La memoria y la trayectoria de años de lucha de la Marcha
Mundial de las Mujeres (MMM), sus abordajes y la experiencia de las
militantes jóvenes fueron temas que presentaron representantes del
Comité Internacional de la MMM en la segunda jornada del 9º Encuentro
Internacional de la Marcha que se está realizando en la ciudad de Sao
Paulo.
Recuperar la historia de la Marcha y compartirla con las
más de 15000 participantes del encuentro, fue lo que realizó Emilia
Castro (Quebec), al relatar los inicios de la constitución del
movimiento feminista. Tal como explicó, el 26 de mayo de 1995, cerca de
800 mujeres marcharon hasta la capital de Quebec, reclamando cambios
para económicos. Con nueve reivindicaciones claves, las mujeres
marcharon por diez días junto al apoyo de la población y el día 4 de
julio 1500 personas las esperaban en la capital. Posteriormente la
delegación viajó a Beijing y luego de esa experiencia nació la idea de
hacer una Marcha Mundial de las Mujeres.
“Queríamos que las mujeres de todo el mundo marcharan
denunciando las políticas del FMI, para oponerse a la pobreza de las
mujeres, ya que si todas se unía todo era posible”, explica Emilia.
Así, el año 2000 se organizó la Marcha, para denunciar el modelo basado
en la dominación del sistema único, el capitalismo neoliberal y el
patriarcado que se alimentan mutuamente.
Esta convergencia de mujeres del mundo llevó a que se
plasmaran cinco valores fundamentales para el movimiento en la Carta
Mundial de las Mujeres para la Humanidad, la que se construyó
colectivamente, denunciando los efectos del neoliberalismo en la vida
de las mujeres. “La Marcha es un movimiento de acciones feministas que
lucha contra las discriminaciones hacia las mujeres, en donde la
solidaridad internacional es una estrategia indispensable. Hemos
construido colectivamente como el intercambio que creó la Carta
Mundial. Hemos aprendido a pesar de las divergencias y eso es lo hace
nuestra fuerza y credibilidad”, señala Emilia.
Mujeres por la desmilitarización
La fuerza de la Marcha moviliza a mujeres de diversas
partes del mundo contra un sistema que es capitalista, donde una de sus
estrategias de control de territorios en América Latina, Asia y África,
es la militarizaciones, algo que las mujeres de la Marcha han
denunciado constantemente. Nana Aicha Cissé de Mali, explicó que desde
este movimiento existe “una necesidad hablar de paz y desarrollar una
cultura de la paz más allá del fin de la guerra. Hablar de la paz es
una necesidad pero es mucho mayor hablar de desmilitarización”.
En las guerras de baja intensidad son miles de mujeres y
niñas las que son usadas como botín de guerra y víctimas de abusos
sexuales. Así, la MMM ha puesto como eje central el tema de la paz y la
desmilitarización comprometidas con el conflicto de los 7 Lagos en
África. “Nuestro deseo de salir de esto nos ha llevado a vincular el
patriarcado y el capitalismo como mantenedores de situaciones de
opresión”, señala.
La Tercera Acción Internacional de la Marcha realizada el
año 2010 en la República Democrática del Congo, convirtió a la MMM en
un movimiento reconocido en la lucha contra la violencia. Y en este
proceso Nana Aicha, destaca: “Las mujeres no deben ser excluidas de los
procesos de negociación. En nuestra África tradicional y en el seno de
las comunidad las mujeres siempre estuvieron hay para fortalecer los
lazos de solidaridad entre las familias y los pueblos. Es ese rol
tradicional el que hay que revitalizar”.
Las comunicaciones y el arte feminista
En este proceso de recuperación de la trayectoria de La
Marcha, otro de los elementos claves en el fortalecimiento del
movimiento es la comunicación y el arte. “La información son nuestras
ideas, pensamiento, hechos textos, música, y video, es la forma que
tenemos para romper nuestro silencio, hacer oír nuestra voz.
