11/01/2012

Las noticias de CIMAC......



En las zonas indígenas del país prevalece la violencia contra las mujeres, sin embargo en muchas ocasiones para los integrantes de las comunidades, y para ellas, este es un fenómeno que resulta normal y por tanto no se considera un problema que deba resolverse.
Flora Gutiérrez, fundadora de la Asamblea de Mujeres Indígenas y del Centro Integral Jurídico Pro Derechos de Oaxaca, explicó que aunque los sistemas de impartición de justicia de las comunidades indígenas son positivos, aún tienen una deuda con las mujeres.
Al participar en el foro “Sistemas de justicia indígena en México”, la activista y abogada señaló que las asambleas y policías comunitarias son formas de organización que fortalecen la autonomía de los pueblos originarios, pero reconoció que aún tienen problemas cuando se trata de reconocer los derechos femeninos.

El Pacto Nacional por la Vida y los Derechos de las Mujeres repudió la determinación del juez penal de primera instancia con sede en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo, Ramón Jesús Aldaz Bencomo, de citar a una niña maya, víctima de pornografía infantil, a un careo con su presunto agresor.
En un pronunciamiento publicado hoy, el Pacto señaló que el juez Aldaz Bencomo viola no sólo la Constitución, sino también convenciones internacionales que protegen los derechos de las niñas, por lo que le exigió no recurrir al careo entre la menor de 8 años y el médico radiólogo David Néstor Muñoz Quijano, de 55, actualmente preso.
En el citatorio emitido por el juez penal se le solicita a la madre de la niña acudir con su hija el próximo 22 de noviembre a las 11 horas, para realizar las diligencias correspondientes al expediente 77/2012 en contra de David Néstor Muñoz Quijano, por el delito de pornografía infantil.
  

La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) otorgará el reconocimiento en Derechos Humanos “Ponciano Arriaga Leija 2012”, en la categoría de “Lucha y Defensa”, a la indígena tlapaneca Valentina Rosendo Cantú por la constancia y el seguimiento que dio a su caso para superar la falta de acceso a la justicia, luego de que sufrió violación sexual por parte de militares.
El 16 de febrero de 2002, Valentina Rosendo, entonces de 17 años de edad, fue violada y torturada por militares del 41 Batallón de Infantería que operaba en Cruz Grande, estado de Guerrero. A partir de entonces, ella comenzó una lucha por encontrar justicia, la cual le llevó nueve años y aún continúa.
En un comunicado, la CDHDF resaltó la lucha de Valentina para llevar su caso ante instancias internacionales, logrando que fuera admitido por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH), la cual en agosto de 2010 condenó al Estado mexicano a reconocer su responsabilidad por la violación de los Derechos Humanos (DH) de la mujer y a pedirle perdón en un acto público.

Por vez primera desde hace 25 años, el Comité contra la Tortura de la Organización de las  Naciones Unidas (ONU) analiza la “impunidad agravada” en los casos de tortura cometida contra las mexicanas.
Al comenzar hoy en Ginebra, Suiza, la evaluación al Estado mexicano sobre el tema, el comité de expertos criticó las “demasiadas lagunas de información” presentadas por las autoridades en su reporte oficial ante la ONU.
De acuerdo con un comunicado de la Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos Todos los Derechos para Todas y Todos, el Comité contra la Tortura demandó al Estado mexicano resultados concretos de los programas y acciones dirigidas a combatir las desapariciones de mujeres, el feminicidio y la tortura contra ellas, así como los ataques y represalias hacia las defensoras de Derechos Humanos (DH).

Ante el desinterés de las autoridades del país, las organizaciones civiles promueven los derechos sexuales y reproductivos entre las jóvenes de comunidades indígenas, donde este tema “no se toca”.
Catalina Martínez, integrante del área de Salud de la organización Kinal Antzetik-DF, explicó que en esas comunidades algunos usos y costumbres limitan el ejercicio de estos derechos: “Se prohíbe hablar de sexualidad, ellas ni siquiera pueden recibir información para evitar un embarazo no deseado”. 
La indígena triqui, originaria de Santo Domingo del Estado, en el municipio oaxaqueño de Putla Villa de Guerrero, añadió que cuando las adolescentes y jóvenes acuden al centro de salud a pedir informes o métodos anticonceptivos no hay confidencialidad.

Debido a la migración masculina, las mujeres indígenas han asumido roles de mando en sus comunidades, aunque al mismo tiempo se les han sobrecargado sus labores como madres de familia y gestoras de actividades que antes eran exclusivas de los hombres, advirtió Beatriz Canabal Cristiani, investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Xochimilco.
Entre otros efectos del fenómeno migratorio, la experta en el tema dijo a Cimacnoticias que las indígenas que han migrado a Estados Unidos han cambiado su forma de pensar y sus patrones culturales, por lo que ya no quieren regresar a sus comunidades y vivir las mismas condiciones de las que decidieron alejarse.
“En las ciudades encontraron ingreso diario que les permite una mejor forma de vida, incluso el de cambiar y opinar, ser escuchadas, atendidas y determinar cuándo casarse, con quién y el número de hijos que quieran tener, incluso no ser vendidas a quienes serán sus maridos, algo que buscan que sus hijas ya no reproduzcan como patrones de conducta”, detalló Canabal Cristiani.

La persecución contra personas defensoras de los Derechos Humanos (DH) en Honduras continúa, y como ejemplo está el secuestro de Carla Yadira Zelaya, integrante del Movimiento Unificado Campesino del Aguan (MUCA).
Esa agrupación hondureña denunció el secuestro y las amenazas contra la activista, a la vez que exigió a las autoridades que se investigue lo sucedido y se castigue a los responsables de este caso y a quienes atentan contra la lucha campesina.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de octubre cuando la joven iba a clases a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, cerca de las 6:30 de la mañana, momento en el que fue abordada por unos desconocidos.
Según el relato de la joven, tres individuos a bordo de un vehículo la atacaron, dos se bajaron del auto y la tomaron del brazo para subirla a la fuerza, le vendaron los ojos y se la llevaron con rumbo desconocido.

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