José Agustín Ortiz Pinchetti: El Despertar
Monsiváis criticó chocarrero, las biografías tienen límites atroces: del nacimiento a la muerte. Muerto el personaje se acabó la crónica (Días de guardar, 1970). Esto va contra la religión y el discurso oficial (porque no ha muerto… vive en nuestros corazones, etcétera) y contra el sentido común. La biografía de Monsiváis antes de su nacimiento permite entender a este personaje singular. Habría que seguirle la pista después de su fallecimiento.
Monsiváis antes Monsiváis. Nadie nace con una mano adelante y otra atrás. Todos tenemos un acervo que dilapidar.
Monsi (1938-2010) sufrió, como su generación, varias influencias simultáneas sin acabar de asimilar ninguna de ellas. El cardenismo y la reacción en su contra, la dicotomía entre la retórica de la revolución y la realidad conservadora; la influencia estadunidense avasalladora; las ideologías totalitarias: el estalinismo, el nazismo, el fascismo; la Segunda Guerra Mundial y su desenlace; soterrada, profunda, la tradición liberal. Monsiváis fue un joven comunista pero maduro rompió con el castrismo y se inclinó por el rescate de lo mejor del liberalismo del siglo XIX. En su funeral cantaron La paloma y no La Internacional. Él tenía sus propios karmas: mestizo y pobre en una elite intelectual de criollos; protestante en un país católico; habitante de barrio, lejano de los habitáculos de sus pares.
Monsiváis después de Monsiváis. CM tendrá vida intensa en el primer año después de su fallecimiento. La lectura y venta de sus obras aumentará como espuma. Como dice Carlos Fuentes, las obras (incluyendo los videos) hacen inmortales a los escritores. Y la leyenda: Monsiváis es muy popular, aunque sus libros estén escritos en un estilo barroco y culterano. El habitar con la gente común, coincidir con sus causas y regocijos, le ha dado un lugar privilegiado. Y el oficialismo: habrá calles Monsiváis, parques y plazas, y hasta una estatua ecuestre.
En 2025, a los 15 años de su muerte, muchos de su generación habremos desaparecido. Otras generaciones nos estarán sustituyendo. Si la democracia echa raíces en México, CM se volverá un precursor. Hay algo que hará perenne a Monsi: su actitud. Su dura voluntad de desafiar a los poderosos, ridiculizarlos, ponerlos en su lugar, no depender de ellos ni de sus nóminas. El caso Monsiváis se ajusta a lo que dijo Julio Torri: toda la historia de la vida de un hombre está en su actitud.
joseaorpin@hotmail.com.mx
Monsiváis criticó chocarrero, las biografías tienen límites atroces: del nacimiento a la muerte. Muerto el personaje se acabó la crónica (Días de guardar, 1970). Esto va contra la religión y el discurso oficial (porque no ha muerto… vive en nuestros corazones, etcétera) y contra el sentido común. La biografía de Monsiváis antes de su nacimiento permite entender a este personaje singular. Habría que seguirle la pista después de su fallecimiento.
Monsiváis antes Monsiváis. Nadie nace con una mano adelante y otra atrás. Todos tenemos un acervo que dilapidar.
Monsi (1938-2010) sufrió, como su generación, varias influencias simultáneas sin acabar de asimilar ninguna de ellas. El cardenismo y la reacción en su contra, la dicotomía entre la retórica de la revolución y la realidad conservadora; la influencia estadunidense avasalladora; las ideologías totalitarias: el estalinismo, el nazismo, el fascismo; la Segunda Guerra Mundial y su desenlace; soterrada, profunda, la tradición liberal. Monsiváis fue un joven comunista pero maduro rompió con el castrismo y se inclinó por el rescate de lo mejor del liberalismo del siglo XIX. En su funeral cantaron La paloma y no La Internacional. Él tenía sus propios karmas: mestizo y pobre en una elite intelectual de criollos; protestante en un país católico; habitante de barrio, lejano de los habitáculos de sus pares.
