Las experiencias e intervenciones políticas realizadas por
la Marcha Mundial de las Mujeres fue lo presentado en la cuarta jornada
del 9ª Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres,
donde uno de los temas abordados fue la violencia contra la mujer y las
estrategias feministas, en las voces de representantes del movimiento
campesino y de organizaciones de la sociedad civil.
Violencia en el campo
Kelli Mafort, representante del Movimiento de Trabajadores
Sin Tierra en Brasil, compartió las reflexiones que las mujeres del
campo realizan en torno al tema de la violencia, la que se expresa en
su vida privada como en su ámbito público.
El modelo capitalista, que impone la apropiación y
explotación de los recursos naturales, genera efectos directos en la
vida de las mujeres que se expresa principalmente en sus cuerpos a
través de amenazas y daños a la salud de ellas y de sus hijos/as.
“La violencia de los agronegocios afecta a las mujeres.
Compañeras de Vía Campesina han sido amenazadas de muerte sobre todo
en la región amazónica, por ser mujeres que se organizan y luchan
contra las corporaciones agrícolas”, señaló Kelli.
Sin embargo, la violencia doméstica también está presente
en el campo. Por eso la Vía Campesina desde el año 2008 realiza la
campaña “Basta de violencia contra las mujeres” la que significa un
importante paso para combatir la violencia en los sectores rurales. “Es
necesario combatir las formas de violencia doméstica, sexual,
económica, institucional, así como es importante que las mujeres
construyan espacios de diálogo y fortaleza entre ellas” señaló la
representa del MST.
Denunciar e identificar a los agresores es otro de los
pasos importantes que las mujeres deben realizar en el ámbito de la
violencia doméstica, sobre todo en un país como Brasil, en donde 4 de
cada 10 mujeres es víctimas de agresiones. Así lo señaló Alessandra
Lunas, Coordinadora de la Oficina de la Mujeres de la Confederación
Nacional de Trabajadores de la Agricultura, CONTAG, quien explicó que
“la violencia siempre ha existido pero hoy se puede denunciar, y ese es
un desafío para que las mujeres tengan conciencia y puedan cuando son
víctimas de violencia”.
Uno de los factores que permiten dar herramientas a las
mujeres es el desarrollo de autonomía económica, un factor clave para
superar situaciones de violencia sobre todo cuando más del 50% de
población en situación de pobreza en Brasil se ubica en el campo. Así,
lo indicó la representante de CONTAG quien explicó que “el desarrollo
de políticas públicas para la autonomía económica de las mujeres
también es una forma de enfrentar la violencia y así como crear
espacios de trabajo junto como dimensionar la violencia en sus diversas
expresiones”.
Prácticas culturales violentas
Muchas niñas de temprana edad en Mozambique son obligadas
a casarse forzadas tempranamente ya que se considera que con la primera
menstruación ya son adultas. Así lo explicó Dalila de “Horizonte Azul”
de Mozambique, organización que trabaja por los derechos de los/as
niños/as vulnerables.
“Existen prácticas en el sur de Mozambique en donde la
familia del novio paga un dote a la familia de la novia, y así la
esposa tiene que hacer todo lo que el marido diga y por esta situación
muchas mujeres terminan viviendo situaciones de violencia doméstica”,
señaló Dalila, quien sostiene que muchas veces niñas de entre 10 y 12
años son víctimas de este tipo de casamientos forzados.
Otras práctica de este tipo que denuncia Dalila son los
ritos de iniciación en donde niños y niñas son llevados por un mes a un
lugar apartado en donde se les ensaña lo que es ser hombres y mujeres,
“prácticas de violencia que son legitimadas por la sociedad de
Mozambique”.
Organización y activismo
Las causas de la violencia se explica por la unión del
capitalismo y el patriarcado, ambos sistemas de dominación que
reproduce pautas simbólicas de opresión para las mujeres. Así lo
explicó, Sonia Coelho de la organización SOF de Brasil, quien destacó
que la Marcha Mundial de las Mujeres desde sus inicios ha debatido en
torno a los orígenes de la violencia.
“La violencia es un producto de este modelo de
subordinación en donde las mujeres pasan a ser propiedad de los
hombres”, señaló Sonia, quien también indicó que las causas de la
violencia están asociadas a la falta de autonomía económica en las
mujeres, así como la banalización de la sexualidad y la
mercantilización de los cuerpos.
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