Pedro Echeverría V.
1. Colombia, con 44 millones de habitantes y un gobierno paramilitar, se ha convertido en modelo del gobierno ilegítimo de Felipe Calderón a pesar de que México es un país con muchos más recursos y el tercero en habitantes de América (108 millones). Pero lo que hace que Calderón mantenga lazos con el colombiano Álvaro Uribe es por la estrecha relación que mantienen con los EEUU y por el significado del Plan Colombia que con “cierto éxito” viene aplicándose desde 1999 en ese país. Así como Colombia es un Estado militarizado que en los últimos años (en nombre de la democracia) sus aviones y helicópteros se han dedicado a arrojar miles de bombas en montañas y selvas buscando asesinar a guerrilleros, así el gobierno de México busca recorrer ese camino.
2. Es el motivo esencial por el que Calderón ha firmado el compromiso de enviar a EEUU, Colombia y Canadá a varios miles de soldados y oficiales del ejército mexicano para que sean capacitados en “tácticas antiterroristas” y entrenados siguiendo los modelos de las fuerzas armadas de esos países. Esos fueron acuerdos muy evidentes, publicados también, en la “cumbre” y en la visita de Calderón a Colombia. Con estos ejemplos, si tomamos en cuenta el llamado Plan México o Iniciativa Mérida firmada en marzo de 2007 por Calderón y Bush, el México pacífico, conciliador, desaparece al comprometerse con las aventuras guerreras yanquis realizadas a través de la ONU y sus cascos azules. Ante el desplome económico, México se militariza con rapidez.
3. Hoy mismo –jueves 13- México y Estados Unidos firmaron “una carta de intención para desarrollar y coordinar respuestas a las amenazas que plantean el contrabando transfronterizo y del tráfico de armas y municiones”. Fue firmada por la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano, y el procurador de México, Eduardo Medina Mora, al cabo de una reunión en la que participaron otros funcionarios de alto rango. Pero también hoy el presidente colombiano Álvaro Uribe anunció que acordó con Felipe Calderón fortalecer la lucha conjunta contra el narcotráfico, el crimen organizado y el terrorismo. Uribe destacó que “los dos países desarrollan una intensa cooperación en materia de seguridad, la cual incluye intercambio de información y capacitación policíaca”.
4. La llamada Cumbre de Guadalajara fue indiscutiblemente un fracaso. Ni balance ni revisión del TLC, ni acuerdos sobre migración, ni apoyos al presidente Zelaya, ni arreglos de las visas canadienses. Nada, absolutamente nada. Los millones de dólares que se despilfarraron en la llamada “cumbre” sólo sirvieron para salir en las fotos y para subrayar el fortalecimiento a la lucha contra el “terrorismo” y estrechar la vigilancia a la frontera del norte. Sin embargo esos mismo días se reunieron en Ecuador los 12 representantes de UNASUR con el fin de analizar la instauración de las siete u ocho bases yanquis autorizadas por el presidente colombiano Uribe que representan una gran amenaza para Suramérica. Se emplazó a Uribe para la próxima reunión en Argentina.
5. Los vínculos y la penetración presupuestal del Departamento de Defensa de los EEUU en Colombia, escribió Saxe-Fernández, son intensos. Según oficiales chilenos en 10 años pasó de 50 millones de dólares (1998) a 5 mil millones de dólares anuales. Y adosaron: “Colombia es más peligrosa que un portaviones con cazas F-16. Tiene acceso a tecnología satelital de Estados Unidos que le permite monitorear y supervisar operaciones en cualquier lugar en tiempo real. Ningún otro país de la región puede hacer eso”. Es lo que logrará el gobierno de Calderón al profundizar los acuerdos del Plan México: tener un gran acceso a la tecnología guerrerista de punta de la cual los EEUU son los más importantes productores. Pero todo en nombre del combate contra el narcotráfico.
6. Las siete u ocho bases yanquis que se instalan en Colombia, con el total apoyo de los presidentes Obama y Uribe, no es cualquier “moco de pavo”, como diría mi amigo Juanito Guanabacoa. Es una cosa totalmente seria que amenaza a todos los países del “cono sur” de América Latina. El que parece estar más alarmado es Evo Morales, el presidente indígena de Bolivia que ha dicho (en clara referencia al presidente colombiano): “Quienes quieren implementar bases militares son traidores a sus pueblos, a Latinoamérica, a los países que luchan por su dignidad y soberanía”. Al lado de Evo están casi todos los integrantes de Unasur que ahora buscan citar a Obama y a Uribe para que expliquen claramente lo que buscan con esas bases militares.
7. La realidad es que el gobierno de Álvaro Uribe, valiéndose de toda la cobertura del Plan Colombia firmado hace 10 años con el pretexto del combate a narcotráfico, ofreció al gobierno de Obama dos bases navales, tres aéreas y tres terrestres que operan bajo un prototipo de invasión / ocupación militar y paramilitar desarrollado en esta década para combatir a las guerrrillas de la FARC. La gira de Calderón nada tiene que ver con Unasur ni con la reinstalación de Zelaya en el gobierno de Honduras; después de Colombia irá a Uruguay y Brasil representando, en los hechos, la voz de los EEUU y Colombia, países que le han ofrecido la estructura militar y la capacitación de su ejército para las tareas que en este momento tiene Calderón: prepararse militarmente ante el desplome económico de México y una probable rebelión.
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