9/26/2009
Los periodistas pal café.....
Enrique Galván Ochoa: Dinero
¿Fumar o no fumar en bares y restaurantes, y lugares cerrados en general? Setenta y cinco por ciento de las 2 mil una personas que respondieron la encuesta esta semana está de acuerdo y se congratula con la decisión de la Suprema Corte de Justicia, de avalar la ley que implantó la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Para 21 por ciento, la medida es un error y debe permitirse el uso del cigarrillo. Y 4 por ciento se guardó su opinión.
Metodología
Enviamos 2 mil 500 cuestionarios por la red y hasta ayer en la tarde habíamos recibido la respuesta de 80 por ciento. Un número importante de participantes acompañó su voto con una opinión. Algunos fragmentos aparecen en seguida. Todos los textos en su versión original pueden leerse en el foro, en la sección Encuestas de El Foro México.
Opiniones
Perdí a mi esposa fumadora por infarto al miocardio; a mi hermano, por enfisema pulmonar; a un amigo, muy buen pintor que, por cierto, dejó de hablarme por mi insistencia a que dejara de fumar. Sin embargo, para combatir el hábito de fumar existen otros métodos: educación, sobre todo, y aumentar el precio del cigarrillo 300 por ciento.
Virgilio Fernández / Guanajuato
Normalmente, lo que se consume en bares, antros y restaurantes va asociado al consumo del cigarro. Creo que es un error que prohíban el tabaco en esos lugares. Atentan contra la libertad y también contra la economía de los dueños de este tipo de negocios.
José Alberto Rocha / Nezahualcóyotl
Gloria Muñoz Ramírez: Los de abajo
Esta semana se vivieron dos acontecimientos de resistencia en el norte y sur del país. En Ciudad Juárez, Chihuahua, los colonos de Lomas de Poleo que sec resisten al despojo del territorio en el que viven desde hace más de 30 años, y en el que son hostigados permanentemente por los guardias armados de la familia Zargoza, organizaron un sistema de transporte para que los niños de la parte baja de la colonia puedan asistir a la escuela sin miedo a ser interceptados y agredidos por los sicarios.
La organización interna de los colonos que se niegan a desocupar las tierras que les pertenecen, les está permitiendo pequeños pero significativos logros, como la aplicación de un plan de desayunos para los alumnos, con el dinero que obtienen de cooperaciones solidarias y de las personas que asisten a las reuniones de los sábados, en las que se planean las acciones y los trabajos de resistencia y lucha.
La resistencia de alumnas, alumnos, madres de familia y mesa directiva de la escuela Alfredo Nava Sahagún, acompañados de activistas y colonos, logró que se iniciaran clases en agosto, obligando a las autoridades educativas a enviar un profesor.
A los colonos de Lomas de Poleo les han destruido sus casas, los han agredido físicamente, los tienen encerrados en medio de alambres de púas y guardias armados. Y, sin embargo, con muchas dificultades, con mucha esperanza, resistencia y lucha, mantienen su escuela y resisten. No se irán, aseguran.
En el sur del país, en Campeche, los pobladores de San Antonio Ebulá recuperaron –también esta semana– las primeras 31 hectáreas de su territorio, después de 42 días del violento desalojo cometido ilegalmente por el empresario Eduardo Escalante Escalante, quien contó con la protección de la policía estatal de Campeche.
El equipo Indignación reporta que los pobladores confían en recuperar todo su territorio, pues unos días antes fueron informados de que el juez primero de distrito les otorgó el amparo y protección de la justicia federal y ordenó la reposición del procedimiento de dotación de tierras a su favor. Su resistencia ya tuvo el primer logro.
