–Ni ve ni oye a los maestros
–Desde 2002, su relación
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Detrás del petulante Aurelio Nuño hay un
personaje siniestro, de quien aprendió a no ver ni oír a los maestros:
Carlos Salinas de Gortari, quien es también su principal impulsor a la
Presidencia de la República.
La relación no es nueva: Cuando tenía 24 años, hace casi tres
lustros, Nuño Mayer fue enganchado por Salinas, quien ahora maniobra
para evitar que se le derrumbe el joven secretario de Educación Pública
tras los ocho mexicanos asesinados a balazos en Nochixtlán, Oaxaca, el
domingo 19, en un conflicto atizado por su sordera.
Nuño entró en contacto con Salinas cuando en 2002, siendo presidente
de la Sociedad de Alumnos de Ciencia Política de la Universidad
Iberoamericana, lo invitó a dar una conferencia –en privado– ante un
grupo de profesores y alumnos, en lo que representó la reaparición en
México, tras un prolongado autoexilio, de quien asumió al poder con el
sello del fraude.
No fue en una fecha cualquiera: Fue cinco días después de la elección
del PRI, ganada con toda suerte de mapacherías por Roberto Madrazo y
Elba Esther Gordillo –allegados a Salinas–, y cuya videograbación fue
filtrada por José Carreño Carlón, vocero de éste, a un grupo de medios
para difundirse el lunes 4 de marzo, justo el día de la toma de posesión
de ambos.
El “puente” entre los dos fue un amigo común, Guillermo Espinosa
Velasco, director del Instituto Nacional Indigenista (INI) con Salinas y
amigo de la familia de Nuño Mayer, quien ahora como titular de la
Secretaría de Educación Pública (SEP) lo nombró secretario técnico del
Consejo Nacional de Participación Social en la Educación, una instancia
que reúne a organizaciones civiles y empresariales vinculadas con la
materia.
El origen de la relación con Salinas me la contó el propio Nuño en una entrevista publicada en Proceso
en su edición del 9 de marzo de 2002, luego de las interpretaciones que
generó su reaparición, sobre todo porque durante el sexenio de Ernesto
Zedillo estuvo exiliado, porque recién iniciaba el gobierno de Vicente
Fox y porque se cumplían siete años del encarcelamiento de Raúl, su
“hermano incómodo”.
Nuño aseguró que la reaparición de Salinas en la Ibero a invitación
de “Tertulia Política”, que él coordinaba, se hizo en esa fecha, porque
ya había sido aplazada en dos ocasiones desde que, en diciembre de 2000,
se le hizo la invitación, justo cuando él tomó posesión como presidente
de la Sociedad de Alumnos.
“Es importante que esto se sepa, porque los teóricos de la
conspiración afirman que a los alumnos se nos utiliza para fines
oscuros. Honestamente, no es el caso. Hay mucho trabajo que nos
respalda”, me dijo Nuño, quien fue reiterativo, como ahora, en referirse
a las conspiraciones.
–¿Tú hablaste con él?
–Todo fue a través del maestro Espinosa. Yo hablé con él hasta el
viernes. Obviamente, el licenciado Salinas sabía quién era yo a través
del maestro Espinosa, de mi relación con él, lo que yo venía haciendo en
la Sociedad de Alumnos. Fue un procedimiento normal para invitar a
cualquier personaje. Una vez más, detrás de la teoría de la conspiración
hay una gran ignorancia.
–Pero no se puede dejar de ignorar en qué momento reaparece Salinas,
cuando pasa la elección del PRI y gana quien se identifica con él.
–Claro, sin duda en esta visita se conjugan muchos factores. Pero
hace mucho lo contactamos. Hubo dos fechas anteriores y no se pudo.
Nosotros proponemos que sea a finales de febrero o principios de marzo.
–¿Quién instrumentó la estrategia para dar a conocer el encuentro?
–Para aclarar a los teóricos de la conspiración: una vez que está
definido que venga el licenciado Salinas, fui con el maestro Carreño, a
quien sé que le tiene confianza el licenciado Salinas. Le hablé sobre el
asunto y lo invité a que estuviera presente, pero también al
Departamento de Comunicación para que fotografiaran y grabaran el
encuentro. Él aceptó, desde luego. Las grabaciones son nuestras, se
hicieron aquí con gente de comunicación de toda la confianza.
–¿Qué opinión tienes de Salinas?
–Mira, muy diversa, depende. Me dio una muy grata impresión en cuanto
al manejo, la claridad mental que tiene, el dominio de muchos temas. En
cuanto a lo que fue su labor en el sexenio, ahora sí que, a diferencia
de cómo lo ven muchos teóricos de la conspiración, las cosas no son ni
blancas ni negras. Hay matices.
“Se hicieron cosas muy positivas, que siguen siendo benéficas para
México, como el TLC y la renegociación de la deuda. Creo que Solidaridad
fue un buen programa para combatir la pobreza, insuficiente desde
luego, que tal vez haya tenido manejos partidistas, pero creo que tuvo
un efecto positivo; se dio una buena relación en las relaciones
exteriores de México; las reformas electorales, a las que se vio
obligado, fueron positivas y fueron encaminando a la democracia
procedimental que se culmina con la reforma de 1996”.
Nuño añadió: “Por otro lado, por lo menos, tendría dos cosas que
reclamar: una, la crisis del 95. Si bien me parece que el error de
diciembre recae más en la administración del doctor Zedillo, las cosas
tampoco se dejaron tan sólidas. Y hay cuestiones de corrupción que por
lo menos no se han aclarado. Ahí me quedaría. No me atrevo a declarar
culpables, porque para eso hay que tener las pruebas en la mano, pero en
todo caso tendrían que aclarar”.
A 14 años de distancia de esa charla con Nuño, la relación de éste
con Salinas se afianzó. Es tal la cercanía que Otto Granados Roldán, el
exvocero de éste, es el subsecretario de Planeación, Evaluación y
Coordinación, la instancia que opera la reforma educativa y él mismo
detractor del magisterio opositor, como consta en su cuenta de twitter:
@otto2025.
¿Casualidad? Ninguna. No es fortuita la incorporación de Nuño a la
SEP tras ser el poderoso jefe de la Oficina de la Presidencia a tal
punto que un prominente miembro de la élite económica y política,
Claudio X. González –hijo del asesor de Salinas del mismo nombre–, lo
identifica como el “delfín” de Enrique Peña Nieto…
Apuntes
En los usos y costumbre priistas el que designa al candidato
presidencial no es otro más que el presidente de la República –Peña en
el caso de 2018–, pero Salinas es un factor fundamental.
Además del sector educativo con Nuño, Salinas controla el sector
energético con su concuño José Antonio González Anaya, director general
de Pemex, y las estratégicas relaciones con el mundo con la canciller
Claudia Ruiz Massieu, su sobrina, cuyo subsecretario para América del
Norte es Paulo Carreño, hijo de José Carreño Carlón, director del Fondo
de Cultura Económica…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado y Facebook/AlvaroDelgado
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