Fitch advierte que la carga complica afrontar caída de petroprecios y volatilidad financiera
Deuda erosiona margen del gasto público ante choques externos
El débito del gobierno es de 8 billones 633 mil 480.4 millones de pesos, 45.7% del PIB
El peso perdió el viernes en una sesión de altibajos. En ventanillas
bancarias el tipo de cambio cerró en 18.55, frente a los 18.40 del
jueves, en Banamex. En operaciones al mayoreo el peso también se
depreció, al cerrar en 18.24 pesos por dólar frente a los 18.10 de la
sesión previa, de acuerdo con el Banco de México. En la imagen,
cotización del dólar ayer en un banco en la Ciudad de México
Periódico La Jornada
La carga de la deuda gubernamental en México ha
seguido en aumento los últimos años, en una dinámica que resalta la
erosión del margen que tienen las finanzas públicas para afrontar
choques, como los representados por la caída en el precio del petróleo o
la volatilidad financiera internacional, aseguró este viernes Fitch
Ratings.
La firma confirmó las calificaciones de la deuda garantizada por el
gobierno mexicano, en las emisiones de largo plazo tanto en moneda
extranjera como local, a la que asigna una escasa probabilidad de
incumplimiento.
El conjunto de obligaciones de deuda del sector público es
actualmente de 8 billones 633 mil 480.4 millones de pesos, cantidad que
equivale a 45.7 por ciento del producto interno bruto (PIB), de acuerdo
con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. En los tres
años transcurridos desde el inicio de la actual administración, las
obligaciones del sector público han aumentado en 10 puntos del PIB, dado
que en diciembre de 2012 eran equivalentes a 35.8 por ciento del
producto, según datos de la dependencia.
Flexibilidad financiera por el acceso a mercados de capital
Fitch actualmente proyecta que la carga de deuda general del gobierno de México debería alcanzar su punto máximo en 2016 y luego reducirse paulatinamente a medida que la consolidación fiscal avance y el crecimiento se recupere, expuso la firma calificadora.
La evolución de la deuda estará influida por el compromiso del
gobierno respecto de los ahorros de pensiones obtenidos por Petróleos
Mexicanos (Pemex), empresa que recientemente renegoció con su sindicato
el régimen de retiro de los trabajadores para reducir los pasivos
relacionados con el retiro.
El acceso excelente del gobierno a los mercados de capital externos y
locales le dan flexibilidad financiera al gobierno, agregó.
Otro punto de vulnerabilidad identificado por Fitch fue el
relacionado con la participación de inversionistas extranjeros como
poseedores de los bonos que emite el gobierno federal en el mercado
financiero local para financiarse. En los últimos años, tanto el flujo
como la participación de extranjeros respecto del total fue en aumento
debido a que aquí se pagaban tasas de interés más elevadas que en
Estados Unidos. En diciembre pasado, el banco central estadunidense
elevó la tasa por primera vez en una década, lo que generó en los
mercados internacionales la expectativa de un retiro de inversiones en
bonos de países emergentes para trasladarse a inversiones en dólares.
“La participación alta de los no residentes en la tenencia de
la deuda doméstica, que es de alrededor de 36 por ciento del total,
representa una vulnerabilidad ante un ajuste restrictivo de la Reserva
Federal de Estados Unidos –banco central– y ante una mayor aversión al
riesgo por parte de los inversionistas globales. Sin embargo, estos
flujos se han mantenido relativamente resistentes hasta ahora”, expuso
Fitch.
Las calificaciones de la deuda garantizada por el gobierno de México
están respaldadas por la base económica diversificada del país y su
historial de políticas disciplinadas que han anclado la estabilidad
macroeconómica y limitado los desequilibrios, comentó la calificadora.
Estas fortalezas se contraponen a las limitaciones de calificación,
las cuales, apuntó, incluyen su trayectoria de crecimiento económico
moderado; las debilidades estructurales en sus finanzas públicas, tales
como sus reservas fiscales bajas en el contexto de la dependencia del
petróleo que exhiben sus cuentas fiscales; un nivel relativamente bajo
en la intermediación financiera;
así como debilidades institucionales manifestadas en la alta incidencia de violencia relacionada con las drogas y en corrupción.
México ha enfrentado shocks significativos, incluidos
precios del petróleo bajos, producción de petróleo decreciente, una
economía estadunidense deslucida y mayor volatilidad financiera a nivel
mundial, mencionó.
A pesar de ese entorno desfavorable, el desempeño económico de México
se ha mantenido relativamente resistente y las autoridades han estado
tomando medidas para amortiguar el impacto de estos acontecimientos
adversos sobre las finanzas públicas y la economía en general, añadió.
“La fuerte credibilidad del marco de políticas macroeconómicas, las
recientes políticas monetarias y fiscales proactivas y coordinadas en
respuesta a los shocks mencionados, así como la continuación en
la implementación de reformas estructurales aprobadas hace unos años,
soportan la confianza en la capacidad de México para afrontar el entorno externo desafiante”, consideró.
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