Los colonos de Lomas de Poleo y de San Antonio Ebulá participan en la otra campaña, como los convocantes al festival político cultural que hoy se organiza en el Hemiciclo a Juárez por la libertad de los presos políticos del país. Actos similares se realizarán en Veracruz, Puebla, Morelos, Coahuila, Nayarit y estado de México.
losylasdeabajo@yahoo.com.mx
Carlos Fernández-Vega: México SA
Las hojas del calendario caen velozmente, la crisis de las finanzas públicas se agudiza, prácticamente todos los actores han rechazado el paquetazo 2010 (partidos políticos, legisladores, organismos empresariales, académicos, analistas, calificadoras internacionales y, para no ir más lejos, hasta un premio Nobel de Economía), y ante este panorama la actitud oficial resulta parsimoniosa: el gobierno (de Calderón) no tiene un plan alternativo en caso de que el Congreso deseche su propuesta fiscal. Simple y sencillamente, no hay plan B, dice el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, y no existe, porque vamos a estar insistiendo en nuestro plan y a esta altura estamos señalando sus ventajas.
Hasta donde se sabe, los citados actores no son sordos ni están ciegos, o lo que es lo mismo, han escuchado y han visto las argumentaciones y los números del paquetazo calderonista, y por lo mismo, luego de riguroso análisis, lo han rechazado, de tal suerte que todo apunta a que las carencias visuales y auditivas se registran en los que proponen y defienden el plan A.
Ocho años atrás (2001), en una circunstancia similar, aunque de mucho menor intensidad, los voceros del cambio dijeron exactamente lo mismo que hoy anuncia el doctor catarrito. Vicente Fox hizo pública su reforma fiscal (que no tenía mayor alcance que el IVA en medicinas, alimentos, libros y todo lo que en el país se consumiera) y consideró que para lograr su aprobación resultaba más que suficiente el machacón discurso oficial, en el sentido de que los pobres se beneficiarán con la nueva Hacienda redistributiva (como pomposamente le llamó). Ante lo evidente (no sería aprobada por el Congreso), la entonces portavoz presidencial, la grata y simpática Martita, dijo: no hay plan B. Y el gobierno de la lengua larga y las ideas cortas carecía de él (siempre según este personaje) por una simple razón: en México no hay crisis, ni emergencia, ni contradicciones, ni desaceleración económica, ergo, no lo necesitaba.
Ese año la economía cayó: el producto interno bruto registró una contracción de 0.3 por ciento (cifras oficiales) y se cancelaron 270 mil empleos formales (ídem). Ante lo evidente, nunca apareció un plan B. La misma línea sigue el actual inquilino de Los Pinos, pero el problema se agudiza cuando se conoce que en 2009 el desplome de la economía mexicana sería 27 veces más profundo que en 2001, que en los últimos 12 meses (de agosto 2008 a agosto 2009) se han cancelado alrededor de 550 mil empleos formales y que la tasa oficial de desempleo abierto alcanza una proporción no registrada en décadas. Pero para qué un plan B si, como decía Martita, en México no hay crisis, ni emergencia, ni contradicciones, ni desaceleración económica.
Así es, no hay plan B y por lo visto tampoco plan A. Felipe Calderón y el gobierno de la lechera comprometieron 5 por ciento de crecimiento y un millón de empleos por año, entre su enorme inventario de promesas. Casi tres años después, el resultado económico y social es devastador. A la mitad del camino el crecimiento brilla por su ausencia; en dos años sin crisis (el primer par de su estadía en Los Pinos) el número de mexicanos en pobreza aumentó 6 millones y falta por contabilizar el resultado 2009. El Banco de México adelanta que en el mejor de los casos será hasta 2011 cuando la economía nacional muestre signos de recuperación; algunos académicos aseguran que en realidad será hasta 2013, pero en cualquiera de los casos lo cierto es que el actual será otro sexenio perdido (para los mexicanos, desde luego).