Monsiváis después de Monsiváis. CM tendrá vida intensa en el primer año después de su fallecimiento. La lectura y venta de sus obras aumentará como espuma. Como dice Carlos Fuentes, las obras (incluyendo los videos) hacen inmortales a los escritores. Y la leyenda: Monsiváis es muy popular, aunque sus libros estén escritos en un estilo barroco y culterano. El habitar con la gente común, coincidir con sus causas y regocijos, le ha dado un lugar privilegiado. Y el oficialismo: habrá calles Monsiváis, parques y plazas, y hasta una estatua ecuestre.
En 2025, a los 15 años de su muerte, muchos de su generación habremos desaparecido. Otras generaciones nos estarán sustituyendo. Si la democracia echa raíces en México, CM se volverá un precursor. Hay algo que hará perenne a Monsi: su actitud. Su dura voluntad de desafiar a los poderosos, ridiculizarlos, ponerlos en su lugar, no depender de ellos ni de sus nóminas. El caso Monsiváis se ajusta a lo que dijo Julio Torri: toda la historia de la vida de un hombre está en su actitud.
joseaorpin@hotmail.com.mx
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
La dupla anglosajona de Estados Unidos (EU) y Gran Bretaña (GB) en la cuarta cumbre del G-20 todavía exhibe el control de las sedes (Washington, Londres, Pittsburg y Toronto) y la agenda, así como su capacidad de bloqueo a las propuestas creativas del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
El G-20, inventado con criterios reduccionistas economicistas por la dupla anglosajona de EU y GB, constituye en realidad un híbrido del caduco G-7 –a quien el propio Obama ungió las deshonras fúnebres– y del ascendente grupo cuatripartita de potencias emergentes, todavía muy laxo, BRIC.
León García Soler: A la Mitad del Foro
Después de cruzar el pantano, los ciudadanos van a depositar sus votos en las urnas. De hoy en ocho. Con gobernantes, funcionarios, dirigentes del sistema plural de partidos, uno que otro candidato, y el individuo en quien se deposita el Supremo Poder Ejecutivo de la Unión, ensuciados, batidos en el lodazal. Y para colmo, con los plumajes manchados inútilmente. Dentro de ocho días, por la noche, hablarán las cifras preliminares: Este ganó y este perdió. Y como siempre, como ha de ser y es en los palenques, antes de pagar las apuestas, habrá que gritar si no hay quién reclame. Y nuestra transición en presente continuo arrastrará a los sonámbulos al filo del agua, los llevará a tribunales, donde los Salomones discutirán auténticas estulticias. No por culpa suya sino de los litigantes, de los que arrojan el lodo y se quejan de ausencia de claridad. Pero hubo alguna vez un primer mandatario tan ayuno de ayudantes que en vísperas de elecciones anuncie urbi et orbi la condonación de la tenencia de autos nuevos; a unos cuantos días de que se elijan 12 gobernadores y en 14 entidades se integren autoridades municipales y congresos locales. Burda maniobra. Inútil, además. Los asesores áulicos de Felipe Calderón lo exhibieron, lo expusieron a la burla de sus opositores, lo expusieron a parecer autor intelectual, cómplice al menos, de las locuras delincuenciales de César Nava. Y a tropezar dos veces con la misma piedra.
El Buscón: Telescopio
De todo un poco (uno): Mientras los diarios latinoamericanos –porque en este rincón de América el futbol todavía ofrece satisfacciones a grandes multitudes que no tienen otro motivo para estar contentas– dedican sus primeras planas a la Copa Mundial, algunas noticias se filtran con dificultad. Por ejemplo, el diario argentino Página 12 informa que la economía del país creció 9.7 por ciento en abril con respecto al mismo mes del año anterior. El motor de ese crecimiento fue el notable aumento del consumo, de las inversiones y de las exportaciones, debido entre otras cosas a una mayor demanda brasileña. El diario boliviano La Razón dice que Evo Morales llamó a Barack Obama para decirle que podría expulsar a la USAID por su injerencia en Bolivia. El mismo periódico agrega que el país produjo drogas por valor de 500 millones de dólares (el monto monetario de la producción mundial asciende a 72 mil millones). Por su parte, el también boliviano Los Tiempos destaca que la justicia condenó a 30 años de cárcel a ocho de 13 comuneros que en 2008, en Epizana, lincharon a tres policías.
