Escrito por Arturo Loría
El
día de hoy se discutirá en la Cámara de Diputados la Reforma en materia
de Telecomunicaciones. Como era de esperarse, la Reforma no resultó tan
perfecta como nos la plantearon en un inicio. En los últimos días, se
han revelado distintas intenciones involucradas con la Reforma,
intenciones que podrían no convertirla en aquella “solución a todos
nuestros problemas”, como en su momento muchos plantearon.
Por lo mismo, en Homozapping hemos preparado esta breve guía para que comprenda mejor lo que se discutirá hoy y usted mismo pueda hacer su propio juicio:
- Iniciativa de reforma en telecomunicaciones: texto íntegro: Qué mejor forma de conocer la Reforma en Telecomunicaciones que con el texto original de la reforma misma. Consulta aquí el texto íntegro.
- El ABC de la reforma constitucional a las telecomunicaciones: Ahora bien, si no desea leer el texto íntegro de la Reforma, le compartimos esta síntesis clara y detallada realizada por Jorge Fernando Negrete.
- Reforma en Telecomunicaciones: verdades, engaños y peligros: El título es bastante claro ¿No?. Primera y segunda parte.
- Medios y Telecom, preguntas incómodas a una Reforma: A los pocos días de haberse hecho pública la Reforma, Jenaro Villamil realizó una serie de preguntas incómodas y necesarias a la Reforma ¿Qué hacía falta? ¿Qué se omitió? ¿Hay intenciones detrás de este proyecto?
- 10 reformas a la reforma en telecomunicaciones: Irene Levy se preguntó algo similar ¿En verdad era tan perfecta la Reforma? En este texto, la periodista enumera los 10 cambios que ella realizaría en el documento para que, en verdad, fuera lo más óptimo para el país.
- Telecomunicaciones: del proyecto a la realidad: Jorge Meléndez Preciado considera que las buenas intenciones de la Reforma son geniales ¿Pero son realistas? ¿Es factible?
- ¿Y las audiencias, apá?: Un punto fundamental que ha omitido la Reforma es el derecho de las audiencias. En este breve análisis Jenaro Villamil se pregunta qué será de los consumidores con esta reforma.
- Posicionamiento del colectivo “Libre Internet Para Todos” a la Reforma en Telecomunicaciones: El colectivo meses antes había presentado un proyecto con puntos muy similares a los de la Reforma en materia de Internet ¿Qué opinaba esta iniciativa ciudadana al respecto?
- Televisa y Telmex: los monopolios presidencialistas: Ante un cambio que se anuncia como histórico conviene revisar la historia, y fue justo lo que Jenaro Villamil hizo en este reportaje. Consulta la primera parte aquí y la segunda en este enlace.
- Confirman que PRI negocia proteger a Televisa en must carry y must offer: La primera intención oculta que se ve con más claridad de la Reforma es ésta ¿De qué trata?
Televisa y Telmex: los monopolios presidencialistas (Primera Parte)
Escrito por Jenaro Villamil e
La tarde del viernes 8 de marzo, unas
horas antes de la reunión del Consejo Rector del Pacto por México que
analizaba el último borrador de la reforma a las telecomunicaciones y a
la radiodifusión, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso,
realizó una sorpresiva visita a las instalaciones de UNOTV, el canal de
televisión por internet de Carlos Slim.
Videgaray estuvo acompañado por Carlos
Slim Domit, hijo del magnate y principal accionista de América Móvil,
el gigante de las telecomunicaciones que controla las dos principales
compañías de telefonía en México: Telmex y Telcel. El recorrido se hizo
para eliminar la tensión entre el gobierno federal y Slim.
La tensión
entre el gobierno de Enrique Peña Nieto y Carlos Slim se incrementó
cuando el accionista de Telmex abandonó días antes Los Pinos tras una
agria discusión con el primer mandatario.
Slim reclamó que el proyecto de reforma
constitucional para telecomunicaciones lo afectaba más a él que a Grupo
Televisa, de Emilio Azcárraga Jean, el pilar del otro monopolio en
televisión abierta y restringida en México, con quien sostiene una
guerra abierta desde 2011.
El borrador del texto de la reforma le
otorgaba facultades al nuevo órgano regulador para desagregar activos y
declarar la dominancia de más del 50 por ciento del mercado a las dos
principales subsidiarias de América Móvil. Además, mantenía el candado
para que el must carry y el must offer no se ofreciera a empresas con ese mismo porcentaje de dominio del mercado.
En otras palabras, argumentó Slim y sus
principales asesores, la reforma tenía una “clara dedicatoria” al
magnate de las telecomunicaciones, ya que no afectaba de igual forma a
su ex socio y actual competidor, Grupo Televisa, asociado desde el año
pasado con Grupo Iusacell, de TV Azteca.
