Por: Redacción Revolución
(11 de septiembre, 2015. Revolución TRESPUNTOCERO).- En los últimos
años distintas versiones sobre la existencia del tráfico de órganos en
el país se han ido multiplicando, siendo el 2014 un momento clave en
que después de un sinnúmero de denuncias, declaraciones y
documentación, dieron pie a presionar a las autoridades para al menos
tomar en cuenta lo referente a la posible problemática en ese momento y
aunque en algunos puntos de la República se aceptó y explicó el modus
operandi de la problemática, el tema al parecer quedó en pausa.
“No es fácil arriesgarse a realizar declaraciones sobre temas
calificados como ‘poco creíbles’, que esto último no significa que no
sean reales, sino que al no tener un conocimiento basado en
investigaciones que van más allá de lo que tengo ‘a la mano’, todo es
cuestionable, México es el caso, por años el tráfico de órganos ha sido
un mito, una leyenda urbana, lo que no pasa porque parece hasta
‘fantasioso’, cuando el país sería uno de los varios casos que mantiene
un modus operandi similar a los ya conocidos en Honduras, Costa
Rica, parte de Medio y Próximo Oriente y Asia”, comenta la criminóloga
e investigadora social, Eydis Soley, especialista en investigación y
documentación de venta y tráfico de órganos humanos, colaboradora del
proyecto Trata de personas de personas con fines de extracción ilegal de órganos.
Soley retoma tan sólo uno de los miles de casos que acontecen a
nivel mundial, mencionando que desde julio de 2003, en Mozambique, se
encontraron suficientes pruebas para asegurar que el tráfico de drogas
ya no era un hecho aislado y fue el Parlamento Europeo quien lo tomó
como “una situación de emergencia”, así da cuenta que los niños de la
calle eran vendidos y asesinados con el propósito de utilizar sus
órganos para el comercio ilegal de órganos para trasplantes.
Lo anterior fue sacado a la luz por misioneras de la diócesis de
Nampula, quienes denunciaron la problemática con las autoridades
locales, mismas que cuestionaron las versiones, lo cual se tomó con
mayor seriedad al comenzar a desaparecer niños después de clases.
Documentos, videos y fotografías que lograron ser reunidos corroboraron
que los cuerpos eran mutilados, se evidenció los órganos extirpados,
mientras que algunos cuerpos, hasta hoy en día, han sido hallados en
sacos sepultados en zonas aisladas.
“La misionera católica Maria Elilda dos Santos fue la primera en
denunciar con un archivo que incluía documentos, videos e imágenes, una
red de tráfico internacional de órganos humanos extraídos de niños y
jóvenes asesinados, su principal zona de operación era Nampula, lo que
causó constantes amenazas de muerte, hasta que finalmente fue asesinada
con golpes de martillo en la cabeza, a ella sí le hicieron caso, de
2003 a la fecha ya no se investiga la veracidad, eso ya se hizo,
ahorita se está en las rutas, en México no pasa porque principalmente
golpea al gobierno, no tiene que ser necesariamente por su
participación directa, pero en todo caso no está exento de su omisión,
en el país ninguna organización de gobierno iniciará una averiguación,
finalmente tienen a la sociedad de su parte, como no lo creen no es
posible, lo retrograda es el mejor escudo de las autoridades, nadie
exige, todos cuestionan, mientras muchos otros se atreven y arriesgan
su vida, afortunadamente, omitiendo a los que critican, importándoles
únicamente los que padecen”, puntualiza la investigadora.
Ella explica que en México fueron los miembros de las autodefensas
los primeros en denunciar los hallazgos, haciendo que algunas
organizaciones no gubernamentales internacionales voltearan a ver el
problema y dieran inicio a investigaciones en bajo perfil, “si llega o
no el órgano a ser trasplantado no es algo que se pueda constatar, que
son extirpados eso sí pasa, constituye una gigantesca red de
traficantes inhumanos, se llama mercado negro y existe en Mozambique y
en México, así como en Costa Rica, muchos investigadores no podemos
explicar a profundidad cómo logran hacer un trasplante de un órgano
porque aún no se ha llegado a localizar cuál es la última parada de los
órganos, pero la realidad es que es que a migrantes y gente de zonas
lejanas a las áreas urbanas de México se les extrae órganos.