Comunicación es compartir nuestras ideas y pensamiento y compartirlo
con el resto del mundo. Este movimiento se construye a partir de
nuestra comunicación”, señala Judite Fernández de Portugal.
Poner en circulación las ideas, estrategias y propuestas
políticas que la Macha desarrolla es un factor clave para visibilizar
el quehacer movimentista de las mujeres y en esta labor las nuevas
tecnologías de la información son un aporte las que son pensadas en la
multiplicidad de mujeres que participan de la MMM. “Cuando hablamos de
tecnología hay que tener presente que no todas tienen acceso a internet
y es importante que seamos capaces de crear nuestras propias
tecnologías. África tiene un 7% de acceso internet. El código libre es
una posibilidad porque nuestro pensamiento tiene que llegar a todos los
sitios”, señala Judite.
Otra de los desafíos que Judite instaló ante las
participantes del encuentro es reflexionar “sobre cómo producimos y
vivimos el arte, el que tienen una capacidad de intervención política
muy grande. Hay que desarrollar como Marcha una estética propia, todas
hacemos arte y éste no puede ser algo elitista”, señaló.
Las jóvenes en Europa
Otras de las trayectorias importantes que la Marcha ha
tenido en los últimos años es la incorporación de jóvenes militantes en
Europa, quienes en un contexto de crisis y transformaciones ideológicas
resisten frente al modelo neoliberal, que hoy está en una fuerte
estrategia de privatización de los bienes comunes y destrucción de los
servicios públicos. “Nuestra experiencia concreta es que nos vemos
obligadas a prácticas nuevas como por ejemplo no podemos acceder a la
vivienda entonces nos inventamos una vida en común y la vida
comunitaria toma una nueva forma”, explica Clara Carbunar, de la MMM en
Francia.
En este contexto, la necesidad de articularse y
desarrollar estrategias políticas ha llevado que las jóvenes militantes
de la Marcha en Europa realicen anualmente desde hace tres años el
Campamento Feminista, experiencia de construcción política colectiva.
“Tenemos que fortalecer nuestra dinámica continental y en el Campamento
queríamos tiempo para conocernos y vivir de forma ecológica, vivir una
experiencia solamente entre mujeres, bajo la autogestión con una
puesta en común de las tareas y responsabilidades. En estos años hemos
reunido a mujeres de 20 países”, explica Clara, quien señala que para
muchas de las jóvenes su vida cambió después de participar en el
campamento.
El Balance político
La diversidad de la Marcha, sus alianzas estratégicas y
las relaciones con la institucionalidad, fueron los temas que abordó
Miriam Nobre, Coordinadora del Secretariado Internacional de la MMM.
La diversidad generacional y cultural de la cual se nutre
la MMM es un elemento principal de la identidad política del movimiento
que está continuamente en construcción. En este complejo panorama
Miriam explicó que “reconocemos las contradicciones y tratamos de
superarlas y en ese proceso nos reforzamos con la autocrítica amorosa y
no la disputa”, señaló. Y esa coherencia en la práctica es importante-
ya que lo práctico es político- por lo que al interior de la MMM se
trabaja en base al consenso.
La MMM como movimiento internacional ha desarrollado una
política de alianzas con movimientos antiglobalización, creando una
coordinación con movimientos sociales como Vía Campesina y Amigos de la
Tierra, en un proceso de construcción de agendas políticas comunes. Y
en ese sentido la construcción de nuevas formas de alianzas con el
movimiento feministas es un desafío permanente.
“Lo que estamos construyendo en este último periodos como
movimientos sociales es muy fuerte porque hemos conseguido colocar que
lo que ha organizado nuestra vida es el mercado mucho más que las
instituciones. A la vez que cuestionamos el Estado cuestionamos el
mercado, buscando otras formas de convivencia colectica para fortalecer
nuestro movimiento de modo de seguir en marcha hasta que todas seamos
libres”, concluyó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario