Julio Hernández López: Astillero
Los verdaderos festejos oficiales del bicentenario y el centenario culminaron ayer en Sudáfrica con un resultado futbolero que devolvió al país a su maltrecha realidad. Las cúpulas unidas de México, en especial la sección empresarial cuya marca en litigio ha sido Los Pinos, pretendieron confeccionar un discurso histórico alternativo, de presuntos cambios nacionales que habrían de darse a partir de las armas del pensamiento positivo, las buenas vibras, el fraseo optimista, las iniciativas telepromovidas, el Paseo de la Reforma sin tráfico, el Ángel de la Independencia como tribuna, un director técnico con aires de Javier Aguirre y Costilla y la receta épica de hacer sánduiches. ¿Para qué hacer guerras y revoluciones, independencias y levantamientos armados, si todo se puede cambiar a partir del voluntarismo, de la buena actitud, del kalimanismo elevado a doctrina de Estado? En 1810, el Grito de Dolores; en 1910, el Plan de San Luis; en 2010, el anuncio televisivo de Aguirre: Independencia, Revolución y Quinto Partido e incluso finales futboleras, tal sería la continuidad del libreto histórico de las gestas nacionales.
Pero no hubo tal: del sí se puede del fatalismo esperanzado de siempre al fallido sí se pudo que acabó en mexicanísimo ya ni pedo. Del Aguirre de los anuncios mentirosos de la televisión al gestualmente desertor Aguirre que pertrechándose tras una cachucha se negaba a dar la cara a la prensa un día antes del partido en que se según eso se confirmaría su tesis peregrina de que se estaría cambiando la historia a partir de ciertas patadas tácticamente bien colocadas que, desde luego, no se dieron frente a la selección argentina, estadística y evidentemente mejor armada en lo físico, lo futbolístico y lo anímico.
Al hacer ese indeseado mutis, la selección sanduichera tiene el mal gusto de dejar al descubierto los feos detalles del escenario político mexicano y permitir que la atención retorne a lo cotidiano, a la crisis y el horror. Por ejemplo, al cochinero electoral generalizado que entre violencia, amenazas, grabaciones cisénicas, dinero público y contribuciones tóxicas tiene en jaque los procesos cívicos en varias entidades, ya desde ahora encaminados al tutelaje bajo sospecha del Ejército y la Policía Federal, sembrados de perversiones teóricas a causa de las alianzas perreánicas, dañados en su esencia por las distorsiones de dinero y mapachería que impulsan el PAN y el PRI, convertidos los jefes del narco en nuevos factores decisorios, hundido el espíritu electoral en el desánimo, la desconfianza y el temor generalizados.
Lo único que avanza de manera imparable hacia la consolidación es la seguridad de que nunca hubo comicios locales tan manoseados y previamente descalificados. Calderón está usando los programas federales relacionados con el desarrollo social para tratar de comprometer votos en favor de las candidaturas panistas mayoritariamente fofas, con la estructura del gobierno federal convertida en promotoría electoral de blanco y azul. Peña Nieto sigue a la cabeza del cártel intervencionista, utilizando portafolios de inversión que mezclan fondos públicos aportados por gobernadores solidarios y recursos oscuros provenientes de innombrables aportadores, viento en popa el proyecto de ganar la candidatura presidencial priísta y los comicios de 2012 desde ahora, mediante la toma de gubernaturas y sus arcas que sabrán corresponder favores en el momento preciso. Precandidato copetón que parece absoluto candidato, como se vio ayer en Oaxaca, donde los priístas coreaban ¡presidente, presidente! y el acompañante de La Gaviota aseguraba que el PRI ganará 2012, pero antes debe triunfar Eviel Pérez Magaña, la propuesta de Ulises Ruiz para que esa entidad mártir siga siendo granero de votos para el tricolor aunque quienes sufraguen lo hagan por partido y candidatos distintos al PRI. López Obrador sigue adelante con su proyecto electoral 2012, mientras el petismo y el perredismo acaban rindiéndose a última hora en ciertos lugares a tentaciones pragmáticas de unirse al panismo para cerrar el paso al PRI. Y Marcelo Ebrard se mantiene atado a la doctrina de aliancismo contra natura que su gurú Camacho ha diseñado, esperanzado en que al final de esas aventuras envenenadas le quede en las manos el residuo pluripartidista que le haga candidato a Los Pinos. Por ello, optimista y por sí mismo recargado, el jefe del gobierno de la ciudad de México advierte al PRI que ni se haga ilusiones de regresar a la casa presidencial.
