El
riesgo de una fractura en el PAN después de la elección interna del
domingo es tan real, que dentro y fuera del panismo ya hay quienes
hacen cálculos y escenarios de cómo impactaría una escisión mayor en el
partido de la derecha en temas como la discusión de las leyes
reglamentarias de las reformas pendientes y la composición de fuerzas
en el Congreso. Un eventual rompimiento entre los calderonistas y el
maderismo que se disputan este domingo la dirigencia nacional
fracturaría no sólo a la militancia blanquiazul, sino a las fracciones
parlamentarias de ese partido y ocasionaría un reacomodo de fuerzas en
los votos legislativos.
La tensión que se ha generado en las cúpulas blanquiazules, producto de campañas de desgaste, acusaciones entre los contendientes y la descalificación anticipada del proceso por parte de la fórmula que encabeza Ernesto Cordero, hacen pensar que un triunfo de Gustavo Madero, como el que anticipan algunas de las últimas encuestas, no será aceptado por su contrincante y abren una ruta de conflicto que sería el colofón de varios meses de enfrentamiento y división entre los dos grupos en disputa.
Pero en esta confrontación los enconados panistas no han estado solos. Fuerzas externas se han encargado también de atizar el pleito internos entre el maderismo y el calderonismo y han aprovechado la división que vive el PAN para filtrar, deslizar e impulsar expedientes con denuncias, lo mismo subrepticias que averiguaciones judiciales que tocan directamente a figuras y gobiernos de Acción Nacional. Varios de esos “expedientes negros” del panismo, que comenzaron como filtraciones, salieron desde oficinas del gobierno federal y han contribuido a enardecer la pugna entre los panistas hasta pintar un escenario de ruptura.
No fue casual que en los últimos meses estallaran escándalos mediáticos y de corrupción que apuntan, todos, a los gobiernos del PAN tanto de Felipe Calderón como de Vicente Fox.
Si la investigación a la empresa Oceanografía y toda su estela de corrupción e irregularidades marcaron el inicio de la disputa por la dirigencia panista, ya en plena contienda entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero, desde la Secretaría de Gobernación se ordenó investigar al llamado Zar de los Casinos, Jesús Rojas Cardona, personaje ligado al financiamiento de campañas del panismo y que no sólo toca a las cúpulas nacionales y a personajes como el mismo Madero, sino que también golpea a prospectos locales de Acción Nacional como Margarita Arellanes, la alcaldesa de Monterrey, que se ve como segura candidata del PAN al gobierno de Nuevo León.
¿Por qué año y medio después de que se conocieron las irregularidades en los permisos de casinos otorgados a Rojas Cardona, Gobernación decidió actuar y solicitar una investigación formal justo cuando el PAN se encontraba en medio de su tensa disputa por la dirigencia? No es difícil suponer la respuesta, como tampoco lo es saber por qué de pronto se revivieron asuntos como los contratos millonarios de José Susumo Azano, el contratista favorito en temas de Defensa del calderonismo y los vínculos de este empresario acusado en Estados Unidos con Ernesto Cordero y con asesores como Ravi Singh.
Es decir que desde el gobierno de Peña Nieto han aprovechado muy bien la coyuntura para, a veces de manera abierta y a veces sin dejar huella, disparar contra la imagen de un partido opositor como es el PAN, con el que si bien han dialogado y hecho acuerdos para sacar las reformas del Pacto por México, tampoco les interesa ni les conviene un panismo totalmente unido y mucho menos fortalecido de cara a lo que viene el próximo año: la renovación de la Cámara de Diputados.
Con las actuales tendencias electorales y las encuestas internas que tienen el PRI y Los Pinos, está claro que uno de los beneficiarios de un voto de castigo para el priismo en los próximos comicios intermedios sería el PAN, que crecería a partir de la caída del voto priista que al día de hoy estiman las encuestas. ¿Para qué entonces esperar hasta 2015 si, absortos como están en su encarnizada lucha interna, los panistas se han encargado de debilitarse ellos mismos? Aprovechar esa debilidad de Acción Nacional, con la apertura de expedientes negros del panismo, es algo que han hecho muy bien desde las áreas políticas del gobierno federal.
Al final va quedando claro quiénes pueden ganar si el PAN sigue en la ruta de fractura en la que ha venido caminando en los últimos meses y que puede hacer crisis tras las votaciones internas de este domingo. ¿Para qué negociar con un partido opositor grande pero dividido si se puede negociar mejor con dos partidos medianos que, de paso, ayudarían a atomizar el voto de castigo en las parlamentarias de 2015? ¿No es ese un escenario ideal para el PRI de Enrique Peña Nieto?