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Desde otras ciudades
París. Un joven mecánico parisiense me da un informe, a causa de mi acento pregunta mi nacionalidad y cuando se la digo exclama: ¡Vive le Mexique! y añade la France le mérite (se lo merece Francia). Me sorprende el comentario y noto sus rasgos árabes. En el Metro, unos jóvenes negros escandalizan con el tono de voz a los otros pasajeros, pero sobre todo con sus comentarios desmedidos contra los Bleus (los Azules, equivalente del Tri con que llamamos al equipo mexicano). En YouTube se ve a la ministro de la Salud y el Deporte, Rosalyne Bachelot, mirar el partido Francia-México y exclamar ¡Los aztecas! !Bistecas! El experto francés en el tema, Christian Gourcuff, declara que el pueblo francés no es deportivo para explicar lo que la prensa en general llama un campo en ruinas, refiriéndose a su resultado en la Copa Mundial 2010.
Cristina Pacheco: Mar de Historias
Hace tiempo corrió el rumor de que el bajo-puente dejaría de ser estacionamiento de combis para volverse pista de patinaje. Nadie lo creyó. Resultaba difícil que un espacio tan árido, tan contaminado, pudiera parecer atractivo a los aficionados al deporte.
Cuando empezaron los trabajos de acondicionamiento pasamos de la incredulidad a las protestas. Algunos las fundaban en el temor de que, con la excusa de divertirse patinando, se reunieran aquí vagos y drogadictos; otros alegaban lo inadecuado del espacio. Entre la pista y la avenida no había ni hay muro de contención. Cabe el riesgo de que un patinador, al hacer un giro equivocado, caiga entre los automóviles, los camiones y los tráileres que circulan por aquí a toda hora.
Carlos Martínez Rentería: Salón Palacio
Muy emocionante ha sido constatar el entrañable cariño que conquistó Carlos Monsiváis entre los más diversos estratos sociales y trincheras políticas e intelectuales del país. Las decenas de páginas que todos los medios impresos han dedicado (particularmente, La Jornada) para despedir al sabio y ubicuo cronista no alcanzan a cubrir sus múltiples facetas. Muy pocos en la historia contemporánea de este país, de corta memoria, podrían esperar una despedida tan sincera. Como ejemplo de la generosa y polifacética vitalidad de Monsi, menciono aquí cuatro instantes que compartimos con él.
Contra la pobreza, pocas perspectivas
Enmedio de una polémica sobre la pertinencia de estimular el desarrollo económico a través del gasto público o recrudecer la disciplina fiscal y el recorte a los presupuestos, se inició ayer en Toronto, Canadá, la cumbre del Grupo de los 20 (G-20), que reúne a los países más industrializados del orbe más Rusia (el G-8); a 11 economías emergentes, México incluido, y a la Unión Europea como bloque. La víspera, en una reunión realizada en Huntsville, al norte de Toronto, los representantes del G-8 reconocieron que la recuperación a escala planetaria es todavía frágil y que la crisis económica reciente –la mayor en generaciones– ha puesto en peligro los Objetivos del Milenio, entre los cuales se encuentra reducir a la mitad de la pobreza y el hambre, lograr la enseñanza primaria universal y disminuir en dos tercios la mortalidad infantil para el año 2015.
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El Correo Ilustrado
Carta al embajador venezolano
Excelentísimo señor embajador de la República Bolivariana de Venezuela, doctor Trino Alcides Díaz:
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Rolando Cordera Campos: Los dilemas mexicanos
Asisto de prisa a un panel del Primer Seminario Internacional sobre Desarrollo Local Sustentable de la UAM Azcapotzalco, invitado por la maestra Gretchen González Parodi. En el panel, coordinado por el amigo René Coulomb, dos de los excelentes trabajos presentados, debidos a los doctores Abelardo Ávila y Pablo Yanez, me confirman en la visión preanalítica que quería exponer: no estamos ya ante un panorama donde lo que se requiere es de pasos adicionales en el camino adoptado para el desarrollo y la calidad de vida de los mexicanos, sino ante la imperiosa necesidad de cambiar de rumbo, de reformar las reformas y de adoptar como divisa central de la nueva República que ésta es la hora de la igualdad, como lo propusiera la Cepal en Brasilia hace unas semanas.
