wikileaks sobre la parcialidad obscena del nipón Amano es de octubre de 2009 (reportado hace casi un año por el rotativo británico The Guardian 21/12/10), lo cual se compagina con la línea dura adoptada inusitadamente por la AIEA después de su anterior director, el egipcio Mohamed El Baradei (hoy uno de los referentes de la revolución egipcia), a quien los mismos diplomáticos de EU consideraban demasiado suave frente a Irán.

Amano, quien olvidó que pertenece a la generación de los traumados japoneses nacidos dos años después del lanzamiento de dos bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki por sus hoy controladores de EU, está a punto de catalizar una tercera guerra mundial debido a su palmaria irresponsabilidad y ha colocado innecesariamente a la AIEA, de 35 miembros, en la picota, en especial, por Rusia que ha sido muy severa en sus críticas.

Amano podrá contar con el respaldo de los superhalcones de EU, Israel y Gran Bretaña (GB) –de quienes se han desmarcado conspicuamente Francia y Alemania en este delicado asunto (Bajo la Lupa, 9/11/11)–, además del “itamita México neoliberal” en su aciaga fase calderonista, y hasta de las islas Samoa, pero ha sido totalmente desacreditado por el repudio vigoroso de Rusia, lo cual es definitorio en estos asuntos nucleares y ha obligado al secretario del Pentágono, Leon Panetta (Today’s Zaman, 11/11/11) a deslindarse en forma prudente de un ataque nuclear israelí a las instalaciones atómicas de Irán (lo cual tampoco es un paseo dominical) cuando GB e Israel tienen ya hasta fecha operativa para su aventura bélica: entre Navidad y Año Nuevo (rotativo británico Daily Mail, 10/11/11).

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El presidente de Irán, Mahmud Ajmadineyad, a finales de octubre pasado en TeheránFoto Reuters

Dato cultural: cabe recordar que EU fue quien inició el proyecto nuclear iraní, en la época del sha, para cercar a la URSS en su flanco sur.

Más de 30 y pico de años más tarde los papeles se han invertido y hoy Rusia colabora en la construcción de plantas nucleares de Irán con fines pacíficos (v.gr. la planta de Bushehr).

Rusia, que conoce como nadie el proyecto atómico iraní, arremetió contra el reporte Amano de la AIEA como sesgado al socavar el esfuerzo internacional para desactivar tensiones sobre el programa nuclear de la república islámica, a quien condena como culpable sin ninguna razón (RIA Novosti, 9/11/11).

En severa declaración en su sitio oficial, la cancillería rusa fustigó el reporte Amano de poco profesional al “sentenciar a priori el veredicto de culpable”, al carecer de datos nuevos (nota: se confina a datos hasta 2009 proporcionados por el espionaje cocinado por EU) y al compilar (sic) hechos conocidos (sic) que han sido deliberadamente distorsionados con un sesgo político, además de prestidigitar los hechos para dar la impresión de que el programa nuclear iraní comporta un componente militar (Russia Today, 9/11/11). ¡Duro y a la cabeza!

Rusia anunció que no apoyará nuevas sanciones contra Irán, las cuales percibe como instrumento de cambio de régimen.

Rusia (junto a China) aprendió de su error con la OTAN en Libia que todavía busca derrocar a los regímenes de Siria e Irán. ¡Se les revirtió el tiro por la culata al reporte Amano y, de paso, a sus aliados de EU, GB e Israel!

Debka (11/11/11) expone en forma perturbadora y sin rubor que Amano visitó en secreto (¡supersic!) la Casa Blanca el 29 de octubre, donde con Tom Donilon, consejero de Seguridad Nacional de Obama, decidieron recortar (sic) los dos últimos años del reporte.¿Por qué habrá sido afeitado y aceitado, amén de falsificado, el reporte Amano de la AIEA?

Según Debka –adefesio de la desinformación (como se pudo constatar por enésima vez, al unísono de Stratfor, en el caso de Libia)– Irán se encuentra ya armado (sic) con armas nucleares operacionales (sic) con una miniaturización paquistaní en sus misiles cuyo lanzamiento ya fue probado cuatro veces. ¿Será?

Lo relevante aquí no son las discutibles imputaciones de Debka, sino la visita secreta y, peor aún, la coordinación de Amano con la Casa Blanca –lo cual no ha sido desmentido por las partes implicadas– que han mancillado la credibilidad de la AIEA –organismo que debe ser pulcra e imparcialmente indispensable en la era de la anhelada desnuclearización global sin excepciones paleobíblicas– y ha degradado más la de por sí la reputación de su director nipón desfondada en Fukushima.

Enlaces:

Los cables sobre México en WikiLeaks

Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks

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