La Jornada/La Radio del Sur
La
independencia energética de América del Norte, uno de los cinco puntos centrales de la campaña presidencial del candidato republicano Mitt Romney, implica una mayor participación directa estadounidense en la extracción y producción de petróleo mexicano, advierte Michael Klare, analista de políticas de manejo de recursos naturales y geoestrategia.
Romney ha repetido incesantemente tanto en los debates con
el presidente Barack Obama como en foros y actos de campaña que una de
sus prioridades es lograr la
independencia energética de América del Norte.
Klare, profesor en la universidad Hampshire College, experto en políticas de seguridad internacional y autor de varios libros, comentó que Romney desea
usar la presidencia para persuadir u obligar a México a facilitar el camino para que empresas estadounidenses ocupen una posición más prominente en la extracción de petróleo y gas natural en México.
Tras un nuevo
acuerdo regional
En su propuesta sobre energía, la cual se resume en el sitio de Internet de su campaña, se afirma que
Romney hará de Estados Unidos una superpotencia energética, incrementando rápida y responsablemente nuestra propia producción y asociándonos con nuestros aliados Canadá y México para lograr la independencia energética en esta parte del continente para 2020. Al llegar a la presidencia, Romney afirma que buscará “establecer un nuevo acuerdo regional para facilitar la inversión transfronteriza en energía, promover y ampliar la cooperación regulatoria con Canadá y México…” En su plan de energía, Romney enfatiza que “colaborar con estos países en el desarrollo de energía,America puede garantizarse una fuente confiable y costeable de energía mientras abre nuevas oportunidades para negocios y trabajadores estadunidenses en la región”.
Para Klare, aunque la propuesta no es explícita, queda claro que la meta de Romney al promover la
independencia energética de América del Norte, el candidato republicano habla
de un incremento en la extracción de petróleo y gas natural de Estados Unidos, Canadá y México, y cooperación y colaboración entre los tres países para lograrlo.
El experto agregó que la referencia de Romney al desarrollo de
prácticas regulatoriasentre Estados Unidos y México
significa que los reguladores estadunidenses se reúnan con sus contrapartes mexicanas para revisar las políticas gubernamentales sobre la extracción de petróleo y gas, y hacer que las políticas mexicanas sean más como las que quiere Romney en Estados Unidos: hacer a un lado al gobierno en la extracción de petróleo y dejarle la tarea a las empresas privadas.
Klare argumenta que esta propuesta está elaborada con base en los
intereses y los deseos de las empresas petroleras estadunidenses, y
recuerda que éstas están invirtiendo enormes montos en la campaña
electoral de Romney.
De hecho, Rex Tillerson, el ejecutivo en jefe de Exxon Mobil, la
petrolera más grande de este país y una de las empresas más grandes del
mundo, reveló algunos de estos deseos en un discurso ofrecido ante el
Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York hace unos meses. Al
referirse a los enormes recursos energéticos de los tres países de
América del Norte, indicó que Canadá y México han sido proveedores
importantes de petróleo y gas a Estados Unidos y argumentó que con el
despliegue de nuevas tecnologías en Canadá y Estados Unidos,
estamos esperanzados en que México, al continuar su paso hacia reformas sobre cómo manejar sus propios recursos de petróleo y gas natural a través de continuas reformas alrededor de Pemex, eso abrirá oportunidades para nuevas asociaciones y colaboraciones y llevará a que la tecnología aborde los enormes recursos que México tiene también.
En su discurso ofrecido poco antes de las elecciones en México (el 27 de junio) Tillerson afirmó que
ciertamente, si uno escucha a los candidatos presidenciales en México, todos han dicho que apoyan continuar con las reformas de Pemex que lleven a mayor desarrollo de sus recursos domésticos, importantes para su economía y su seguridad energética…Agregó que si
abordamos la política y la seguridad energética desde una perspectiva de América del Norte, la base de recursos, las tecnologías disponibles y las políticas similares que podrían ser implementadas, eso podría lograr rápidamente la seguridad energética que hemos estado buscando durante toda mi carrera. Esa meta de seguridad energética, agregó, durante mucho tiempo no estuvo dentro de un futuro posible, pero
ahora está en el futuro visibley es sólo un asunto de decisiones de política si se desea lograrlo.
El ejecutivo en jefe de Exxon declaró que ante todo esto,
es mi esperanza que en algún momento la seguridad energética pueda volverse un tema en nuestras discusiones de política exterior con México, Canadá y Estados Unidos. Entre los tres países, hoy día producimos 15 millones de barriles de petróleo diarios, y eso representa una poderosa fuerza conjunta en los mercados globales de crudo, y proyecta que este total podría llegar a 18 millones de barriles para 2020.
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