El domingo 10 de marzo, Emilio
Azcárraga Jean hizo otra visita sorpresiva a Palacio Nacional. Los
testigos relatan que llegó con una carpeta de papeles. Se reunió
también con Videgaray, el auténtico artífice y redactor de buena parte
de las medidas de desconcentración económica de la reforma.
Como a Slim, el secretario de Hacienda
tuvo que convencer a Azcárraga Jean que la reforma no lo iba a afectar
tanto. Y era cierto. Los criterios para ordenar medidas para eliminar
barreras a la competencia y la libre concurrencia, así como para
“ordenar la desincorporación de activos”, establecidos en la reforma al
artículo 28 constitucional, privilegió criterios de servicios de
telecomunicaciones (tarifas, porcentaje de usuarios, interconexión,
etc) y no los propios de los servicios de radiodifusión (concentración
de concesiones, publicidad, audiencia y producción y distribución de
contenidos).
El “candado” regulador que afectaba más
a Grupo Televisa y a su socio TV Azteca es que ninguno de ellos podía
participar en ninguna nueva licitación de televisión abierta si tenían
más de 12 Mhz. Ambos poseen más de tres canales de televisión (cada uno
tiene 6 Mhz).
De última hora, Azcárraga Jean logró
frenar la posibilidad planteada en el Consejo Rector que también se
abriera al 100 por ciento la inversión extranjera en radio y
televisión. Argumentó que son mercados distintos. Y consiguió que se
mantuviera el límite de 49 por ciento de inversión foránea.
La incomodidad de los dos principales
monopolios en telecomunicaciones y en radiodifusión frente a la reforma
por venir fue frenada con promesas y acuerdos que aún no están del todo
claros.
La “bienvenida” de los Monopolios
Paradójicamente, la reforma que va a afectar a los monopolios fue “saludada” por Grupo Televisa y por América Móvil,
así como por otros agentes que pretenden competir en el mercado, como
Grupo MVS, que acabó enfrentado con el gobierno de Felipe Calderón por el “rescate” de la banda 2.5 Ghz.
Grupo Televisa, que posee el 70 por
ciento de las concesiones en televisión abierta, el 60 por ciento de
los suscriptores en la industria por cable, acapara más del 50 por
ciento del mercado publicitario nacional y de la producción y
distribución de contenidos, emitió un comunicado para anunciar que
continuará con sus inversiones.
“Grupo Televisa ha realizado
inversiones importantes y se ha preparado para competir ahora en un
campo más parejo, con nuevas reglas del juego, como las que contempla
la reforma que toma en consideración las asimetrías existentes en el
sector”, afirmó el comunicado del 11 de marzo.
Desde la mañana, a través de su cuenta de Twitter, Emilio Azcárraga Jean escribió:
“Ya se presentó la #ReformaTelecomunicaciones. Tiempo de grandes retos y también de oportunidades. Bienvenida la competencia”.
América Móvil mantuvo un extraño
silencio durante las primeras horas, posteriores al anuncio de la
reforma, realizada por el jefe del Ejecutivo en el Museo Tecnológico de
la Comisión Federal de Electricidad.
Finalmente, en un escueto comunicado de
una cuartilla América Móvil recibió “con beneplácito” la iniciativa de
reformas constitucionales y “celebra la apertura de una nueva etapa” en
el desarrollo del sector.
La empresa más poderosa en
telecomunicaciones, que controla el 70 por ciento del mercado de
telefonía móvil, el 80 por ciento e telefonía fija y el 71 por ciento
del internet alámbrico en México, afirmó que “da la bienvenida, como lo
ha reiterado en varias ocasiones, al incremento de la participación al
100 por ciento de la inversión extranjera en telecomunicaciones, factor
necesario para incrementar la demandante inversión, tanto local como
externa, que requiere el sector”.
A pesar del beneplácito de ambos
actores dominantes, el mercado bursátil opinó lo contrario: las
acciones de América Móvil disminuyeron 2.64 por ciento ese mismo día y
las de Televisa bajaron 1.36 por ciento.
Tres días después, la más afectada fue
América Móvil, al acumular una disminución de casi 13 por ciento,
mientras que sus acciones en el mercado bursátil de Estados Unidos
disminuyeron 11.4 por ciento.
Esta disminución representó una pérdida
de 9 mil 201. 43 millones de dólares para América Móvil, superiores a
los 7, 500 millones de dólares que obtuvo la compañía por concepto de
utilidades en 2012.
A su vez, Televisa tuvo un retroceso de
3.1 por ciento en el valor de sus acciones, que representaron pérdidas
por 678.5 millones de dólares, mientras los títulos de TV Azteca
disminuyeron 5.1 por ciento, es decir, una pérdida de 76.4 millones de
dólares.
