Por: Redacción Revolución
(28 de febrero, 2016).- “Estamos en un momento de crisis que responde
al descubrimiento que hemos hecho del verdadero país que tenemos. Somos
una sociedad mucho más informada, más conscientes que nunca de los
problemas y esto significa que estamos en el primer escalón de un largo
camino para enfrentar los graves problemas de violencia, impunidad y
corrupción.”
De esta manera se expresó la periodista mexicana, Lydia Cacho, autora, entre otros, de Los Demonios del Edén,
obra publicada en 2005 en donde se revela una red de trata y
pornografía infantil que involucra a empresarios y políticos en México.
En una entrevista concedida al diario español El País, la
periodista, que fue víctima de detención arbitraria y tortura como
represalia a la obra antes citada, habló sobre el contexto que vive
México. Destacó que a once años de la publicación de su trabajo
periodístico la sociedad ya ubica el fenómeno de la pornografía
infantil, sin embargo, dijo, México aún no está preparado para acabar
con la trata.
“Hace once años no se reconocía la pornografía infantil y de pronto
la gente empezó a rebelarse y a informarse. Estamos ahora en una fase de
comprensión de los hechos (pero) quien crea que México está listo para
reaccionar y abatir la trata de personas, se equivoca”, enfatizó.
En la charla con el rotativo, la periodista hizo mención de su más reciente libro, titulado En busca de Kayla, una obra que aborda el tema del ciberacoso y la pornografía infantil para acercar el problema a los menores de edad.
“Es el resultado de una parte de mi investigación, de haber convivido
y entrevistado a tantos niños y niñas del mundo. Haber descubierto esta
fuerza interior que los mueve, la capacidad de resiliencia y la
necesidad que tienen de ser mirados por las personas adultas para decir:
‘Sí, sí entiendo, no me niegues la realidad’”, apuntó.
La periodista habló sobre la visita del Papa, y su negativa de hablar
en el país sobre la pederastia clerical. Cuestionó el hecho de esperar a
subir al avión para abordar el tema. Sin embargo, dijo, el Papa tiene
la autoridad para meter a la cárcel a representantes de la iglesia que
han cometido delitos graves, por lo que debería poner el ejemplo para
impartir justicia.
“(El Papa) tiene el poder político y jurídico desde el Vaticano para
encarcelar a sacerdotes y a otros representantes de la Iglesia que han
cometido delitos gravísimos, incluido el obispo primado de México. Él
sería el primero al que deberíamos meter en prisión. Eso me gustaría
haber visto en su visita: no que venga a desear justicia, sino a poner
el ejemplo impartiéndola”, sentenció.
Por otro lado, Lydia Cacho habló sobre la defensa que ha realizado a
favor de Kate del Castillo. Consideró que hay una persecución clara en
contra de la actriz.
“Los abogados metieron los amparos se descubrió que no tienen nada
contra ella, no hay un caso abierto. Mi hipótesis en calidad de
reportera, de una persona que conoce el tema desde el principio porque
Kate me lo contó hace mucho, es que el secretario de Gobernación tiene
algo que ocultar y está haciendo una cacería contra ella porque quiere
desacreditarla para cuando decida hablar, si es que decide hacerlo
alguna vez en su vida”, señaló.
De cara a las elecciones del 5 de junio, consideró que habrá una
batalla en contra de los “miembros mafiosos del sistema”. Dijo que el
regreso del PRI en cualquier ámbito es un golpe para la sociedad. En
este sentido habló sobre la posible candidatura de Blanca Alcalá-
vinculada a funcionarios que protegieron a Mario Marín-para contender
por el PRI a la gubernatura de la entidad.
“La vuelta al poder del PRI, de este PRI en particular, es un golpe
al país. Yo soy la que habló, pero hay muchísimas historias similares
detrás y mi caso sigue abierto en Ginebra. En las próximas elecciones se
va a recrudecer la batalla en contra de estos miembros mafiosos del
sistema que quieren permanece ahí y hay una sociedad que no está
dispuesta a seguir adelante con eso. El PRI volvió con las prácticas
añejas de enriquecerse e instalar el poder a través de la pobreza.”
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