Tal vez el inquilino de Los Pinos y su doctor catarrito podrían elaborar un plan B con base en lo que alguien prometió un trienio atrás, según lo recuerda un estimado lector (bejaranoraul@hotmail.com): “mi política tiene un solo objetivo: crear empleos bien pagados, para que tú y tu familia vivan mejor, y para eso voy a hacer cuatro cosas: primero, voy a reducir los impuestos para quienes trabajan, producen o generan empleos, y voy a simplificar su pago; segundo: voy a transparentar totalmente los impuestos que pagamos; tercero: voy a invertir mejor tu dinero; y cuarto: voy a garantizar la estabilidad económica para cuidar tu patrimonio.
“Por lo primero, voy a bajar la tasa del impuesto sobre la renta, porque los mexicanos que producen, que trabajan, que inviertan, que generan otros empleos no deben pagar más impuestos de los que se pagan en otras partes del mundo. Eso nos permitirá tener más inversión y más empleos, que es lo que busco. Y pagar impuestos será más sencillo que nunca. Hacer una declaración la podrás hacer sencillamente y sin la ayuda de nadie.
“Segundo: voy a manejar en caja de cristal el dinero del pueblo. Aquí no va a haber ni fideicomisos ocultos ni cajas misteriosas. Tú vas a saber a dónde se va, quién lo gasta, cómo se gasta, hasta el último centavo que pagues de impuestos. Tercero: voy a invertir mejor lo que tenemos. Voy a invertir el dinero en lo que verdaderamente necesitas. Voy a invertir en escuelas y en universidades de calidad para tus hijos. Voy a invertir en salud, no sólo para seguir con el seguro popular, sino voy por un seguro médico para todos, porque mi objetivo es que ningún mexicano esté sin médico, sin medicinas y sin tratamiento, y voy a empezar con todos los niños que nazcan (…). Voy a emplear también el dinero precisamente en las comunidades indígenas, en los caminos que hacen falta, en el agua potable. Voy a invertir el dinero en la seguridad que necesitamos para volver a salir a las calles con tranquilidad.
Cuarto: voy a garantizar la estabilidad económica. ¿Para qué? Para cuidar tu patrimonio. Voy a garantizar la estabilidad económica para que sigan bajando las tasas de interés y tú puedas adquirir una casa, para que puedas renovar tu cocina, para que puedas verdaderamente adquirir un auto. Voy a bajar las tasas de intereses para que haya más inversión en México y haya más empleos. En síntesis, mi política fiscal será bajar impuestos para quienes producen, para que haya más inversión, más empleo y para que vivamos mejor (Felipe Calderón, primer debate entre candidatos a la Presidencia de la República, abril 25 de 2006).
Las rebanadas del pastel
Sin embargo se mueve: Pemex se mantiene como el gran generador de divisas para la economía nacional y el principal pagador de impuestos. Sólo por envíos al exterior, captó 15 mil 415 millones de dólares de enero a agosto de 2009, a pesar de que en este renglón se reportó una baja de 14.7 por ciento. Nos encontramos el lunes.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
Narro: críticas y sensatez
En el contexto de la clausura de la Semana de la Ciencia y la Innovación 2009, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Narro Robles, pronunció un discurso enérgico y elocuente en el que criticó la miopía política y el majestuoso dogmatismo en torno a un modelo desvencijado y contraproducente, al tiempo que fustigó el distanciamiento enfermizo (de las autoridades) respecto de los problemas y carencias de la mayoría, el cual, dijo, mantiene al país sumido en la ignorancia de la historia, la cortedad de metas hacia el futuro y la amenaza de la inestabilidad social.
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El Correo Ilustrado
Huamantlecos defienden parque
Una agrupación de ciudadanos de Huamantla, Tlaxcala –formada por trabajadores, amas de casa, intelectuales, empresarios, artesanos, estudiantes, profesionistas y comerciantes–, por iniciativa propia y sin ningún fin de lucro o político, protesta enérgicamente por la remodelación que ha iniciado autoritariamente el presidente municipal Raúl Cervantes López, ya que sin tomar en cuenta la opinión de los ciudadanos y de expertos (como es su costumbre) pretende modificar la arquitectura del parque que tiene un alto valor histórico.
