3/05/2016

Día Internacional de la Mujer; En memoria de Berta Cáceres, luchadora, feminista, ambientalista indígena de Nuestra América


·         Daniela Villegas
 @danyelavillegas

“Hoy decimos que aquí nacieron muchas bertitas”: activista independiente hondureña Daniela Galindo 

El asesinato de la activista indígena Lenca, defensora del medio ambiente y de la tierra en Honduras, Berta Cáceres, a pocos días del Día Internacional de la Mujer evidencia no sólo lo mucho que hay por avanzar en la lucha contra la violencia hacia las mujeres sino también la vulnerabilidad en la que viven aquellas que se dedican al activismo alrededor del mundo y que desafían los intereses políticos y económicos de las grandes transnacionales y los gobiernos con los que se alían.

Cáceres quien en 2015 recibiera el prestigioso Goldman Environmental Prize por su defensa del Río Gualcarque ante la construcción de la represa hidroeléctrica Agua Zarca, así como su labor como líder y cofundadora en 1993 del Comité Cívico de Organizaciones Populares Indígenas de Honduras (Copinh), diría al inicio de su discurso de aceptación una frase que lamentablemente terminaría siendo premonitoria “(…) dar la vida de múltiples formas por la defensa de los ríos es dar la vida para el bien de la humanidad y de éste planeta”.

Un año después, en la madrugada del 3 de marzo,  en su casa de La Esperanza, en Intibucá, Honduras sería ultimada con arma de fuego, siendo el único testigo el activista mexicano y fundador de Otros Mundos A.C., Chiapas y Amigos de la Tierra Gustavo Castro, a quien se exige se otorgue de protección por la riesgosa situación en la que se encuentra.

Entre las muchas luchas que sostuvo la feminista indígena se encuentra su oposición a la instalación de bases militares estadounidenses en territorio hondureño; al golpe de 2009 que depuso al gobierno democrático de José Manuel Zelaya, cuando éste planteaba en las elecciones de ése año instalar una urna para elegir una Asamblea Constituyente en 2010 para elaborar una nueva Constitución; y la defensa de los derechos de los pueblos indígenas a vivir en armonía con los ríos y la Tierra, siendo todas éstas luchas englobadas en su rechazo a “la autodestrucción basada en la depredación capitalista, racista y patriarcal”, como señalaría en su discurso de 2015.

El crimen cometido contra la activista centroamericana se desarrolla en un contexto político, geográfico, temporal muy específico, como son el golpe de 2009 que instituyó el gobierno de facto en ése entonces de Roberto Micheletti donde se sospecha ampliamente que Estados Unidos incidió, la alta tasa de feminicidios y la impunidad prevaleciente ante el asesinato de dirigentes indígenas y ambientalistas.

Honduras país que colinda geográficamente con Nicaragua, El Salvador, Guatemala y el Océano Atlántico, ha sido el país menos estudiado de América Latina. De manera muy somera se le ha abordado y las descripciones en muchas ocasiones le han tachado de retrógrada y por lo tanto por mucho tiempo se le consideró conservador y carente de potencial de cambio, por no haber emprendido un proceso revolucionario como sus vecinos centro y sudamericanos durante la década de los setenta. Sin embargo la obra de Darío Euraque (1996) que rescata los movimientos campesinos y sindicales hondureños diría muy lo contrario, así como la ola de movimientos revolucionarios que surgieron a partir del golpe orquestado por Estados Unidos en 2009, como el Frente de Resistencia y el grupo Feministas en Resistencia, al cual pertenecía Berta Cáceres, han evidenciado que el pueblo hondureño está harto de las oligarquías y lucha por su dignidad.

En ésta lucha los derechos de las mujeres son fundamentales sobre todo partiendo de que Honduras encabeza las cifras de feminicidio en Centroamérica, sino es que también de toda Latinoamérica, puesto que la tasa de femicidios pasó de 2.7% en el 2005  a 14.6 en 2013,  siendo la tasa más alta de la región centroamericana, comparada con Guatemala y el Salvador que fue de 9.5 y 10.2 respectivamente en el 2013.

Sumado a éste indignante escenario Global Witness señala en su estudio de 2015 ¿Cuántos más? que Honduras es el país más peligroso per cápita para los activistas ambientales y de la tierra con 101 asesinatos entre 2010 y 2014, y ahora se suma el de Berta Cáceres, quien por mucho tiempo estuvo amenazada junto con su familia.

El patriarcado capitalista, neocolonial, racista que se materializa en la militarización de los territorios indígenas, la depredación de los recursos naturales, de flora, fauna a manos de empresas globales y gobiernos corruptos, así como el de la violencia contra lo cuerpos de las mujerex y otrxs cuerpos en peligro continúan siendo los principales entes a combatir por parte de las mujeres en el mundo y en éste caso particular de Latinoamérica, donde  el asesinato de la compañera activista, indígena, feminista, rebelde hondureña no producirá el fin de las luchas de las mujeres que defienden los ríos, los territorios, sus cuerpos, puesto que en muchas luchadoras sociales se ha sembrado la semilla de la rebeldía feminista y como señaló la activista independiente hondureña Daniela Galindo radicada en Argentina: “hoy decimos que aquí nacieron muchas bertitas”.

Fuentes:

Euraque, Darío (1996) “Reinterpreting the Banana Republic”: Region and State in Honduras, 1870s-1972”. Chapel Hill: University of North Carolina Press.

Global Witness: Discurso de aceptación del Premio Goldman en el 2015


Feminicidios Honduras:

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