Gladys Torres RUIZ/CIMAC
Oaxaca, México.- Empleadores canadienses apuestan a la contratación de madres solteras mexicanas para mantener las condiciones de explotación y segregación hacia trabajadoras migrantes, acusó Ariadna Estevez López, maestra en sociología política y derechos humanos por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
La especialista consideró que los empleadores se aprovechan del dilema emocional que padecen las madres trabajadoras al estar alejadas de sus hijas e hijos, lo que asegura a los empresarios que ellas se concentrarán en realizar bien su trabajo y no en mejorar sus condiciones de vida, toda vez que añoran el reencuentro con sus descendientes.
“La vivencia trasnacional de la maternidad les deja poco margen para buscar inserción en la sociedad que las acoge la mayor parte del año, así como buscar mejores condiciones laborales por lo que no extraña que cada vez haya más mujeres mexicanas trabajando temporalmente en Canadá”, explicó.
La investigadora comentó el estudio “Transiciones familiares, trabajo y maternidad trasnacional en la migración México- Canadá”, de la doctora Ofelia Becerril Quintana y el cual fue presentado ayer.
Becerril Quintana informó que la investigación, realizada con base en el Programa para Trabajadores Agrícolas Estacionales (PTAT) y el Proyecto piloto para ocupaciones que requieren menores niveles de formación, arrojó que para 2010 se contrataron en Canadá 15 mil 228 trabajadores, de ellos 621 eran mujeres.
Precisó que si bien las trabajadoras migrantes constituyen sólo un cuatro por ciento del total de los trabajadores del programa, también es posible observar una tendencia creciente y constante de empleo femenino mexicano en la agricultura canadiense. En 2010, 609 trabajadoras mexicanas fueron contratadas en el marco de ese programa.
Detalló que los migrantes, tanto hombres como mujeres, provienen principalmente del Estado de México (18 por ciento), Tlaxcala (13 por ciento), Veracruz y Puebla (7 por ciento), y Guanajuato y Michoacán (6 por ciento).
La profesora e investigadora en Antropología por El Colegio de Michoacán advirtió que la problemática específica de las trabajadoras mexicanas no ha sido atendida de manera suficiente en la agenda política, dejando de lado lo que llamó la “maternidad trasnacional”, es decir, la que ejercen las mujeres migrantes.
“Son madres que no están completamente con sus hijos o que han roto la frontera de la maternidad tradicional, que durante ocho meses su contacto con ellos es vía telefónica mientras que otra mujer de su familia (abuela, hermana, tía, hija) ocupa su lugar”.
Dijo que mientras gran parte de los trabajadores son casados, las trabajadoras son madres solteras, divorciadas, separadas o viudas, incluso con hijos pequeños.
Aclaró que por ello es importante considerar las implicaciones que tiene el hecho de que los trabajadores migrantes dejen a sus hijos con sus esposas en México, mientras que las trabajadoras los dejan con la abuela, la hermana o la hija mayor.
Becerril Quintana señaló que las recientes políticas migratorias de empleo temporal de trabajadores mexicanos en Canadá en el marco del PTAT y del Proyecto Piloto se orientan hacia procesos de regulación de regímenes laborales flexibles que implican la organización del trabajo basándose en el género, la raza, la clase, la etnia, la nacionalidad y el estatus de migración.
Así, Canadá solicita que las migrantes trabajadoras sean madres solteras, es decir que comprueben que tienen hijas e hijos o que dependan económicamente de ellas más de tres personas. Lo que para la investigadora Ariadna Estevez es un hecho ventajoso y de explotación de las mexicanas.
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