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Miguel Concha: Elección de nuevo titular de la CNDH
El pleno del Senado de la República aprobó el jueves la convocatoria para la elección del nuevo titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). El lunes será publicada en cinco diarios de circulación nacional. Con el propósito de desarrollar, de acuerdo con los principios de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad un procedimiento transparente y democrático que brinde certidumbre jurídica a la elección del presidente de la CNDH (sic), el 2 de septiembre último la Junta de Coordinación Política (JCP) se había comprometido en un acuerdo a aprobar a más tardar el día 28 de este mes un proyecto de convocatoria abierta que atendiera a las disposiciones constitucionales y legales que regulan dicha elección, que hasta el día 21 anterior le presentaran las comisiones unidas de Derechos Humanos, Procuración de Justicia y primera de Estudios Legislativos. Como estuvo establecido, el lunes pasado estas comisiones unidas entregaron a la JCP un proyecto consensuado de convocatoria, que fue aprobada el martes siguiente. De acuerdo con la convocatoria, desde el próximo lunes y hasta el 9 de octubre se recibirán las candidaturas en la oficialía de partes del Senado. El 12 de octubre las comisiones unidas de Derechos Humanos, Justicia y primera de Estudios Legislativos determinarán las candidaturas que cumplan con los requisitos de elegibilidad establecidos en el artículo 9 de la ley de la CNDH, y satisfagan sus bases.
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Matteo Dean: Desalojo en La Jungla
En la madrugada del 22 de septiembre pasado, 500 elementos de la policía antimotines francesa ocupaban el campo de refugiados de Calais, en el extremo norte del país, frente a las costas de Gran Bretaña. La ocupación duró horas, sin duda las necesarias para detener a 278 migrantes (lo cual habla claro de las relaciones de fuerza que el gobierno francés quiso imponer), secuestrar los bienes de éstos y arrasar con todo lo que encontraron a su paso, incluida una improvisada mezquita que los migrantes habían construido.
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Arturo Alcalde Justiniani: La iniciativa Creel y la transparencia sindical
La transparencia sindical constituye una vía privilegiada para avanzar en la democratización del mundo del trabajo. Buena parte de los vicios y corruptelas que obstaculizan este tránsito están fundados en ocultar información tanto a los trabajadores como a la sociedad en su conjunto.
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Enrique Calderón Alzati / III: Porque tenemos que ser pobres
En dos artículos anteriores he venido describiendo diferentes políticas y medidas empleadas por nuestros gobernantes, que han llevado a la pobreza a amplios sectores de la sociedad y al país en general; comenté el ejemplo del caso de la industria de la madera, señalando que mientras en Finlandia esta industria le ha permitido convertirse en una de las economías más desarrolladas del mundo, en México, con un periodo de crecimiento de los árboles cuatro veces más corto y con una variedad forestal y una superficie de bosques varias veces mayor, nuestra industria maderera prácticamente representa una parte pequeñísima de nuestro producto interno, ¿A qué se debe esto?
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Immanuel Wallerstein: La política estadunidense y las intervenciones militares
En las últimas semanas, hay un marcado aumento de llamados, procedentes tanto de los demócratas liberales como de los republicanos conservadores, que piden algún tipo de pronta estrategia de salida de Afganistán. Esto ocurre en el justo momento en que el general Stanley McChrystal, comandante estadunidense en Afganistán, y el secretario de Defensa, Robert Gates, están a punto de recomendarle formalmente al presidente Obama que incremente los compromisos de las tropas estadunidenses allá.
No hay nada seguro, pero la expectativa general es que Obama acceda a esto. Después de todo, durante las elecciones dijo que consideraba un error la intervención estadunidense en Irak y que quería una retirada pronta. Una de las razones que dio fue que eso había evitado el envío de suficientes tropas a Afganistán. Ésta era una versión del concepto de mala guerra, buena guerra. Irak era una mala guerra, Afganistán era una guerra buena.
