3/05/2016

Sepur Zarco y la ideología del sometimiento

El caso Sepur Zarco demuestra, entre muchas cosas no solo la veracidad del testimonio de esas víctimas tan frágiles y, al mismo tiempo, tan fuertes. También ilustra la importancia de un protagonismo judicial comprometido con la justicia, por imperfecta que ésta sea en el modelo actual de dominación y su legalidad. Como pudimos ver y escuchar durante el juicio, éste caso también ilustra la vigencia que tiene en Guatemala el discurso y la ideología del sometimiento y la impunidad.

El caso Sepur Zarco también demuestra cómo el abuso y las violaciones sexuales en contexto de guerra son un fenómeno que también está motivado por ideologías de paranoia, miedo y terror que fueron las que definieron las acciones del Estado, el ejército y las élites político-económicas a la época del conflicto armado interno.

Estamos hablando de ideologías que están indisolublemente ligadas a una historia de colonialismo, de explotación extrema, de discriminación sin límites y de racismo violento. Es un contexto en donde la gente con mentalidad racista, sexista y clasista (exacerba por la ideología de seguridad nacional y el «nacionalismo anti-comunista» impartido en el Adolfo V. Hall, la Politécnica y la Escuela de las Américas) y en posiciones de poder ponen a gente en posición subalterna a que le hagan la guerra sexual, psicológica, cultural y política a otra gente igualmente subalterna. Es, pues, una guerra que transforma los cuerpos, sobre todo los de las mujeres, en campos de una batalla por el control total y el sometimiento absoluto.

Esto se puede ver también, por ejemplo, en la violencia de las PAC contra sus propias comunidades. No fue solo falta de chance para escoger lo que había que hacer. No fue solo que mucha gente de repente se encontró - como una vez lo argumentó David Stoll - «entre dos fuegos» y no tuvo otra opción más que tomar uno u otro partido. Mucha de esa gente pobre y sencilla, aunque en su mayoría fue reclutada de modo forzado por el ejército, ya había interiorizado cierta ideología del sometimiento durante décadas de socialización e «integración» a los mecanismos de captura, control y poder del Estado y las élites por medio del clientelismo, el patrimonialismo y el autoritarismo secular y parroquial de sus propias élites locales. Pero en el contexto de la guerra, bajo órdenes del ejército y la motivación del terror, esa cultura local se vuelca en contra de sí misma, de su pueblo, de sus madres y hermanas y convierte a los victimarios en bestias salvajes bajo el control de un Estado autoritario y un ejército terrorista. Esto también explica, en parte, la continuidad en la «lealtad» de las ex-PAC para con la persona, ideología y discurso de Ríos Montt y sus sucesores, incluyendo a OPM, en años más recientes.

La ideología del sometimiento, interiorizada incluso como «autodeterminación» comunitaria (como también puede detectarse en formas no reformadas de comunitario tradicional) que funciona muy bien bajo el modelo de dominación ladino/mestizo de Guatemala es pues uno de los mecanismos del poder para dividir, aplastar y controlar a los grupos subalternos, en especial a los indígenas. Y para romper con esa trampa cultural e ideológica se requiere un acto supremo de compromiso y rebelión ética que, a mi juicio, ha sido supremamente ilustrado por esas mujeres increíbles que ahora han sido reivindicadas en su verdad y en la justicia.

Vamos patria hacia la ‪#‎RefundaciónYa

- Marco Fonseca es Doctor en Filosofía Política y Estudios Latinoamericanos por parte de la York University. Actualmente es instructor en el Departamento de Estudios Internacionales de Glendon College, York University.

http://www.alainet.org/es/articulo/175653  

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