El plan económico de Enrique Peña Nieto comienza a delinearse y parece estar fundamentado en cuatro pilares: control del gasto, fomento de la inversión extranjera y nacional, acuerdos comerciales y reformas estructurales. Conoce quiénes están detrás de la nueva estrategia
"No esperemos una iniciativa aislada de reforma en los límites de inversión
extranjera, sino que cada reforma irá acompañando en su momento la
propuesta de regulación sectorial"
El modelo Peñanomics llegó para quedarse.
Las acciones tomadas durante los primeros seis meses del gobierno de
Enrique Peña Nieto marcan una clara tendencia de lo que será el plan
económico de los siguientes años.
Al igual que el Abenomics en Japón y el Likonomics en China, México
espera estimular el crecimiento económico a través de su propio
programa.
El plan se fundamenta en cuatro pilares estratégicos que tienen el
nombre y apellido de personas cercanas al presidente Peña Nieto, y que
esperan fomentar el crecimiento económico: Luis Videgaray, secretario
de Hacienda, Ildefonso Guajardo, Secretario de Economía, Emilio Lozoya
Austin, secretario de Energía y Claudio X. González Laporte,
representando al sector empresarial nacional.
En estos cuatro pilares el gobierno federal ha establecido un
programa de mayor control en el gasto público. La medida ha generado
acusaciones de que se está impidiendo el desarrollo económico por no
emplear la totalidad del presupuesto.
Sobre el tema, Peña Nieto afirmó recientemente que se ha gastado la
totalidad del presupuesto asignado conforme al calendario establecido
para el primer semestre del año, por lo que solo nos encontramos ante
un mayor control presupuestario.
A pesar de lo anterior, diversos especialistas opinan que el gasto
gubernamental no ha sido suficiente y se encuentra por debajo del
presupuesto.
Lo anterior se debe a la relación que hay entre el gasto y el crecimiento económico y la generación de empleos.
Entre los planes de gasto publicados por Peña Nieto, el gobierno
federal tiene previsto realizar una inversión de 4 billones de pesos
durante el presente sexenio, cifra similar a los 3.9 billones que
reportó Felipe Calderón en su último informe de gobierno.
Otro de los pilares del Peñanomics es la atracción de la Inversión Extranjera Directa (IED).
En las últimas declaraciones del presidente se anunció que este año
se romperá el récord de IED en México, esperando más de 35 mil millones
de dólares de inversión al final del año.
La expectativa de IED esperado para el cierre del año toma en cuenta
la compra del Grupo Modelo por la empresa belga Ab-Inbev, que ha sido
valuada alrededor de 20 mil 100 millones de dólares.
La cifra contrasta con el total de IED atraída por México durante el
2012 que fue tan sólo de 12 mil 700 millones de dólares, dato que
ocasionó la salida del país de la lista de las 20 economías que más
inversión extranjera reciben.
El tercer pilar lo conforman los acuerdos comerciales, entre los que
destaca el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en
inglés) que ayudaría a potenciar las exportaciones anuales de México
para que alcancen un valor de hasta 800 mil millones de dólares, según
un análisis realizado por la Cámara de Senadores este año.
De acuerdo a datos de CNN Expansión, el TPP incluye 11 países que
constituyen el 10 por ciento de la población mundial, el 19 por ciento
de las exportaciones y el 22 por ciento de las importaciones globales.
Además, si Japón se llega a integrar al acuerdo, los países
involucrados representarían en conjunto el 40 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB) mundial, el 27 por ciento de las importaciones y el
24 por ciento de las exportaciones mundiales.
El último y más importante aspecto del Peñanomics se encuentra en las reformas estructurales.
Uno de los proyectos más importantes es la reforma fiscal, la
energética y la de seguridad social, así como las reformas que ya
fueron aprobadas como la laboral y la de telecomunicaciones.
De acuerdo con datos proporcionados por el INEGI y Banorte-Ixe, la
aprobación de las reformas estructurales puede tener un impacto directo
en el crecimiento del PIB hasta en un 2.5 por ciento anual.
Lo anterior significa que con la aprobación de las reformas, el PIB
podría crecer al 5.5 por ciento anual para el año 2015, en comparación
con el 3.5 por ciento que se espera en el caso de que no se den las
reformas.
Las reformas estructurales son consideradas como requisito
fundamental para conseguir los objetivos de crecimiento del sexenio,
además de que van de la mano con el resto de los elementos del
Peñanomics.
Las mentes
detrás del plan
Implementando reformas, nuevas leyes y reglamentos para
aumentar la productividad del país, el equipo del presidente trabaja en
conjunto sobre el objetivo de propiciar mayor desarrollo empresarial y
detonar el crecimiento.
Luis Videgaray
La reforma
Los cuatro pilares del Peñanomics descansan sobre los hombros de
cuatro personajes clave, tanto parte del gobierno de Peña Nieto como de
la iniciativa privada, iniciamos con el responsable de la reforma
fiscal.
El titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Luis
Videgaray, está encargado de manejar los ingresos de la federación, así
como el gasto público.
Entre los proyectos principales de Videgaray se encuentra la
aprobación de una reforma fiscal que se espera genere mayores ingresos
para el gobierno.
Las declaraciones oficiales afirman que la reforma tiene como
principal objetivo un sistema hacendario más justo donde la carga de
los impuestos se distribuya equitativamente entre todos los
contribuyentes.
A pesar de que los datos concretos no han sido publicados, se espera
que se trate el problema de la economía informal que no paga impuestos
y los regímenes fiscales que permiten una gran variedad de exenciones.
Al mismo tiempo se contempla la generalización del Impuesto al Valor
Agregado (IVA) en alimentos y medicinas, algo que ha causado polémica,
junto con la revisión al Impuesto Empresarial de Tasa Única (IETU).
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