Parece que ha habido mucho debate en el círculo interno del presidente Obama en torno a si es prudente escalar los compromisos militares estadunidenses en Afganistán. Se dice que el principal oponente al escalamiento de tropas en Afganistán es nada menos que el vicepresidente Biden. A éste siempre se le ha considerado un halcón demócrata. Así que, ¿cómo es que ahora es él quien se opone a la escalada de tropas? Se dice que la razón es que considera que Afganistán es un pantano irremediable y que invertir tropas ahí impediría que Estados Unidos se concentrara en la zona realmente importante: Pakistán. Así que he aquí una nueva versión de la doctrina de una mala guerra y una buena guerra. Afganistán se vuelve una mala guerra. Pakistán es la buena guerra.
¿Por qué es tan difícil para Estados Unidos zafarse de intervenciones militares que tan patentemente está perdiendo? Algunos analistas de izquierda, en ese país y en otras partes, dicen que ocurre porque es una potencia imperialista y por tanto se involucra en intervenciones militares con el fin de mantener su poder económico y político en el mundo. Esta explicación es bastante insuficiente, por la sencilla razón de que Estados Unidos no ha ganado una confrontación militar importante desde 1945. Como potencia imperialista, ha mostrado una gran incompetencia en conseguir sus objetivos.
Consideremos las cinco guerras en que Estados Unidos ha comprometido grandes cantidades de tropas desde 1945. La mayor –en términos de número de tropas, costos económicos e impacto político– fue Vietnam. Estados Unidos perdió la guerra. Las otras cuatro fueron la de Corea, la primera guerra del golfo, la invasión de Afganistán y la segunda invasión de Irak. La guerra de Corea y la primera guerra del golfo fueron empates políticos. Terminaron en el punto exacto en que comenzaron. Es claro que Estados Unidos está perdiendo la guerra en Afganistán. Creo que la historia juzgará también la segunda invasión de Irak como empate. Cuando por fin se retire Estados Unidos, no será más fuerte políticamente que cuando se metió –de hecho es probable lo opuesto.
Así, ¿qué impulsa a Estados Unidos a involucrarse en acciones de tal derrota política propia, especialmente si uno piensa en Estados Unidos como una potencia hegemónica que intenta controlar al mundo entero para sacarle ventaja? Para responder a esto, debemos echar una mira a la política interna de Estados Unidos.
Todas las grandes potencias, en especial las hegemónicas, son intensamente nacionalistas. Creen en sí mismas y en su derecho moral y político de afirmar sus (así llamados) intereses nacionales. La abrumadora mayoría de sus ciudadanos se considera patriota, y busca que esto signifique que su gobierno debe, de hecho, afirmarse vigorosa y si es necesario militarmente en el ámbito mundial. Desde 1945, el porcentaje de la población que en Estados Unidos es, por principio, antimperialista, es políticamente insignificante.
La política estadunidense no se divide entre simpatizantes y opositores del imperialismo. Se divide entre los que son fuertemente intervencionistas y quienes creen en la Fortaleza América. A los últimos solían llamarlos aislacionistas. Los aislacionistas no son antimilitares. De hecho, tienden a darle fuerte respaldo a invertir financieramente en fuerzas militares. Sin embargo, son escépticos en cuanto a utilizar estas fuerzas en lugares lejanos.
Por supuesto, hay toda una gama de posiciones intermedias entre los extremos de esta hendidura. El asunto crucial es que casi ningún político está dispuesto a llamar a una reducción seria en los gastos militares estadunidenses. Es por eso que muchos de ellos entran a distinguir entre una guerra mala y una guerra buena. Justifican la reducción de los militares en las guerras malas y sugirieren que hay otros mejores usos para los militares. En este punto, debemos analizar las diferencias entre los partidos Demócrata y Republicano al respecto de estas cuestiones. El ala aislacionista del Partido Republicano fue muy fuerte antes de la Segunda Guerra Mundial, pero desde 1945 se ha vuelto muy pequeña. Desde 1945 los republicanos han tendido a hacer llamados en pos de inversiones mayores en aspectos militares y es común que argumenten que los demócratas han sido muy suaves en cuestiones militares.
