American Curios
David Brooks
A cada rato llegan a este país disidentes de diversas naciones para
denunciar ante foros académicos, de derechos humanos e instancias
oficiales, como el Congreso, que sus gobiernos violan los derechos a la
libertad de expresión y de prensa. Piden solidaridad para presionar a
sus gobiernos a que respeten los convenios internacionales sobre este
rubro y son aplaudidos por su valentía, mientras el gobierno
estadunidense se pronuncia guardián mundial de estos derechos básicos,
promueve la libertad de expresión como parte de su retórica
diplomática, sobre todo contra países que no están alineados con
Washington, y organiza foros en los que incluye el uso de los nuevos
medios cibernéticos como nuevas herramientas de la
libertad.
protegera esa sociedad, lo que llaman
seguridad nacional.
Tal vez el suceso más claro para mostrar estos límites es el caso de Bradley Manning, quien ha aceptado responsabilidad por la mayor filtración de documentos oficiales secretos en la historia de este país, y a quien el gobierno ha enjuiciado por dar a conocer a los ciudadanos la historia de las guerras que se libran en su nombre.
Este juicio no se trata simplemente de la fiscalización de un soldado de 25 años que tuvo la osadía de reportar al mundo externo las matanzas indiscriminadas, los crímenes de guerra, la tortura y el abuso por nuestro gobierno y nuestras fuerzas de ocupación en Irak y Afganistán. Es un esfuerzo concertado por el estado de seguridad y vigilancia para extinguir lo que queda de una prensa libre, que tiene el derecho constitucional de revelar crímenes cometidos por quienes están en el poder, escribe el veterano periodista y premio Pulitzer Chris Hedges.
Hedges, quien fue reportero de guerra del New York Times y cubrió conflictos desde el mundo árabe a América Latina, escribió en Truthdig.com que de ahora en adelante los individuos que se atrevan a intentar que el público se entere de la verdad serán, como en el caso de Manning, acusados de
ayudar al enemigo. Agregó que “todos aquellos dentro del sistema que revelen hechos que desafían la narrativa oficial serán encarcelados, como John Kiriakou, el ex analista de la CIA que por revelar el uso de la tortura por el gobierno estadunidense empezó a cumplir una condena de 30 meses… Hay un término para designar a estados que crean estos vacíos de información: totalitarios”.
Cabe
recordar casos como el reciente suicidio del activista cibernético
Aaron Swartz, quien se dedicaba a usar sus talentos digitales para
revelar y exponer intentos de control de Internet por el gobierno y las
empresas, al enfrentar un juicio que podría acabar con su encarcelación
por décadas, o Jeremy Hammond, que enfrenta 30 meses de cárcel por hackear presuntamente
el sitio Stratfor, o el ex funcionario de la Agencia de Seguridad
Nacional Thomas Drake, quien fue investigado por revelar la recaudación
secreta de datos sobre ciudadanos estadunidenses. También está lo que
alega Julian Assange, de que Estados Unidos busca extraditarlo y
enjuiciarlo por las revelaciones en Wikileaks, temor que no
carece de bases, especialmente cuando muchos altos funcionarios y
legisladores lo han acusado de atentar contra la seguridad nacional de
Estados Unidos, y el propio vicepresidente Joe Biden una vez lo llamó
Estos casos, sobre todo el de Manning, según algunos expertos en leyes, tienen una intención: intimidar y hasta aterrorizar a informantes y periodistas que consideren revelar información sobre asuntos de
Hedges, junto con el documentalista Michael Moore, el intelectual Noam Chomsky y Daniel Ellsberg, el famoso funcionario que filtró los papeles del Pentágono –hasta ahora la filtración más grande de documentos secretos– durante la guerra de Vietnam, se han sumado a demandas legales contra el gobierno por una ley que, acusan, puede ser utilizada contra periodistas al criminalizar toda interacción con lo que se considera
Y esos esfuerzos no se limitan a territorio nacional. Por ejemplo, está el caso de Abdulelah Haider Shaye, el periodista de Yemen que en 2009 reveló un ataque aéreo estadunidense que mató a 14 mujeres y 21 niños y está encarcelado debido a la intervención de Obama para evitar que el presidente de ese país lo exculpara, como reveló The Nation el año pasado. El semanario afirmó que mientras el gobierno de Obama ofrece retórica sobre la libertad de prensa,
Ante la promesa de Obama de hacer que su gobierno
O sea, libertad condicionada por las autoridades no es libertad.
(Para mayor información sobre el caso de Manning y Wikileaks, ver Wikileaks en La Jornada )
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
terrorista de alta tecnología.
Estos casos, sobre todo el de Manning, según algunos expertos en leyes, tienen una intención: intimidar y hasta aterrorizar a informantes y periodistas que consideren revelar información sobre asuntos de
seguridad nacional.
Hedges, junto con el documentalista Michael Moore, el intelectual Noam Chomsky y Daniel Ellsberg, el famoso funcionario que filtró los papeles del Pentágono –hasta ahora la filtración más grande de documentos secretos– durante la guerra de Vietnam, se han sumado a demandas legales contra el gobierno por una ley que, acusan, puede ser utilizada contra periodistas al criminalizar toda interacción con lo que se considera
enemigosde Estados Unidos, bajo amenaza de la detención militar indefinida, y otra que permite la intervención de comunicaciones personales de estadunidenses por agencias del gobierno sin autorización judicial.
Y esos esfuerzos no se limitan a territorio nacional. Por ejemplo, está el caso de Abdulelah Haider Shaye, el periodista de Yemen que en 2009 reveló un ataque aéreo estadunidense que mató a 14 mujeres y 21 niños y está encarcelado debido a la intervención de Obama para evitar que el presidente de ese país lo exculpara, como reveló The Nation el año pasado. El semanario afirmó que mientras el gobierno de Obama ofrece retórica sobre la libertad de prensa,
ha minado los derechos de periodistas y los informantes que los ayudan, cuyo trabajo a veces ha puesto al gobierno en una luz negativa.
Ante la promesa de Obama de hacer que su gobierno
sea el más transparente en la historia, no pocos preguntan si eso lo determina el gobierno o el pueblo.
Nuestra libertad depende de la libertad de la prensa, y esa no se puede limitar sin que se pierda, afirmó Thomas Jefferson.
O sea, libertad condicionada por las autoridades no es libertad.
(Para mayor información sobre el caso de Manning y Wikileaks, ver Wikileaks en La Jornada )
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
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