Por: Redacción Revolución
(28 de febrero, 2016).- Que el Ejército esté
en las calles representa un riesgo en materia de derechos humanos y
además le cuesta una millonada a los mexicanos, según datos del año 2014
se ocuparon 2 mil 811 millones de pesos del recurso público, utilizado
para capacitación de tropas en materia de seguridad pública para
“combatir” la violencia.
Durante ese año según información de Reforma el Ejército
desplegó a 3 mil 978 militares en estados como Michoacán, Nuevo León,
Tamaulipas y Durango; además la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) capacitó en materia de seguridad en tan sólo 30 días a mil 745
elementos de la Policía Militar y a mil 708 de las Fuerzas Especiales.
El informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), detalla
que “en 2014, el gobierno federal autorizó en el Presupuesto de Egresos
de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2014 la inclusión del
programa presupuestario A004, con un importe de 2,811,277.4 miles de
pesos, para atender las solicitudes de apoyo en funciones de seguridad
pública, y adiestrar al personal de las policías militar y fuerzas
especiales, a fin de lograr un México en paz”.
La Sedena declaró que el presupuesto asignado cumplió al 100 por
ciento las solicitudes de apoyo a la función de seguridad pública en
cuatro entidades federativas; así como la formación de 267 bases del Ejército en 26 estados de México.
Michoacán es uno de los estados más inseguros y violentos por lo que
el pueblo tuvo la necesidad de crear las autodefensas para protegerse de
los grupos delictivos y del crimen organizado, pese a que aumentó la
presencia de las fuerzas armadas en la región y en palabras del preso
político Mireles no mejoró la situación ya que “se registran 20 asesinatos y 100 robos por día”.
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