El hecho de que los republicanos hayan sido muy inconsistentes al respecto no parece haber afectado su imagen pública. Por ejemplo, cuando el presidente Clinton quiso enviar tropas a los Balcanes, los republicanos se opusieron. No tuvo importancia. El público estadunidense parece tomar a los republicanos, en su palabra, como halcones patriotas, no importa lo que hagan.
Los demócratas tienen el problema contrario. Ha habido una gran cantidad de libros con argumentos creíbles que muestran que los gobiernos demócratas han estado más dispuestos que los gobiernos republicanos a involucrarse en intervenciones militares en el extranjero (por ejemplo Corea y Vietnam). No obstante, los republicanos denuncian constantemente a los demócratas por ser palomas en sus puntos de vista militares. Es cierto que una gran minoría de votantes demócratas ha sido, de hecho, paloma, pero esto no es el caso de un gran número de políticos demócratas. Estos políticos siempre han estado preocupados de que sus votantes los consideren palomas y se vuelvan en su contra por esa razón.
Los demócratas por tanto, casi siempre han utilizado la línea de la mala guerra y la buena guerra. Eso no le ha hecho mucho bien. Los demócratas parecen estar atrapados en la etiqueta de ser menos machos que los republicanos. Así que la cuestión es sencilla. Cuando Obama hace sus decisiones sobre estos asuntos, no es suficiente que él analice si hace sentido en términos militares o políticos que haya una escalada de tropas en Afganistán o no la haya. Por encima de todo, él se preocupa de que él, o más ampliamente el Partido Demócrata, sean etiquetados de nuevo como capitulantes, de palomas, como los que han perdido países a los enemigos –a la Unión Soviética en los viejos tiempos, a los terroristas, hoy.
Entonces es probable que Obama envíe más tropas, y la guerra de Afganistán entrará en el sendero de la guerra de Vietnam. Sólo que, para Estados Unidos, el resultado será peor, porque no hay un grupo oponente, racional y coherente, ante quien perder la guerra –que permita a los helicópteros estadunidenses retirar sus tropas sin dispararles. Alguna vez que Bertold Brecht se puso cínico o se enojó con los regímenes comunistas, les dijo que, si el pueblo se rebelaba contra su sabiduría, debían cambiar al pueblo. Tal vez es lo que Obama necesita hacer –cambiar al pueblo, su pueblo. O tal vez, con el tiempo, el pueblo se cambie a sí mismo, y si Estados Unidos pierde muchas más guerras, sus ciudadanos se despierten dándose cuenta que las intervenciones militares estadunidenses en el extranjero son gastos militares increíblemente grandes en casa y no son la solución a sus problemas, sino el mayor impedimento para la supervivencia y el bienestar nacional estadunidense.
Traducción: Ramón Vera Herrera
© Immanuel Wallerstein
Silvia Ribeiro*: Lógicas porcinas y vacunas más peligrosas que la gripe
Ante los rebrotes de la gripe porcina y la amenaza de nuevos contagios masivos en las estaciones frías que se aproximan en el hemisferio norte, varios gobiernos se aprestan a iniciar campañas de vacunación masiva, todas con gran drenaje de recursos públicos, que invariablemente beneficiarán al pequeño club de trasnacionales farmacéuticas que monopolizan las patentes y fabricación de vacunas a nivel global.
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Carlos Monsiváis: De Jaime a Chepita: guarda tu corazón; entiérrame en él
Jaime Sabines: ¿Te acunaron en versos?
