Autoridades federales y estatales ignoran denuncias
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 25 ene 11 (CIMAC).- Contrario al principio de no discriminación difundido en la campaña mediática de los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención del Sida e Infecciones de Transmisión Sexual (Capasits), la unidad médica en Monterrey, Nuevo León, maltrata y niega la atención especializada a cerca de 300 mujeres y hombres con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).
La escasez de infraestructura y personal capacitado y sensible en el Capasits regiomontano, se traduce en la violación de los derechos de cientos de personas con VIH, informó a Cimacnoticias Hilda Esquivel, representante en México de la Comunidad Internacional de Mujeres con VIH (ICW, por sus siglas en inglés).
Agregó que en esa unidad a las pacientes se les niega la atención ginecológica. Ante esta situación, la activista envió el pasado 13 de enero una queja a las secretarías de Salud federal y de Nuevo León, sin embargo hasta la fecha “no hemos tenido ninguna respuesta”, acusó.
Hilda Esquivel, también presidenta del Grupo de Autoapoyo el Roble, dirigió el escrito a José Ángel Córdova Villalobos, titular de la Ss federal; José Antonio Izazola Licea, director del Centro Nacional para la Prevención y Control del Sida (Censida), y Jesús Zacarías Villareal, secretario de Salud de Nuevo León, quienes han sido “indiferentes” ante las deficiencias del Capasits, recalcó.
Las violaciones a los derechos de las mujeres y hombres con VIH, documentadas por el Grupo de Autoapoyo el Roble, comenzaron desde la creación del Capasits en 2009, ya que no cuenta con recursos suficientes para atender con “calidad y calidez” a sus pacientes, dijo Esquivel.
Muestra de ello es que sólo cuenta con recursos para costear el salario de cinco personas: dos médicos, una enfermera, una psicóloga y una “auxiliar” (cuya tarea en el centro se desconoce), para dar atención a cerca de 300 mujeres y hombres con VIH.
Al déficit de personal se suma la escasa capacitación y sensibilidad de quienes atienden el centro, pues su director, Luis Gerardo Castillo, rechaza a las personas que van “en peor estado de salud”.
“Tenemos documentado el caso de un joven al que el médico Gerardo Castillo le negó la atención. Este muchacho llegó a consulta en silla de ruedas, acompañado por su madre, y al momento de la revisión el joven vomitó y el doctor intentó levantarlo para sacarlo del consultorio”, relató la representante del ICW.
Este hecho, dijo, fue denunciado por la madre del joven regiomontano ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).
En general, la atención es deficiente, aseguró. “A las y los pacientes les cambian el medicamento cuando no hay los que necesitan, citan a más personas de las que atienden, las traen de un lado a otro”, como ocurre con las mujeres con VIH que acuden a hacerse el Papanicolaou y les niegan la atención ginecológica, abundó.
Esta problemática –explicó Esquivel– se repite en Capasits de otros estados como Guerrero y Quintana Roo. “En Cancún (QR) les piden a las pacientes que compren su espejo para realizarles el papanicolaou y las operan para no tener más hijos sin su autorización, es alarmante”.
Ante este panorama, la activista reiteró su llamado a las autoridades de Salud para que prioricen el gasto en la atención de las personas con VIH. Advirtió que en el Capasits de Monterrey “ni siquiera hay agua y una persona que limpie”.
La activista señaló que las “serias deficiencias” de este centro y la inacción de los funcionarios al mando, como el secretario de Salud en Nuevo León, Zacarías Villareal, significan un “grave retroceso” a los derechos de las personas con VIH, conquistados por organizaciones y pacientes durante las últimas dos décadas.
La representante en México de la ICW urgió a las autoridades a “ver la realidad” y atenderla con el mismo impulso y presupuesto que asignaron a la actual campaña radial y televisiva que promociona la labor de los Capasits.
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