La guerra electoral sucia que hoy se vive en fases avanzadas tiene, entonces, pocas expectativas de ser sanamente frenada. Por el contrario, pareciera que se ha entrado a un proceso de descomposición, provocación y riesgo parecido al que en materia de narcotráfico inició Calderón en diciembre de 2006, sin saber bien a bien el tamaño del problema a enfrentar, pegando al avispero sin saber qué sucedería. Calderón está electoralmente derrotado y sólo le quedan los recursos desesperados de lo policial y lo militar; el PRI tiene poder territorial para defender sus victorias tramposas mediante gobernadores pero no tiene el poder federal de fuego ni el erario suficiente para la manipulación mediática aplastante; y López Obrador, Ebrard y la izquierda electoral no logran plantear propuestas de acción inmediata que puedan ser eficaces y unitarias.
Todo esto pudo haber quedado provisionalmente a buen resguardo visual y auditivo si hubiera continuado sobre el foro la alfombra futbolera que permitiera esconder en su parte inferior la basura acumulada. Pero el sueño inflado ha terminado y la atención pública debe volver a sus territorios de siempre. Las patadas seguirán sonando, pero ya no serán futboleras.
Y, mientras van cerrando campañas que en la mayoría de los casos solamente confirmaron la pobreza ideológica y política de los candidatos a gobernadores, ¡hasta mañana, con el anuncio de que México ocupará la presidencia del G-20 en 2012!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Los verdaderos festejos oficiales del bicentenario y el centenario culminaron ayer en Sudáfrica con un resultado futbolero que devolvió al país a su maltrecha realidad. Las cúpulas unidas de México, en especial la sección empresarial cuya marca en litigio ha sido Los Pinos, pretendieron confeccionar un discurso histórico alternativo, de presuntos cambios nacionales que habrían de darse a partir de las armas del pensamiento positivo, las buenas vibras, el fraseo optimista, las iniciativas telepromovidas, el Paseo de la Reforma sin tráfico, el Ángel de la Independencia como tribuna, un director técnico con aires de Javier Aguirre y Costilla y la receta épica de hacer sánduiches. ¿Para qué hacer guerras y revoluciones, independencias y levantamientos armados, si todo se puede cambiar a partir del voluntarismo, de la buena actitud, del kalimanismo elevado a doctrina de Estado? En 1810, el Grito de Dolores; en 1910, el Plan de San Luis; en 2010, el anuncio televisivo de Aguirre: Independencia, Revolución y Quinto Partido e incluso finales futboleras, tal sería la continuidad del libreto histórico de las gestas nacionales.
Pero no hubo tal: del sí se puede del fatalismo esperanzado de siempre al fallido sí se pudo que acabó en mexicanísimo ya ni pedo. Del Aguirre de los anuncios mentirosos de la televisión al gestualmente desertor Aguirre que pertrechándose tras una cachucha se negaba a dar la cara a la prensa un día antes del partido en que se según eso se confirmaría su tesis peregrina de que se estaría cambiando la historia a partir de ciertas patadas tácticamente bien colocadas que, desde luego, no se dieron frente a la selección argentina, estadística y evidentemente mejor armada en lo físico, lo futbolístico y lo anímico.
Al hacer ese indeseado mutis, la selección sanduichera tiene el mal gusto de dejar al descubierto los feos detalles del escenario político mexicano y permitir que la atención retorne a lo cotidiano, a la crisis y el horror. Por ejemplo, al cochinero electoral generalizado que entre violencia, amenazas, grabaciones cisénicas, dinero público y contribuciones tóxicas tiene en jaque los procesos cívicos en varias entidades, ya desde ahora encaminados al tutelaje bajo sospecha del Ejército y la Policía Federal, sembrados de perversiones teóricas a causa de las alianzas perreánicas, dañados en su esencia por las distorsiones de dinero y mapachería que impulsan el PAN y el PRI, convertidos los jefes del narco en nuevos factores decisorios, hundido el espíritu electoral en el desánimo, la desconfianza y el temor generalizados.