La apertura del tema se dio el año pasado cuando el Secretario de
Seguridad Pública del estado de Michoacán, Carlos Castellanos Becerra,
explicó que el Cártel de los Caballeros Templarios usaban a parejas que
secuestraban a menores de edad para luego llevarlos a casas de
seguridad donde les extraían los órganos, claro el inicio de este
problema era Michoacán, ya José Manuel Mireles lo había denunciado,
ellos interceptaron un vehículo en Tepalcatepec donde niños eran
transportados en la caja que al mismo tiempo era un congelador móvil,
muchos investigadores del tema nos alegramos, las autoridades lo
aceptaron, por fin habrá una investigación, pero la alegría duró unas
horas, luego Murillo Karam, como es su costumbre, aseguró que “el
tráfico de órganos no es tan grave en México”, nadie dijo nada, a nadie
pareció importarle…
El único medio que se atrevió a denunciar fue uno extranjero (El
País), expuso el proceso. Sí se raptan niños en Michoacán y se les
extrae los órganos, lo expuso un medio internacional, quienes estando
en el estado no se dieron cuenta fue o por favorecer al gobierno o por
ciegos y distraídos”, asegura la investigadora.
Por su parte el médico español, Roberto Andalucía, colaborador de
Human Rights Watch y Médicos sin Fronteras, explica que “muchos viven
con la idea que las series médicas americanas son reales y creen que
cuando el cirujano coloca lentamente el órgano en una hielera y corre
porque tiene el tiempo en su contra y el paciente del drama puede
morir, es lo que se vive, sucede que incluso puedes meter un órgano
(con los debidos cuidados) en la misma hielera donde enfrías refrescos,
se llaman congeladores pero a temperaturas determinadas mantienen
frescos los órganos y no necesariamente congelados, hasta 2006 este
mecanismo era usado”.
El médico egresado de la Universidad de California en Los Ángeles
asegura que incluso hoy se usan métodos en caliente, que hacen perdurar
los órganos por muchas más horas; “es risible aceptar que existe el
mercado negro y que en ese mercado negro existe tráfico de órganos,
pero cuando el proceso es descubierto todos dudan, ¿entonces cómo creen
que se transportan los órganos? ¿En primera clase por las principales
aduanas?, ni siquiera llegan a éstas, en los años sesentas todos los
millonarios norteamericanos que tenían necesidad de un órgano y el
dinero para comprarlo pero en la legalidad no habían disponibles,
viajaban a países como Argentina, Chile, Paraguay, a comprarlos en el
mercado negro, hoy tienen a México, y en su totalidad, según la
Organización Mundial de la Salud (OMS), uno de cada diez trasplantes en
el mundo procede del tráfico ilegal, que no precisamente usan clínicas
especializadas, pero que han construido sus métodos”.
Andalucía asegura: “triste que hasta el Vaticano mencione y critique
la situación del tráfico de órganos en México, mientras ésta se pone en
duda en el país, L’Osservatore Romano hace mención que México pertenece
a la red del tráfico de órganos de niños migrantes o indocumentados
entre ese país y Estados Unidos, un hecho que también Save The Children
ha denunciado en muchas ocasiones, y es que así como ISIS en Medio
Oriente se financia con la venta de los órganos de sus enemigos, el
narcotráfico y sus redes delincuenciales lo hacen también.
Si ponemos de argumento el tiempo que dura un órgano, es excusa
burda y repetitiva de quien ignora la mecánica, porque dependiendo del
tipo de órgano se puede mantener incluso hasta 48 horas, cuando
hablamos de riñones, hígados e incluso páncreas, bajo el sistema de
conservación en frío; médulas óseas se calcula que funcionan incluso
después de semanas; las córneas tienen una duración de hasta siete días
con una temperatura de los 3º centígrados, tocando el tema de la piel,
los cartílagos, huesos y otros tejidos hablamos de un tiempo de
conservación de años, en cuanto a órganos lo ideal es trasplantar lo
más pronto posible, pero en cuanto al mercado negro, no se hablan de
rutas especificas, Michoacán es zona donde se han reconocido casos,
incluso por las autoridades, pero nadie ha demostrado que de ahí se
sacan del país o llegan hasta la frontera norte o sur, no se conoce el
tiempo que mantienen un órgano fuera de un cuerpo, porque no se conoce
el destino final”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario