IZQUIERDA UNIDA DE MICHOACAN
Gral. Francisco J. Múgica
Por: Francisco Zamudio Muñoz.
Consulta Ciudadana
La participación de la sociedad en cuanto a la reforma energética en una Consulta Ciudadana, no es una asunto legal, en este momento. La incursión de la sociedad en temas como este, radica fundamentalmente en la firmeza de voluntades políticas. Nuestra democracia representativa, dígase autoridades municipales, estatales y federales o cámaras de Diputados Locales, Federales y de Senadores; no solo carecen de elementos jurídicos para ejercer métodos y herramientas ciudadanas, sino que no tienen sensibilidad social, y menos, valoran los alcances políticos en favor de su propio poder representativo; esto es, no quieren entender que la sociedad hoy, esta deseosa de ser partícipe en cuestiones de carácter político, como lo es la reforma energética, por eso su resistencia a que la ciudadanía participe con voz y voto.
La coincidencia por una Reforma Energética en el seno de las fuerzas progresistas y de izquierda se da entonces, no en el sentido de la venta de PEMEX, sino en la necesidad imperiosa de que la empresa sea competitiva, se abata la corrupción y que su administración tenga una profunda honestidad en sus funcionarios; incluyendo en esto al sindicato. Las ideas, alternativas y propuestas que han circulado entre los intelectuales, técnicos, profesionistas universitarios, expertos en materia de energéticos y los políticos, que han participado en los debates, en su mayoría han puesto clara esta situación, en el sentido de que la empresa se modernice, pero que no implique, que las reservas petroleras y la misma empresa, sean puestas al mejor postor, dígase compañías trasnacionales o administradas por particulares mexicanos.
A pesar de este debate rico en aportaciones intelectuales y de visión política, el PRI y el PAN, no han bajado la guardia de la soberbia y complacencia privatizadora, y han anunciado que de todas formas están en la idea de que la reforma sea aprobada a su manera, les guste o no a los “opositores”. Continúan con su actitud de que el petróleo tiene que modernizarse como ellos lo están planteando y no como lo opine o disponga el pueblo de México.
La propuesta de ejercer una Consulta Ciudadana, por iniciativa del Frente Amplio Progresista, y que está siendo acompañada por amplios sectores sociales, sindicales, populares e intelectuales, sea el mecanismo para una opinión popular, ayudará sentar las bases para un México más democrático y participativo, en un futuro no lejano y de alcances jurídicos. Por ello, la importancia por afianzar esta Consulta, no será un golpe legal, sino un fuerte impacto político.
Asimismo, este asunto no es una cuestión solo partidista, aún cuando así lo quieran hacer ver algunos medios de comunicación y los complacientes privatizadores. No. Es la responsabilidad conciente de todo un pueblo, que durante 3 décadas ha sido agraviado con privatizaciones y políticas conservadoras, que no han dejado, más que miseria y crisis en nuestro territorio. Por ello, la Consulta Ciudadana del 27 de Julio, es una iniciativa política, en donde todos los sectores sociales, políticos e intelectuales de Michoacán y del País, incluyendo a los Priistas nacionalistas, deberemos sacar adelante por dignidad y como una enorme responsabilidad para mostrar a la clase política y sobretodo a los conservadores Neoliberales, que si la democracia representativa no ha estado a la altura del pueblo de México, el pueblo de México dará un paso más, para sentar las bases de la democracia participativa.
Morelia, Mich. 8 de Julio de 2008.
Gral. Francisco J. Múgica
Por: Francisco Zamudio Muñoz.
Consulta Ciudadana
La participación de la sociedad en cuanto a la reforma energética en una Consulta Ciudadana, no es una asunto legal, en este momento. La incursión de la sociedad en temas como este, radica fundamentalmente en la firmeza de voluntades políticas. Nuestra democracia representativa, dígase autoridades municipales, estatales y federales o cámaras de Diputados Locales, Federales y de Senadores; no solo carecen de elementos jurídicos para ejercer métodos y herramientas ciudadanas, sino que no tienen sensibilidad social, y menos, valoran los alcances políticos en favor de su propio poder representativo; esto es, no quieren entender que la sociedad hoy, esta deseosa de ser partícipe en cuestiones de carácter político, como lo es la reforma energética, por eso su resistencia a que la ciudadanía participe con voz y voto.
La coincidencia por una Reforma Energética en el seno de las fuerzas progresistas y de izquierda se da entonces, no en el sentido de la venta de PEMEX, sino en la necesidad imperiosa de que la empresa sea competitiva, se abata la corrupción y que su administración tenga una profunda honestidad en sus funcionarios; incluyendo en esto al sindicato. Las ideas, alternativas y propuestas que han circulado entre los intelectuales, técnicos, profesionistas universitarios, expertos en materia de energéticos y los políticos, que han participado en los debates, en su mayoría han puesto clara esta situación, en el sentido de que la empresa se modernice, pero que no implique, que las reservas petroleras y la misma empresa, sean puestas al mejor postor, dígase compañías trasnacionales o administradas por particulares mexicanos.
A pesar de este debate rico en aportaciones intelectuales y de visión política, el PRI y el PAN, no han bajado la guardia de la soberbia y complacencia privatizadora, y han anunciado que de todas formas están en la idea de que la reforma sea aprobada a su manera, les guste o no a los “opositores”. Continúan con su actitud de que el petróleo tiene que modernizarse como ellos lo están planteando y no como lo opine o disponga el pueblo de México.
La propuesta de ejercer una Consulta Ciudadana, por iniciativa del Frente Amplio Progresista, y que está siendo acompañada por amplios sectores sociales, sindicales, populares e intelectuales, sea el mecanismo para una opinión popular, ayudará sentar las bases para un México más democrático y participativo, en un futuro no lejano y de alcances jurídicos. Por ello, la importancia por afianzar esta Consulta, no será un golpe legal, sino un fuerte impacto político.
Asimismo, este asunto no es una cuestión solo partidista, aún cuando así lo quieran hacer ver algunos medios de comunicación y los complacientes privatizadores. No. Es la responsabilidad conciente de todo un pueblo, que durante 3 décadas ha sido agraviado con privatizaciones y políticas conservadoras, que no han dejado, más que miseria y crisis en nuestro territorio. Por ello, la Consulta Ciudadana del 27 de Julio, es una iniciativa política, en donde todos los sectores sociales, políticos e intelectuales de Michoacán y del País, incluyendo a los Priistas nacionalistas, deberemos sacar adelante por dignidad y como una enorme responsabilidad para mostrar a la clase política y sobretodo a los conservadores Neoliberales, que si la democracia representativa no ha estado a la altura del pueblo de México, el pueblo de México dará un paso más, para sentar las bases de la democracia participativa.
Morelia, Mich. 8 de Julio de 2008.
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