NOTAS INDISCRETAS… Lorenzo Zambrano se fue repentinamente y se fue también enojado con el gobierno y con la clase política mexicana. El empresario regiomontano que llevó a México a convertirse en potencia cementera mundial, nunca estuvo de acuerdo con el contenido de la Ley de Competencia Económica aprobada recientemente en el Congreso porque, decía, “para amarrar a dos monopólicos -Slim y Azcárraga- nos perjudican a todos”… Los dados mandan Escalera. Bien va la semana.
La tensión que se ha generado en las cúpulas blanquiazules, producto de campañas de desgaste, acusaciones entre los contendientes y la descalificación anticipada del proceso por parte de la fórmula que encabeza Ernesto Cordero, hacen pensar que un triunfo de Gustavo Madero, como el que anticipan algunas de las últimas encuestas, no será aceptado por su contrincante y abren una ruta de conflicto que sería el colofón de varios meses de enfrentamiento y división entre los dos grupos en disputa.
Pero en esta confrontación los enconados panistas no han estado solos. Fuerzas externas se han encargado también de atizar el pleito internos entre el maderismo y el calderonismo y han aprovechado la división que vive el PAN para filtrar, deslizar e impulsar expedientes con denuncias, lo mismo subrepticias que averiguaciones judiciales que tocan directamente a figuras y gobiernos de Acción Nacional. Varios de esos “expedientes negros” del panismo, que comenzaron como filtraciones, salieron desde oficinas del gobierno federal y han contribuido a enardecer la pugna entre los panistas hasta pintar un escenario de ruptura.
No fue casual que en los últimos meses estallaran escándalos mediáticos y de corrupción que apuntan, todos, a los gobiernos del PAN tanto de Felipe Calderón como de Vicente Fox.
Si la investigación a la empresa Oceanografía y toda su estela de corrupción e irregularidades marcaron el inicio de la disputa por la dirigencia panista, ya en plena contienda entre Gustavo Madero y Ernesto Cordero, desde la Secretaría de Gobernación se ordenó investigar al llamado Zar de los Casinos, Jesús Rojas Cardona, personaje ligado al financiamiento de campañas del panismo y que no sólo toca a las cúpulas nacionales y a personajes como el mismo Madero, sino que también golpea a prospectos locales de Acción Nacional como Margarita Arellanes, la alcaldesa de Monterrey, que se ve como segura candidata del PAN al gobierno de Nuevo León.
¿Por qué año y medio después de que se conocieron las irregularidades en los permisos de casinos otorgados a Rojas Cardona, Gobernación decidió actuar y solicitar una investigación formal justo cuando el PAN se encontraba en medio de su tensa disputa por la dirigencia? No es difícil suponer la respuesta, como tampoco lo es saber por qué de pronto se revivieron asuntos como los contratos millonarios de José Susumo Azano, el contratista favorito en temas de Defensa del calderonismo y los vínculos de este empresario acusado en Estados Unidos con Ernesto Cordero y con asesores como Ravi Singh.
Es decir que desde el gobierno de Peña Nieto han aprovechado muy bien la coyuntura para, a veces de manera abierta y a veces sin dejar huella, disparar contra la imagen de un partido opositor como es el PAN, con el que si bien han dialogado y hecho acuerdos para sacar las reformas del Pacto por México, tampoco les interesa ni les conviene un panismo totalmente unido y mucho menos fortalecido de cara a lo que viene el próximo año: la renovación de la Cámara de Diputados.
Con las actuales tendencias electorales y las encuestas internas que tienen el PRI y Los Pinos, está claro que uno de los beneficiarios de un voto de castigo para el priismo en los próximos comicios intermedios sería el PAN, que crecería a partir de la caída del voto priista que al día de hoy estiman las encuestas. ¿Para qué entonces esperar hasta 2015 si, absortos como están en su encarnizada lucha interna, los panistas se han encargado de debilitarse ellos mismos? Aprovechar esa debilidad de Acción Nacional, con la apertura de expedientes negros del panismo, es algo que han hecho muy bien desde las áreas políticas del gobierno federal.
Al final va quedando claro quiénes pueden ganar si el PAN sigue en la ruta de fractura en la que ha venido caminando en los últimos meses y que puede hacer crisis tras las votaciones internas de este domingo. ¿Para qué negociar con un partido opositor grande pero dividido si se puede negociar mejor con dos partidos medianos que, de paso, ayudarían a atomizar el voto de castigo en las parlamentarias de 2015? ¿No es ese un escenario ideal para el PRI de Enrique Peña Nieto?
NOTAS INDISCRETAS… Lorenzo Zambrano se fue repentinamente y se fue también enojado con el gobierno y con la clase política mexicana. El empresario regiomontano que llevó a México a convertirse en potencia cementera mundial, nunca estuvo de acuerdo con el contenido de la Ley de Competencia Económica aprobada recientemente en el Congreso porque, decía, “para amarrar a dos monopólicos -Slim y Azcárraga- nos perjudican a todos”… Los dados mandan Escalera. Bien va la semana.
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