Alejandro Encinas Rodríguez
Oportunidades truncas
La comparecencia de los titulares de Hacienda y Desarrollo Social ante la Cámara de Diputados ha puesto en evidencia, además de la debilidad e inconsistencia del paquete económico 2010, la ausencia de una política social que, lejos de cumplir con los objetivos de combatir la pobreza, enfrentar la desigualdad y mejorar el bienestar de los mexicanos, incrementa sistemáticamente la inequidad en el país.
Aunque parezca absurdo, mientras más recursos se canalizan a combatir la pobreza, más pobres existen en el país. Ya que mientras de 2004 a 2009 los recursos del programa Oportunidades pasaron de 25 mil 600 millones de pesos a 47 mil 800 millones, la pobreza se incrementó. De acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), de 2006 a 2008 la pobreza alimentaria alcanzó a 18% de la población, la pobreza de capacidades a 24% y la pobreza patrimonial a 47% de la misma, es decir, 55 millones de mexicanos no cuentan con las condiciones mínimas para acceder a una vida digna.
México se ha convertido en una gran fábrica de pobres muy pobres, que al mismo tiempo manufactura una pequeña élite aristocrática, en la que 50% de los mexicanos recibe 17% del ingreso, en tanto un privilegiado 10% de los mexicanos concentra 40% del total.
Pese a la contundencia de los propios datos oficiales, el Ejecutivo federal insiste en las bondades del programa Oportunidades. Señala que con este programa ha disminuido la deserción escolar y la violencia intrafamiliar, se han mejorado los índices de alimentación y con ello “ha disminuido la anemia que padecen las mujeres embarazadas”, en un discurso sólo equiparable con la afirmación del entonces procurador general de la República de “que aunque no se crea, le vamos ganado la guerra al crimen organizado”.
Con el gravamen de 2% que se pretende establecer a todo consumo de bienes o servicios —incluidos alimentos y medicinas— se grava el consumo de los más pobres, para supuestamente reintegrarlo posteriormente. Lo que muestra una vez más la inconsistencia de la política fiscal que, gravando el consumo, contrae el mercado interno, en lugar de enfrentar el régimen de privilegios de las grandes empresas, que bajo el esquema de los llamados “gastos fiscales” permite la disminución de la recaudación tributaria y la aplicación de regímenes de excepción, facilita exenciones, reducciones y desgravaciones que desvían la estructura regular de cada impuesto en beneficio de un exclusivo club de empresas, lo que da cuenta una vez más del cumplimiento de compromisos con los grupos fácticos, lejos de atender el interés nacional.
Por ejemplo, con el nuevo IVA de 17%, disfrazando el 2% generalizado al consumo para “el combate a la pobreza”, se espera recaudar 70 mil millones de pesos, cuando el boquete fiscal al que se ha referido la Secretaría de Hacienda es de 300 mil mdp, los que pueden obtenerse, sin seguir dañando la economía popular ni a la pequeña y mediana empresas, ya que una alternativa viable, que entraña un replanteamiento de lo hasta ahora implementado, es en primer término enfrentar la evasión fiscal. Con ésta, de acuerdo con el secretario Carstens, se deja de captar 25% del potencial, especialmente de causantes mayores, que representan 500 mil millones de pesos; también sería posible establecer gravámenes especiales a las grandes cadenas comerciales y de la industria alimentaria, a las que se devuelven 90 mil mdp anuales por IVA; o eliminar los regímenes especiales que permiten que hasta 465 mil mdp se dejen de captar.