Lo único que avanza de manera imparable hacia la consolidación es la seguridad de que nunca hubo comicios locales tan manoseados y previamente descalificados. Calderón está usando los programas federales relacionados con el desarrollo social para tratar de comprometer votos en favor de las candidaturas panistas mayoritariamente fofas, con la estructura del gobierno federal convertida en promotoría electoral de blanco y azul. Peña Nieto sigue a la cabeza del cártel intervencionista, utilizando portafolios de inversión que mezclan fondos públicos aportados por gobernadores solidarios y recursos oscuros provenientes de innombrables aportadores, viento en popa el proyecto de ganar la candidatura presidencial priísta y los comicios de 2012 desde ahora, mediante la toma de gubernaturas y sus arcas que sabrán corresponder favores en el momento preciso. Precandidato copetón que parece absoluto candidato, como se vio ayer en Oaxaca, donde los priístas coreaban ¡presidente, presidente! y el acompañante de La Gaviota aseguraba que el PRI ganará 2012, pero antes debe triunfar Eviel Pérez Magaña, la propuesta de Ulises Ruiz para que esa entidad mártir siga siendo granero de votos para el tricolor aunque quienes sufraguen lo hagan por partido y candidatos distintos al PRI. López Obrador sigue adelante con su proyecto electoral 2012, mientras el petismo y el perredismo acaban rindiéndose a última hora en ciertos lugares a tentaciones pragmáticas de unirse al panismo para cerrar el paso al PRI. Y Marcelo Ebrard se mantiene atado a la doctrina de aliancismo contra natura que su gurú Camacho ha diseñado, esperanzado en que al final de esas aventuras envenenadas le quede en las manos el residuo pluripartidista que le haga candidato a Los Pinos. Por ello, optimista y por sí mismo recargado, el jefe del gobierno de la ciudad de México advierte al PRI que ni se haga ilusiones de regresar a la casa presidencial.
La guerra electoral sucia que hoy se vive en fases avanzadas tiene, entonces, pocas expectativas de ser sanamente frenada. Por el contrario, pareciera que se ha entrado a un proceso de descomposición, provocación y riesgo parecido al que en materia de narcotráfico inició Calderón en diciembre de 2006, sin saber bien a bien el tamaño del problema a enfrentar, pegando al avispero sin saber qué sucedería. Calderón está electoralmente derrotado y sólo le quedan los recursos desesperados de lo policial y lo militar; el PRI tiene poder territorial para defender sus victorias tramposas mediante gobernadores pero no tiene el poder federal de fuego ni el erario suficiente para la manipulación mediática aplastante; y López Obrador, Ebrard y la izquierda electoral no logran plantear propuestas de acción inmediata que puedan ser eficaces y unitarias.
Todo esto pudo haber quedado provisionalmente a buen resguardo visual y auditivo si hubiera continuado sobre el foro la alfombra futbolera que permitiera esconder en su parte inferior la basura acumulada. Pero el sueño inflado ha terminado y la atención pública debe volver a sus territorios de siempre. Las patadas seguirán sonando, pero ya no serán futboleras.
Y, mientras van cerrando campañas que en la mayoría de los casos solamente confirmaron la pobreza ideológica y política de los candidatos a gobernadores, ¡hasta mañana, con el anuncio de que México ocupará la presidencia del G-20 en 2012!