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Robert Fisk: La película que confronta la verdad sobre Afganistán
Cuando era estudiante, viajaba al festival de Edimburgo con mi amigo Julian Holt a ver películas. Había varias razones para ello. Como fanático de los trenes, quería sacar fotografías de las locomotoras de vapor en la estación de Waverley. Me fascinaba el cine y tenía ambiciones de ser crítico, además de corresponsal extranjero, una vez que hubiera escapado de mis padres sobreprotectores. Eran los días de El cuchillo en el agua, de Roman Polanski, y de la Nueva Ola francesa. El maestro Fisk se alojaba en una desolada casa de huéspedes en el empobrecido puerto de Leith, lleno de borrachos y barcos viejos, si bien ocasionalmente se me podía ver en el salón de té Crawford, en Princess Street, leyendo ostentosamente mi ejemplar de Cahiers du Cinema.
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José Antonio Rojas Nieto: La superación de la crisis económica
Este viernes, la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio de Estados Unidos (www.bea.gov) informó de la dinámica productiva (a mayo) en el vecino país. Confirman que la capacidad industrial utilizada y la producción industrial se recuperan. Sí, por quinto mes consecutivo, la producción industrial del mes es mayor que la del mismo mes del año anterior. Pero estos cinco meses de crecimiento fueron precedidos por seis de crecimientos cada vez menores o descensos. Coloquialmente se dice que la curva del nivel de la producción industrial dio vuelta (dejó de caer) en julio de 2009. Luego de 18 meses –sí, 18– de crecimiento cada vez menor e, incluso, negativo. No hay duda.
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Ángeles González Gamio: Las nuevas especies
Miles de líneas se han escrito los días recientes sobre Carlos Monsiváis. Todo mundo tiene algo que decir. Resulta increíble que, excepto los que escriben de deportes, todos los demás han comentado algo sobre Monsi, como cada día más personas se refieren a él, particularmente desde el día de su muerte. Me he topado con varias que quizá lo vieron de lejos en alguna plática y que si acaso, alguna vez leyeron su Por mi madre, bohemios, y que me dicen consternados: ¡se nos fue Monsi!
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Alexander Naime S.: Un bum en Sudáfrica
Una oscura preocupación se filtra en el espíritu insubordinado del Mundial. La defectuosa seguridad de Sudáfrica y la magnitud televisiva del encuentro es un binomio de espanto. Naciones como Nigeria, Holanda, Estados Unidos e Inglaterra han traído su cuerpo privado de seguridad para proteger a sus jugadores y evitar incidentes. Los dos últimos países, presintiendo la enemistad del mundo por su política exterior, han enviado a fuerzas especiales que superan los 100 hombres armados.
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Bárbara Jacobs: El arma del escritor
El problema de estar bien y de sentirme bien es que quiero leer todos los libros, incluso los que ya he leído, y quiero correr todas las aventuras, incluso las que sé que me sería imposible correr, como la de leer todos los libros, por ejemplo, los llevaría en barco en un viaje tan largo como la lectura sin fin requiriera y, al regresar, a donde fuera que regresara, los comentaría uno tras otro, regresaría sabia y contenta, cargada de un tesoro, y me sentaría a escribir, cuando un escritor tiene algo que dar, debe encontrar la manera de darlo. Ten la conciencia tranquila en cuanto a los privilegios que te confiere tu oficio de escritor, escribió Danilo Kis en los ochentas en uno de sus mandamientos o Consejos a un joven escritor, que Jesús García acaba de publicar en su Colección Visor de Poesía y que leí en estos días, lectura que me condujo a averiguar quién era Kis, que se me adelantó a llamar privilegiada la vida del escritor, cuyo privilegio es el de dar lo que tiene. Todos llevamos vidas difíciles, pero a los escritores nos corresponde hacer algo con esas vidas, es nuestro deber rescatarlas en nuestro privilegiado trabajo. Kis sostuvo que lo que él observaba era lo que se podía ver a simple vista, y que sin embargo la gente era incapaz de ver.