Televisa y Telmex: los monopolios presidencialistas (Segunda Parte)
Escrito por Jenaro Villamil
A Imagen y Semejanza Presidencialista
La
historia de los dos grandes monopolios de radiodifusión y
telecomunicaciones en México indica que su crecimiento, expansión y
privilegios sólo fueron posibles a través de decisiones
presidencialistas. Y lejos de afectar o aminorar su poder, cada reforma
las ha fortalecido.
En especial, la historia de Grupo
Televisa va de la mano con el monopolio del poder político y del
control de la opinión pública en la era dorada del PRI. La primera
concesión televisiva se dio a cuatro años de la fundación del
Revolucionario Institucional, al inicio del sexenio de Miguel Alemán,
el “cachorro” de la revolución.
En el
alemanismo se otorgaron las tres primeras grandes concesiones de
televisión pública que posteriormente se fusionaron en Telesistema
Mexicano, dirigido por Emilio Azcárraga Vidaurreta, El León, cabeza de la dinastía que ha dominado este mercado.
En 1950 se le otorgó a Rómulo O’Farrill
la concesión de XHTV, Canal 4, en 1951 a Azcárraga Vidaurreta la de XEW
TV, Canal 2, y en 1952 al ingeniero Guillermo Camarena, creador de la
televisión a color y considerado una especie de prestanombres del
alemanismo, la concesión de XHGC Canal 5. Cinco años después, las tres
señales se fusionaron para crear Telesistema Mexicano.
En 1973, tras el fallecimiento de Emilio Azcárraga Vidaurreta, su hijo Emilio Azcárraga Milmo, El Tigre, se
quedó al frente de Telesistema. Tras un primer enfrentamiento con el
presidente Luis Echeverría Alvarez, quien amenazó incluso con expropiar
las concesiones, la empresa de Azcárraga Milmo quedó más fortalecida.
Absorbió la concesión de XHTMTV Canal 8 y se creó Televisión vía
Satélite (Televisa), el inicio del verdadero imperio televisivo de los
Azcárraga.
El Tigre logró durante la década
de los ochenta la expansión y consolidación de Grupo Televisa. Se
convirtió no sólo en el auténtico “quinto poder” sino en el vocero del
sistema. “Soy un soldado del PRI”, se justificó Azcárraga Milmo cuando
se le criticó en 1986 su cobertura sesgada a favor del fraude electoral
en Chihuahua.
El mejor sexenio para Azcárraga Milmo
fue con Carlos Salinas de Gortari, el mismo presidente que ofreció
crear una competencia al poder de Televisa, cuando ordenó la licitación
de las señales del Instituto Mexicano de Televisión (Imevisión). En
1993 Imevisión fue vendida al empresario de electrodomésticos Ricardo
Salinas Pliego. La operación fue criticada y luego se confirmó que hubo
inversión del “hermano incómodo” del presidente, Raúl Salinas de
Gortari.
Salinas también decidió licitar en 1990
las acciones de Teléfonos de México para dárselas a Carlos Slim, un
hábil inversionista financiero, beneficiado con la burbuja bursátil de
1986-1987. Asociado con South Western Bell, France Telecom y
empresarios mexicanos, Slim ganó la licitación para adquirir el 10.4
por ciento del capital social de la empresa que pronto se convirtió en
una auténtica “mina de oro”.
Telmex fue durante décadas la única
empresa con cobertura nacional en materia de telefonía. En septiembre
de 2000, Telmex realizó la escisión de sus negocios de celulares y creó
la empresa América Móvil, controladora de Radiomóvil Dipsa, de Telcel.
A partir del dominio de la telefonía
fija, sin ningún órgano regulador que realmente pusiera contrapeso a su
crecimiento y a sus tarifas, la expansión de la telefonía celular de
Slim fue exponencial. En 1992 tenía sólo 146 mil usuarios y diez años
después, en 2002, los clientes de Telcel llegaron a 17 millones y para
2012 sumaron 65 millones.
Paradójicamente, un “candado” para
evitar que Emilio Azcárraga Milmo adquiriera Telmex, se convirtió en el
origen del conflicto entre la compañía telefónica y la televisiva
durante los últimos seis años. En el apartado 1.9 del título de
concesión de Telmex se le prohíbe a esta empresa dar servicios de
televisión restringida. Y, hasta ahora, no se ha podido cambiar este
candado.
En 1997 falleció El Tigre y el presidente Ernesto Zedillo operó para que al frente de Grupo Televisa quedara Emilio Azcárraga Jean, El Tigrillo. El
gobierno federal apoyó para evitar la insolvencia financiera de Grupo
Televisa, le condonó deudas fiscales y permitió que el heredero de El Tigre pasara de tener el 10 al 50.1 por ciento del control accionario de la compañía.
