Eduardo Ibarra Aguirre
¿Qué tan extraviadas tendrá el grupo gobernante las llaves para que el país se instale en la ruta del desarrollo, si medio centenar de egresados de preparatorias con promedios superiores a 8.5, apoyados por sus padres y rechazados de universidades públicas, se ven obligados a emprender una huelga de hambre en la plaza de Santo Domingo para presionar a la Secretaría de Educación Pública?
Totalmente extraviadas con todo y fórmulas tan vacuas como elementales del "México de triunfadores", mismo que en 2040 será la quinta economía del planeta y que desde 2006 construye Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, autodenominado sin rubor el "presidente del empleo", también consagrado en la edificación de un "país de leyes" y un "estado de derecho".
El movimiento de los estudiantes rechazados que en 2008 fueron 243 mil sólo en el Distrito Federal –por las universidades Nacional Autónoma de México y Autónoma Metropolitana, además del Instituto Politécnico Nacional--, no es nuevo, pero tampoco acaba de adquirir características masivas que obligaran a la tecnoburocracia cada día más divorciada de las necesidades de la sociedad, a atender los reclamos de unos jóvenes que no sólo tienen altos promedios sino que fueron rechazados hasta seis veces por instituciones públicas, además de que sus padres no tienen ingresos suficientes para inscribirlos en universidades privadas, generalmente patito, y que utilizan una forma extrema de presión como es la de poner en riesgo su salud e integridad física al realizar una huelga de hambre.
Está claro que el problema tiene su raíz en la precariedad de recursos de que disponen las instituciones públicas de educación superior, merced a las prioridades que establece el Ejecutivo federal y que negocia con los gobernadores –verdaderos señores feudales en tiempos de la alternancia-- y el Congreso para privilegiar el pago de los intereses que aún genera el Fobaproa-IPAB, rescates de empresas del gran capital, subsidiar con Procampo a la agricultura moderna orientada a la exportación, como las miles de hectáreas del llamado Rey del ajo, José Usabiaga Arroyo, y uno que otro narcotraficante o sus familiares. Para eso y la Guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado abundan los recursos de la nación, poco importa que los viáticos lleguen mermados a los agentes de la Policía Federal, como sucedía cuando menos hasta hace dos años en que de mil pesos diarios por agente llegaban a su destino 75 pesos.
De acuerdo con Feliciano Hernández González (Forum 181, IX-09, pp. 12-13) para el conjunto de las universidades públicas se destinaron el año pasado 70 mil millones de pesos, lo que apenas significó .67% de lo estipulado por la ley que fija el 1.0% del producto interno bruto –meta que se buscaba alcanzar en 2012, sin mediar el desastre económico que no contempló el Doctor catarrito-- y para el caso de ciencia y tecnología, el presupuesto apenas llegó al .37% del PIB, cuando también la ley de la materia indica el 1.0%.
El panorama es también oscuro para los 10.7 millones de jóvenes de entre 15 y 18 años de edad, de los cuales sólo 3.7 millones están en escuelas preuniversitarias y el 40% no concluirá sus estudios, mientras que la tercera parte de los primeros ni estudia ni trabaja, como documentó Sara Lovera López en el mensuario (número 191, VIII-09, pp. 9-10).
Finalmente, rescato una frase de don Pablo Latapí Sarré, fallecido el 4 de agosto, "un luchador social a partir del conocimiento", como lo definió el director del IPN: "(…) creo que para eso es la vida, es construir esperanza, abrir horizontes, tender puentes hacia un futuro mejor, sembrar alegría y construir esperanza invocando nuestras utopías y trabajando tenazmente por realizarlas hasta el último días de nuestra vida."
Acuse de recibo
Replica Lamberto García Zapata: "Respecto a tu artículo La misma formula, del pasado 5 de agosto, me permito expresarte algunas diferencias. En primer lugar, la comparación que haces de Cárdenas con Stalin. Es a tal grado desproporcionada, que incluso no le veo caso argumentar contra ella. No se por qué la formulaste. Si Cárdenas hace una propuesta similar a la de 2004, lo entiendo porque los deterioros del PRD son hoy los mismos que entonces. Oponerse a dicha propuesta, implica que Los chuchos sigan al mando del partido; y no creo que estés de acuerdo en ello. Respecto a que Cárdenas propondría a Lázaro para presidente del PRD, es una suposición sin fundamento. No conozco ningún antecedente, forma de hacer política o actitud de nepotismo de Cárdenas que permita suponerlo. Lo que yo valoro de él, es su honestidad y capacidad de análisis político. Si formula propuestas es por una cuestión de principio, no con intensiones ocultas. Así lo concibo yo. Los debates se deben centrar en las propuestas. Yo no estoy de acuerdo con la política de AMLO: de oposición en el discurso y conciliadora con la derecha en los hechos. No obstante, pienso que su proyecto, al igual que los otros, se debe discutir por toda la izquierda."
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