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Sara Sefchovich
El legado
El legado
Se ha dicho mucho que Carlos Monsiváis se burlaba de todo y de todos, incluido de sí mismo. Pero se ha dicho menos, que había ciertos temas de los que nunca se rió ni ironizó, y de los que pensó que “no admiten en método Rashomon”, que consiste en creer que todo se puede entender de muchas maneras distintas, según el cristal con que se mira o el lugar desde donde se lo mira.
Uno de esos era el de los animales. Monsiváis era un adorador de los gatos. Llegó a tener una docena que iban y venían por su casa y su escritorio. “Agradezco el equilibrio sicológico que procuran los gatos. En ellos siempre encuentro un elemento para la restauración de mi ánimo”, dijo en 2005.
Tan importantes eran para él, que en uno de los discursos que se dijeron en su honor en el Teatro de la Ciudad, Marta Lamas, su amiga entrañable, consideró necesario explicarles a los asistentes lo que sucedería con los gatos deCarlos Monsiváis ahora que él no está más: a todos se les va a colocar con personas que los cuiden bien, dijo.
Monsiváis no podía soportar la crueldad contra los animales, que se ejerce de modo tan generalizado y tan impune en nuestra sociedad, por igual por parte de ricos que de pobres, de ilustrados que de analfabetas, de jóvenes que de viejos, de mujeres que de hombres.
El día en que lo estaban homenajeando de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, EL UNIVERSAL Online traía en la portada una carta de un ciudadano relatando el maltrato a los elefantes en un circo, tan severo que chillan a todo pulmón y sus gritos desgarradores se oyen a la distancia. ¿Cómo explicarse ese trato a un ser que trabaja para nosotros y nos da de comer?
Y sin embargo así es, a los caballos y burros se les golpea sin piedad, y se les da apenas de comer, a las ballenas que se usan en los espectáculos (la famosa Keiko una de ellas) se las deja enfermas. A pocos animales se les trata peor que a los de pelea, gallos y perros, que se juegan la vida para que su dueño gane miles de pesos y cuando sobreviven los abandonan, las heridas se infectan y la muerte es lenta y entre terribles dolores.
Y ni qué decir del maltrato a los animales domésticos, a los pájaros encerrados en jaulas pequeñísimas, a los perros amarrados con cadenas o cuerdas tan apretadas y cortas que no se pueden mover, viviendo a la intemperie, bajo el sol ardiente o la lluvia, sin agua y días enteros sin alimento. En este diario se publicó hace algún tiempo la historia de un perro de casa rica que enloqueció por el encierro en una jaula y hace poco, la historia de otro que había vivido toda su vida con una familia, pero ahora que estaba viejo, lo pateaban y regañaban y apenas si le aventaban algunas sobras para comer.
Y si eso les hacemos a animales que son nuestros, ni qué decir de lo que se le hace a los que no lo son, el maltrato y las torturas a que se somete a los callejeros. En la televisión vimos a un perro al que unos hombres le prendieron fuego sólo por diversión, y aquí he hablado de aquel al que le cortaron los testículos, de aquel al que tres jóvenes de buena familia torturaron brutalmente en Nayarit, del gato al que le sacaron los ojos, del que amarraron a la defensa de un auto y luego arrancaron sin más.
Monsiváis sufría por esto, más de una vez dijo que la izquierda tendría que tomar como causa la defensa de los animales. Donaba dinero para organizaciones y grupos que recogían animales callejeros, como lo atestiguan algunas esquelas que aparecieron en los periódicos y los agradecimientos que periódicamente le hacían. Cualquiera que tocara a su puerta diciendo que le interesaban los animales contaba con él. Así lo cuentan unos vecinos suyos que formaron una asociación para recoger gatos abandonados: “¿Cuántos son ustedes?, les preguntó el cronista cuando lo fueron a ver. Somos dos, le respondieron. Pues ahora ya son tres”, dijo, sumándose inmediatamente a la causa y adoptando a un minino.