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Es el colmo: al fracaso del programa de chatarrización siguió el engaño de la tenencia. No hay duda de que el sector automotriz necesita un estímulo. Si General Motors, Ford, VW y Nissan fueran bancos, no habría problema. Podría ampliarse el Fobaproa y sustraer del erario los millones de pesos que fueran necesarios para apoyarlos. Pero se trata de un sector industrial que no es el consentido. La primera opción fue copiar el exitoso programa de chatarrización del presidente Obama. Sólo que el burocratismo de la Secretaría de Economía lo llevó al fracaso. Fue imposible que cuajara el esquema por el cual iba a apoyarse a los automovilistas con 15 mil pesos a cambio de su coche viejo, a efecto de que los usaran como enganche en la compra de uno nuevo. El sector automotriz siguió presionando al gobierno y el presidente Calderón resucitó su promesa de campaña de suspender el gravamen de la tenencia. De entrada dejó fuera a todos los mexicanos que ya poseen automóvil. Son la mayoría: 3 millones 809 mil vehículos sólo en el Distrito Federal, más el resto del país. El nuevo plan de Calderón fue diseñado para estimular exclusivamente la venta de coches nuevos, y lo limitó a los modelos que cuesten hasta 250 mil pesos. El problema es que el mecanismo también conduce al fracaso, como sucedió con la chatarrización. Y es que Calderón quiere que sean los distribuidores quienes lo financien. Los clientes no pagarán la tenencia por los meses que restan del año, en su lugar lo harán los distribuidores. ¿Y qué seguridad tienen los clientes de que no les cargarán la tenencia oculta en el precio del automóvil? Tan fácil que hubiera sido simplemente cancelarla.
La destitución del comandante en jefe de las fuerzas estadunidenses en Afganistán y la aprobación de las reglas para regular más eficientemente al sistema financiero, dieron un respiro al presidente Obama en su cada vez más complicado objetivo por conservar la mayoría demócrata en la Cámara de Senadores y la de Representantes.
El miércoles pasado, el presidente destituyó al comandante de las fuerzas estadunidenses en Afganistán, que por añadidura lo era también de la OTAN, debido a la acre crítica que hizo del asesor de seguridad nacional, al que se refirió como un payaso y por hablar en forma despectiva del vice-presidente Biden, en una entrevista concedida a la revista Rolling Stone. Además descalificó la labor del embajador de Estados Unidos y del enviado especial del presidente en Afganistán, con quienes eran públicas sus discrepancias en torno a la estrategia de guerra. La decisión de Obama fue aplaudida, incluso por miembros del Congreso que habitualmente discrepan con él, uno de ellos el senador McCain. Con su decisión envió un mensaje a la alta jerarquía militar confirmando la preminencia del mando civil sobre el ejército y apuntaló su carácter como jefe nato de las fuerzas armadas. El presidente aseguró que la estrategia en esa región no cambiará, lo que quiere decir que los soldados estadunidenses empezarán a salir de Afganistán a más tardar en 12 meses. Esto dio pie a sus opositores para lanzar una andanada de críticas, similares a las que siguieron al anunció de la salida de las fuerzas estadunidenses del Irak. Nuevamente hay quienes están más interesados en proseguir una guerra para la que no parece haber salida militar, en la que siguen muriendo afganos y soldados estadunidenses y de los países que conforman la OTAN que, además, cuesta miles de millones de dólares. Por ello, entre los estadunidenses crece el clamor por el regreso de las tropas a su país.
El miércoles pasado, el presidente destituyó al comandante de las fuerzas estadunidenses en Afganistán, que por añadidura lo era también de la OTAN, debido a la acre crítica que hizo del asesor de seguridad nacional, al que se refirió como un payaso y por hablar en forma despectiva del vice-presidente Biden, en una entrevista concedida a la revista Rolling Stone. Además descalificó la labor del embajador de Estados Unidos y del enviado especial del presidente en Afganistán, con quienes eran públicas sus discrepancias en torno a la estrategia de guerra. La decisión de Obama fue aplaudida, incluso por miembros del Congreso que habitualmente discrepan con él, uno de ellos el senador McCain. Con su decisión envió un mensaje a la alta jerarquía militar confirmando la preminencia del mando civil sobre el ejército y apuntaló su carácter como jefe nato de las fuerzas armadas. El presidente aseguró que la estrategia en esa región no cambiará, lo que quiere decir que los soldados estadunidenses empezarán a salir de Afganistán a más tardar en 12 meses. Esto dio pie a sus opositores para lanzar una andanada de críticas, similares a las que siguieron al anunció de la salida de las fuerzas estadunidenses del Irak. Nuevamente hay quienes están más interesados en proseguir una guerra para la que no parece haber salida militar, en la que siguen muriendo afganos y soldados estadunidenses y de los países que conforman la OTAN que, además, cuesta miles de millones de dólares. Por ello, entre los estadunidenses crece el clamor por el regreso de las tropas a su país.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Más allá del evidente cuan desesperado refrito electorero de promesas de campaña protagonizado días atrás por el inquilino de Los Pinos, y la ácida reacción que sobre el particular tuvieron los partidos políticos (el PAN no se considera como tal, por ser instrumento personal de Felipe Calderón) a escasos días de los comicios en 12 entidades de la República, en las que se elegirá gobernador, la cuestión es: ¿qué beneficio concreto conlleva la eliminación gradual del impuesto federal de la tenencia por el uso de automóviles?, porque sólo aplica a vehículos nuevos (con sus matices), aunque deja abierta la puerta de par en par para que las arcas estatales lo cobren a partir del primero de enero de 2012. ¿Cuál sería, entonces, el beneficio social?