Estas son medidas que permitirían un verdadero cambio estructural y no sólo cubrir el llamado boquete fiscal, a fin de superar la crisis a partir de la reactivación de la planta productiva, la defensa y la promoción del empleo, la reconstrucción de la red de solidaridad social y de proteger la economía popular, y así enfrentar la pobreza, la inequidad y vivir, no mejor, sino vivir con bienestar.
alejandro.encinas@congreso.gob.mx
Coordinador general del grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados
Porfirio Muñoz Ledo
Bloque conservador
Después del mensaje del 2 de septiembre algunos entendieron que Calderón retomaba la iniciativa después de su derrota electoral y pretendía exhibir a los priístas como “los verdaderos guardianes del orden injusto y autoritario”. Olvidaron que ambos navegan en la misma embarcación y sólo están disputando la gorra de capitán.
Ricardo Raphael enumeró aquí los poderes reales que vedan la consumación de los cambios anunciados e impiden una reforma fiscal con vocación distributiva. Concluyó que “en las coordenadas donde cohabitan esos intereses se encuentra el anclaje del poder conservador mexicano”.
A cada coyuntura de riesgo se repite sin falla el abrazo de Acatempan. El pacto histórico de 1988 —documentado por Martha Anaya— que hizo posible la entronización de Carlos Salinas mediante el concurso del PAN y la implantación definitiva del ciclo neoliberal. Lo demás es esgrima verbal para deleite de galerías.
Así lo vivimos en el Congreso. La contundencia de los votos acalla las fanfarrias guerreras. Ayer, durante el prolongado eclipse de García Luna, observamos que seis grupos parlamentarios habían solicitado la renuncia del funcionario. Pedimos una votación en ese sentido y la mayoría de los diputados se retractó mediante el silencio.
La cuestión de la huelga de Cananea tuvo un desenlace afrentoso. Un legislador del Partido Verde presentó exhorto al Ejecutivo para que proceda a retirar la concesión a la empresa Minera México, demanda que ya había formulado otro del PRI. El rechazo fue aplastante: 85 votos a favor y 305 en contra.
La ratificación por el Senado del nuevo procurador —75 a favor y 27 en contra— entraña una imperdonable falta de decoro político. Mientras diputados del mismo partido descalificaban con ardor las acciones de seguridad pública, sus colegas de la otra cámara avalaban el nombramiento de quien manifiestamente llega para apuntalarlas.
Había quedado en claro que sus turbios antecedentes no lo hacían elegible para el cargo. El repudio social debiera alcanzar ahora a quienes lo aprobaron. Pretextar que si lo repudiaban el Ejecutivo podría enviarles otro peor es argumento pueril. Nada justifica que los legisladores se hagan corresponsables de un nombramiento artero.
Los líderes de los partidos involucrados propalan que ha llegado la hora de reformar el Estado en tanto que sus representantes eluden lo esencial del debate: una de las más urgentes asignaturas es la autonomía constitucional del Ministerio Público y su elección a cargo del Congreso. Sobre esa reivindicación inaplazable nada se dijo y nada se hará.
En la aprobación del paquete fiscal ocurrirán escenas semejantes. Sólo que la negociación habrá de ser más tortuosa por razones doblemente clientelares. Para sortear cualquier daño a los mayores intereses económicos por el lado del ingreso y para repartir los beneficios del egreso entre una legión de peticionarios encabezada por los gobernadores.
El impuesto del 2% es regresivo y demagógico, pero no es el peor de todos. Hacienda echó sus redes y el gobierno sus megáfonos para atrapar a los incautos y ofrecer salidas a sus cómplices. Es deplorable que traten siempre de pescar en las aguas de los que menos tienen y finjan ignorar que la elevada concentración del ingreso es la causa eficiente de la crisis.
El debilitamiento del Estado y su parálisis frente a los poderes de facto ha sido condición y consecuencia del modelo económico que nos fue impuesto. Imposible transformar éste si no se reconstruyen las instituciones públicas a partir de sus fundamentos. El bloque hegemónico sólo promoverá retoques ornamentales, como la erección de un jefe de gabinete, a fin de mejor compartir la dominación.
El edificio está a punto de desplomarse sobre nosotros. La solución ha de ser radical: venir pronto y desde la sociedad.
Diputado federal (PT)
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