Con la intención de regular el poder
dominante de Slim, el gobierno de Ernesto Zedillo decretó una nueva Ley
Federal de Telecomunicaciones y creó al Comisión Federal de
Telecomunicaciones (Cofetel), el órgano regulador que nació débil y sin
capacidad para frenar los millonarios intereses del sector.
La dorada época panista de los monopolios
Los doce años de la alternancia del PAN
en la presidencia de la República no afectaron en lo más mínimo a los
dos grandes consorcios. Por el contrario, Slim se volvió el hombre más
rico del mundo durante este periodo, y Azcárraga Jean dejó de ser un
“soldado del PRI” para proclamar desde 2004 que “la democracia es un
buen negocio” y Televisa se benefició ampliamente al convertir la
competencia partidista en un mercado de control de los contenidos.
La promesa de una reforma integral a la
Ley Federal de Radio y Televisión, discutida en el seno de la
Secretaría de Gobernación entre 2001 y 2002, abortó con el famoso decretazo de octubre de 2002. El gobierno de Vicente Fox y de Marta Sahagún cedieron por completo a las presiones y demandas de Televisa.
En diciembre del mismo año, TV Azteca se apropió a la fuerza de la señal de Canal 40, en el episodio conocido como El Chiquihuitazo.
La reacción de Vicente Fox ante el uso ilegal de grupos armados propios
para quedarse con esta concesión de televisión metropolitana no pudo
ser más reveladora de la debilidad o la complicidad presidencial.
“¿Y yo por qué?”, respondió Fox cuando
le preguntaron por qué su gobierno no intervino en el aparatoso
operativo de la gente de Ricardo Salinas Pliego.
En 2004, el gobierno de Fox les
prorrogó hasta el 2021 sus concesiones a Televisa y a TV Azteca, en
2005 le entregó 130 permisos a Televisa para entrar al negocio de los
centros de apuestas y en 2006 avaló la contrarreforma conocida como Ley Televisa, aprobada en menos de 15 minutos y sin discusión previa en la Cámara de Diputados.
El gobierno de Felipe Calderón decidió
beneficiar abiertamente a Grupo Televisa y a su socio TV Azteca, a
cambio de que ambos consorcios lo apoyaran en su cruzada contra el
narcotráfico y no revivieran la crisis de legitimidad con la que
ingresó al poder en el 2006.
A cambio, propició una ruptura entre
las televisoras y el consorcio de Carlos Slim. Detuvo durante un
sexenio el ingreso de Telmex al mercado del triple play, mientras
que Televisa se convirtió en este periodo en el agente dominante
también en el mercado de televisión restringida: adquirió Cablemás,
TVI, fortaleció Cablevisión y Sky hasta llegar el dominio de más del 50
por ciento de este mercado.
Calderón culminó su sexenio aprobando
dos medidas polémicas: la fusión de Televisa y Iusacell, compañía de
Ricardo Salinas Pliego, con lo que el duopolio televisivo se
convertiría en un solo bloque, y “rescatar” los 190 Mhz de la banda 2.5
Ghz. que controlaba, en su mayoría, el Grupo MVS, de Joaquín Vargas, en
medio de un escándalo público sobre presiones gubernamentales.
Entre 2000 y 2010 el crecimiento del
sector de telecomunicaciones estuvo por arriba de los dos dígitos.
Mientras el PIB creció a una tasa menor a los 6 puntos porcentuales, el
sector incrementó 24.4 por ciento en 2000, 15.8 por ciento en 2006 y,
en plena crisis económica global (2008-2009), tuvo un índice de 22.5
por ciento y 12.2 por ciento de incremento, según los datos de la
Comisión Federal de Telecomunicaciones.
No mejoró el servicio ni las tarifas
disminuyeron y el país se rezagó en acceso a internet y banda ancha,
pero tanto Grupo Televisa como Telmex se beneficiaron de esta bonanza y
de la ausencia de regulación efectiva.
El peor periodo de crecimiento en este
sector se registró justo entre 2011-2012, cuando las inversiones
cayeron a sólo 1,800 y 1,459 millones de dólares en telefonía móvil, en
comparación con los 2,835.5 millones de dólares de 2010.
Estos dos años coinciden con la
“guerra” abierta de las telecomunicaciones emprendidas entre
Televisa-TV Azteca, por un lado, y Telmex-Telcel, por el otro, cada uno
con sus respectivos aliados. Ambos se acusaron de monopolios y de
acaparar sus respectivos mercados.
El gobierno de Peña Nieto inició con la
promesa de regular los monopolios, acabar con los “poderes fácticos” y
alentar la competencia. La sombra de un presidencialismo que acabó por
beneficiarlos, en lugar de reglamentarlos, está presente de nuevo.
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