Si bien el objetivo de tal disposición es ayudar a la industria automotriz trasnacional que opera en México y no a las familias mexicanas, el abajo firmante del decreto electorero que elimina gradual- mente la tenencia, asegura que con tal disposición impulsa los cambios que demanda un futuro de bienestar y de progreso para México y para todos los mexicanos. ¿Todos?, porque en el mejor de los casos relativamente se beneficiaría a 0.9 por ciento del padrón de contribuyentes, que serían subsidiados por el resto de los contribuyentes, de los que las arcas federales se nutren. No cabe duda que al susodicho le encantan los excesos verbales.
Algún priísta, perenne becario del presupuesto nacional, consideró que si Calderón realmente quisiera ayudar a la economía de los mexicanos, que autorice ya detener el alza de los precios de la gasolina, independientemente de que el asunto de la tenencia de años atrás lo aterrizó el Legislativo, y de ello da cuenta el Diario Oficial de la Federación, en su edición del 21 de diciembre de 2007 (Reformas que derogan y adicionan diversas disposiciones de la Ley de coordinación fiscal, de la Ley del impuesto sobre tenencia o uso de vehículos).
Entonces, el beneficio social del más reciente anuncio del inquilino de Los Pinos es, pues, inexistente. Pero, ¿en qué y a quiénes ayudaría cancelar el alza permanente a los precios de las gasolinas y el diesel, como propone el susodicho becario? Un análisis de la Cámara de Diputados señala que el cancelado subsidio al consumo de la gasolina y el diesel registraba un carácter regresivo, puesto que beneficiaba a los hogares con los ingresos más altos, los que concentraban 19 por ciento del consumo. Por el contrario, a los hogares con menos ingresos correspondió el 2.8 por ciento. Hasta allí todo bien, aparentemente. El efecto negativo en el plano social comienza con el impacto que tiene el permanente aumento de precios de los combustibles, pues repercute, con furia, en toda la cadena productiva y genera incrementos por doquier en proporciones mucho mayores a los registrados en los propios combustibles, lo que afecta de inmediato y fundamentalmente a los sectores más empobrecidos del país, que al final de cuentas son el grueso de la población, reduciendo aún más su de por sí famélico poder adquisitivo y deteriorando al extremo su precaria condición de vida.
El citado análisis lo sintetiza así: el circuito aumento-congelamiento-aumento de los precios de las gasolinas y el diesel en México ha provocado que durante el periodo 2007-2010 los mexicanos enfrenten un ciclo de subsidio-carga tributaria-subsidio por el consumo de estos petrolíferos, lo que significa que cuando el país está en la fase del ciclo de subsidios se impacta negativamente las finanzas públicas, porque se reduce la recaudación de los ingresos tributarios, del impuesto especial sobre producción y servicios, es decir, existe una transferencia de recursos públicos a favor de los consumidores mexicanos. Por el contrario, cuando el subsidio es eliminado o los precios de estos petrolíferos son más altos en México que en Estados Unidos, la recaudación del impuesto especial se fortalece, en detrimento de los bolsillos de los consumidores.
El consumidor estadunidense, al estar sometido a un modelo flexible de precios, cuando compra dichos petrolíferos se beneficia de periodos de abaratamiento de las gasolinas y el diesel medido en dólares por litro; por el contrario, en México, dado el sistema rígido de precios que impera, los consumidores sufren incrementos o congelamiento en moneda nacional, aún cuando los precios internacionales de los hidrocarburos, de las gasolinas y el diesel estén a la baja. En México siempre hay aumento, nunca reducción de precio, con el consecuente empuje al alza en los demás precios de la cadena productiva, excepto el salario.