Entre las muchas lecciones que nos dio Monsi, está la de la compasión y respeto por todos los seres sintientes, como se les llama en la tradición budista. ¿Seremos capaces de aprenderla?
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
Uno de esos era el de los animales. Monsiváis era un adorador de los gatos. Llegó a tener una docena que iban y venían por su casa y su escritorio. “Agradezco el equilibrio sicológico que procuran los gatos. En ellos siempre encuentro un elemento para la restauración de mi ánimo”, dijo en 2005.
Tan importantes eran para él, que en uno de los discursos que se dijeron en su honor en el Teatro de la Ciudad, Marta Lamas, su amiga entrañable, consideró necesario explicarles a los asistentes lo que sucedería con los gatos deCarlos Monsiváis ahora que él no está más: a todos se les va a colocar con personas que los cuiden bien, dijo.
Monsiváis no podía soportar la crueldad contra los animales, que se ejerce de modo tan generalizado y tan impune en nuestra sociedad, por igual por parte de ricos que de pobres, de ilustrados que de analfabetas, de jóvenes que de viejos, de mujeres que de hombres.
El día en que lo estaban homenajeando de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes, EL UNIVERSAL Online traía en la portada una carta de un ciudadano relatando el maltrato a los elefantes en un circo, tan severo que chillan a todo pulmón y sus gritos desgarradores se oyen a la distancia. ¿Cómo explicarse ese trato a un ser que trabaja para nosotros y nos da de comer?
Y sin embargo así es, a los caballos y burros se les golpea sin piedad, y se les da apenas de comer, a las ballenas que se usan en los espectáculos (la famosa Keiko una de ellas) se las deja enfermas. A pocos animales se les trata peor que a los de pelea, gallos y perros, que se juegan la vida para que su dueño gane miles de pesos y cuando sobreviven los abandonan, las heridas se infectan y la muerte es lenta y entre terribles dolores.
Y ni qué decir del maltrato a los animales domésticos, a los pájaros encerrados en jaulas pequeñísimas, a los perros amarrados con cadenas o cuerdas tan apretadas y cortas que no se pueden mover, viviendo a la intemperie, bajo el sol ardiente o la lluvia, sin agua y días enteros sin alimento. En este diario se publicó hace algún tiempo la historia de un perro de casa rica que enloqueció por el encierro en una jaula y hace poco, la historia de otro que había vivido toda su vida con una familia, pero ahora que estaba viejo, lo pateaban y regañaban y apenas si le aventaban algunas sobras para comer.
Y si eso les hacemos a animales que son nuestros, ni qué decir de lo que se le hace a los que no lo son, el maltrato y las torturas a que se somete a los callejeros. En la televisión vimos a un perro al que unos hombres le prendieron fuego sólo por diversión, y aquí he hablado de aquel al que le cortaron los testículos, de aquel al que tres jóvenes de buena familia torturaron brutalmente en Nayarit, del gato al que le sacaron los ojos, del que amarraron a la defensa de un auto y luego arrancaron sin más.
Monsiváis sufría por esto, más de una vez dijo que la izquierda tendría que tomar como causa la defensa de los animales. Donaba dinero para organizaciones y grupos que recogían animales callejeros, como lo atestiguan algunas esquelas que aparecieron en los periódicos y los agradecimientos que periódicamente le hacían. Cualquiera que tocara a su puerta diciendo que le interesaban los animales contaba con él. Así lo cuentan unos vecinos suyos que formaron una asociación para recoger gatos abandonados: “¿Cuántos son ustedes?, les preguntó el cronista cuando lo fueron a ver. Somos dos, le respondieron. Pues ahora ya son tres”, dijo, sumándose inmediatamente a la causa y adoptando a un minino.
Entre las muchas lecciones que nos dio Monsi, está la de la compasión y respeto por todos los seres sintientes, como se les llama en la tradición budista. ¿Seremos capaces de aprenderla?
sarasef@prodigy.net.mx
Escritora e investigadora en la UNAM
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