9/10/2015

México reprobado: legisladores no debaten ni dan seguimiento al uso del presupuesto


En 2015 México mejoró en el Índice de Presupuesto Abierto, pero la labor que hace el Congreso para vigilar que haya un buen gasto fue calificada de débil. También se considera que el gobierno limita la participación de la sociedad civil.

Foto: Cuartoscuro.Inicio del periodo ordinario de sesiones de la LXIII Legislatura.
Inicio del periodo ordinario de sesiones de la LXIII Legislatura. // Foto: Cuartoscuro.
El Congreso mexicano realiza una vigilancia débil sobre el gasto público. Su labor se enfoca exclusivamente en aprobar una propuesta de presupuesto en la que no participa y tampoco da seguimiento al ejercicio de los recursos o a los cambios que realiza el Ejecutivo, quien tiene camino libre para quitar dinero a un programa y dárselo a otro sin justificación.

En la implementación del ciclo presupuestario —el ejercicio del gasto público— el Congreso obtuvo un puntaje de 20 de 100 puntos posibles, informó este miércoles Fundar. Centro de Análisis e Investigación, tras presentar los resultados del Índice de Presupuesto Abierto 2015 (OBI, Open Budget Index).
“La legislatura brinda vigilancia débil durante la fase de implementación del ciclo presupuestario. No se lleva a cabo un debate previo al presupuesto en la legislatura, de modo que la opinión de las y los legisladores no está reflejada en la Propuesta de presupuesto del ejecutivo. El Ejecutivo tampoco recibe aprobación previa por parte de la legislatura antes de implementar un presupuesto suplementario. La legislatura no es consultada, ni en materia legal ni en la práctica, antes de la transferencia de fondos del Presupuesto aprobado o antes del gasto de ingresos no anticipados”, detalla Fundar sobre la calificación de Vigilancia del presupuesto.
En México es común que a lo largo del año se realicen ajustes presupuestarios que implican remover recursos de un programa para dárselos a otro, estos cambios ocurren incluso entre secretarías de Estado.
Aunque el Congreso está a cargo de la aprobación de recursos para cada instancia de gobierno, no se necesita la autorización de los legisladores para hacer modificaciones presupuestales.
Cuando se realiza una consulta al Congreso, en realidad ésta ocurre después de que los cambios ya se hicieron y es sólo para informar sobre los mismos.
Fundar —el centro de estudios de sociedad civil encargado de realizar la Encuesta de Presupuesto Abierto utilizada para calcular el Índice, a cargo del International Budget Partnership (IBP)— alerta sobre la importancia de que el Centro de Estudio de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados sea independiente de los partidos políticos y realice, de forma autónoma, el análisis presupuestario para los legisladores.

Límites en la participación de la sociedad civil

También se calificó la participación ciudadana como parte fundamental de transparencia.
Para su evaluación, se tomaron en cuenta las posibilidades que tienen los ciudadanos de participar en el proceso presupuestario con el Ejecutivo, el Poder Legislativo y la entidad fiscalizadora, que en este caso es la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La calificación final de México fue de 44 puntos sobre 100, pues se ofrecen “oportunidades limitadas al público para participar en el proceso presupuestario”.
El puntaje más bajo para esa calificación final fue del Ejecutivo que sólo tuvo 14 puntos de 100; con posibilidades “débiles” para abrir el proceso de planificación del presupuesto a la ciudadanía.
El Congreso alcanzó 60 puntos y la Auditoría Superior de la Federación, 75.
Es una participación de manera informal. No se informa por qué no fueron tomadas en cuenta las opiniones de los expertos, todavía depende de las decisiones de las personas que están en el gobierno si hay participación o no hay participación ciudadana”, dijo Liliana Ruiz, investigadora de Fundar a cargo de completar la Encuesta de Presupuesto Abierto.

Presupuesto Abierto

En cuanto a la transparencia del presupuesto, México obtuvo 66 puntos de 100 en el Índice de Presupuesto Abierto, avanzando de los 61 puntos que logró en el 2012.
Esa calificación implica que el país entrega “información considerable”. El promedio global es de 44 puntos, por lo que México se ubica en el puesto 17 de los 102 que participan en el Índice.
Lo que todavía falla es que no se elabora un informe de medio año que permita reflexionar cómo van las metas y objetivos del gasto y así corregir el rumbo, detectar la necesidad de reasignaciones o qué tan adecuadas son las políticas fiscales en el contexto económico vigente.
México tampoco entrega información detallada respecto a ingresos —el pago de impuestos diferenciado entre personas y empresas— ni sobre cuánto se gasta por partida especifica.
“Hay tres pilares para que un presupuesto sea eficiente, eficaz y responsable: un pilar es la transparencia presupuestaria. El otro es la vigilancia del presupuesto, su planeación y su ejecución y ahí el Congreso y la Auditoría (Superior de la Federación) son actores relevantes no nada más en México, si no en todo el mundo. Y el tercer Pilar es la participación ciudadana: espacios formales para que académicos, expertos, organizaciones de la sociedad civil, público en general puedan participar en las diferentes etapas del ciclo presupuestario, durante el ejercicio de recursos, durante la fiscalización y la evaluación”, dijo Liliana Ruiz de Fundar.

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