México y Estados Unidos mantienen mecanismos diametralmente opuestos para la determinación del precio al consumo final de las gasolinas y el diesel. En México se emplea un modelo basado en precios administrados. Una de sus características es que ante incrementos en el precio internacional de los hidrocarburos, los precios a los consumidores finales de las gasolinas y diesel no se ajustan automáticamente, lo hacen con más lentitud, generalmente mediante decretos emitidos por el gobierno federal. Por el contrario, en Estados Unidos se emplea un mecanismo de precios liberados que funcionan bajo un esquema de libre competencia, son altamente elásticos a los movimientos de los precios internacionales de los hidrocarburos, de tal manera que los precios de las gasolinas y el diesel se ajustan automáticamente a la evolución del mercado petrolero mundial (alza o descenso).
Una de las ventajas de mantener un sistema de libre competencia (que no es el caso mexicano), es que el precio de las gasolinas y el diesel reflejan sus costos de producción y, como consecuencia, bajan cuando el precio de los hidrocarburos, principal materia prima utilizada para la producción de petrolíferos, se reduce, y viceversa; por el contrario, bajo un esquema de precios administrados (el de México), independientemente de la tendencia del mercado petrolero, los precios de las gasolinas y el diesel generalmente se fijan al alza.
Las rebanadas del pastel
Ayer, muy temprano por la mañana, Ernesto Cordero, secretario calderonista de Hacienda, se animó a divulgar en público dos pronósticos: a) no hay ninguna duda, (la selección de) México va a ganar, va a ser un partido (contra la de Argentina) muy sufrido, pero vamos a ganar; b) la economía mexicana muestra una recuperación muy sólida. Ni por aproximación atinó el primero, porque el sueño mundialista acabó en pesadilla, como siempre, y el segundo, con 50 por ciento de la población en la pobreza y el país sostenido con alfileres, parece que tampoco.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx
David Márquez Ayala: Reporte Económico
La revista Expansión (CNN) publica en su número del 21 de junio su compendio anual de las 500 mayores empresas que operan en México y que tienen información accesible. Las ventas agregadas de estas compañías, destaca, no habían tenido una disminución desde la crisis de 1994, hasta 2009 "el peor año de la economía" en que las ventas de las 500 cayeron 8% y cancelaron 113 mil empleos. Del total, 289 son mexicanas y 211 extranjeras.
Como porcentaje del PIB (11.823 billones de pesos en 2009), las ventas netas de las 500 (8.303 billones) representaron el 70.2%, concentración de suyo excesiva que se hace más patente si consideramos que tan sólo las 156 empresas privadas con mayores ventas representan el 50% del PIB, esto es, la mitad de la producción anual de bienes y servicios en el país, y que muchas de ellas pertenecen a los mismos dueños o grupos.
David Brooks: American curios
Nueva York, 27 de junio. A la justicia estadunidense, aparentemente, le interesa más lo verde de los dólares que lo negro de la contaminación petrolera; la imagen de Al Gore como campeón de la causa verde es manchada por acusaciones de que más bien es un viejo verde; se cerrarán espacios verdes urbanos por la crisis, y jornaleros invitan a blancos a cosechar en los campos verdes del país. En suma, los últimos días han sido de color verde.
Entre las curiosidades en Estados Unidos esta semana:
El juez federal que revirtió la moratoria de seis meses para las perforaciones en aguas profundas, impuesta por el gobierno de Barack Obama a raíz del desastre en el Golfo de México, no sólo tenía acciones bursátiles en Exxon Mobil, una de las grandes petroleras afectadas por la prohibición, sino también intereses financieros en la empresa dueña de la plataforma petrolera (la cual la rentaba a British Petroleum, que la operaba) que estalló hace dos meses y continúa contaminando sin parar.
Antonio Malacara: Jazz
A Tom Kessler lo conocimos (de lejecitos) hace siete-ocho años en la fugaz presencia del Harlem Jazz Tapatrío. Era un chavalillo que iba saliendo apenas de la adolescencia en su natal Guadalajara y ya le sobraban razones y pasiones para tomar la música como proyecto de vida. Además del Tapatrío, en el que se encargaba de la guitarra, las composiciones y el liderazgo, había ya colaborado con La Estaca Brown y algunos otros grupos de rock y son cubano. Exploraba rutas y las pinceladas iban de un lado a otro.
A Tom Kessler lo conocimos (de lejecitos) hace siete-ocho años en la fugaz presencia del Harlem Jazz Tapatrío. Era un chavalillo que iba saliendo apenas de la adolescencia en su natal Guadalajara y ya le sobraban razones y pasiones para tomar la música como proyecto de vida. Además del Tapatrío, en el que se encargaba de la guitarra, las composiciones y el liderazgo, había ya colaborado con La Estaca Brown y algunos otros grupos de rock y son cubano. Exploraba rutas y las pinceladas iban de un lado a otro.
El Vaticano, en busca de fuero
El jueves de la semana pasada la policía belga allanó la sede de la arquidiócesis de Malinas-Bruselas y otros edificios pertenecientes a la Iglesia católica en el marco de una investigación por pederastia clerical. Interrogó durante nueve horas a los obispos de Bélgica, quienes se encontraban reunidos allí en una conferencia episcopal para analizar el tema de los abusos a menores cometidos por elementos del clero católico, y les decomisó computadoras personales y teléfonos celulares.
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El Correo Ilustrado
Clacso rechaza que se criminalice a luchadores sociales
A los ministros de la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación: José de Jesús Gudiño Pelayo, Olga María del Carmen Sánchez Cordero de García Villegas, Juan N. Silva Meza, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea y José Ramón Cossío Díaz.
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León Bendesky: Otro medio año
En el primer trimestre del año el gasto en consumo privado aumentó apenas poco más de la mitad que la producción. Ese tipo de gasto representa 67 por ciento de la demanda total de la economía. En ese mismo lapso, el gasto en inversión siguió deprimido (a una tasa de menos 1.2 por ciento). Así que la demanda privada no es la que provocó el crecimiento de la economía de 3.4 por ciento con respecto al primer trimestre de 2009.
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Fidel Castro Ruz: Saber la verdad a tiempo
Cuando escribía cada una de mis Reflexiones anteriores, a medida que una catástrofe para la humanidad se aproximaba aceleradamente, mi mayor preocupación era cumplir el deber elemental de informar a nuestro pueblo.
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Vilma Fuentes: Elena de la Souchère
Hay seres humanos que inspiran, incluso a los testigos menos imaginativos, a forjar fantasías. No son siempre los personajes más vistosos los que desatan la invención. La gente famosa, estrellas, producto y plaga de las revistas People, no es sino eso: una pequeña fama ironizada por el gran Cronopio Cortázar, que lucha a codazos para situarse frente a las cámaras de televisión, dudosa prueba de su efímera celebridad. Al contrario, las mujeres, los hombres, los que despiertan la idea épica de la fatalidad divina, son los seres más secretos. Elena de la Souchère era uno de ellos.
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Hermann Bellinghausen: Israel en el fin del mundo
El dios de la religión judía es vengativo, intransigente, excluyente y de muy mal temperamento. Siempre jugó con la posibilidad del fin del mundo. Soñó, y por lo visto aún sueña, con destruir a sus enemigos. Sus profetas vivieron en siglos de invasiones y guerras de asirios, babilonios y persas (ya les llegarían los romanos). Isaías, el primero de ellos, reputado por su legua de fuego, acuñó el primer Apocalipsis, y con él los conceptos de devastación universal, abatimiento de la impiedad, condenación de la política humana (de los demás), juicio contra las gentes, liberación y definitiva gloria de Israel.
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La tarde se vino abajo y el cielo albiceleste en el horizonte recogía tonos multicolores para que sonara una música fantasmal a los acordes de las golondrinas para que se despidieran los jugadores mexicanos de la catedral del futbol dejando atrás las fantasías encerradas en los túneles del estadio, sin poesías vibrantes, ni triunfos gloriosos, sólo las luces encandiladoras de la derrota pero eso sí, sin perder el deseo siempre insatisfecho de la gloria con la mujer inalcanzable y toda la carga de pasión que se esfuma prendida a un balón volando por los aires.
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