Atenco, Nadia Alejandra y Paulette, casos emblemáticos
México, DF, 24 ene 11 (CIMAC).- En los últimos cinco años en el Edomex la violación sexual de 26 mujeres en Atenco, el asesinato de Nadia Alejandra y el “caso Paulette” evidenciaron el deficiente sistema de procuración y administración de justicia
Desde 2005, la feminista y ex diputada federal Marcela Lagarde, reveló en la única investigación sobre el tema “Violencia feminicida en el Estado de México” que las acciones del gobierno estatal para evitar y esclarecer los homicidios dolosos de mujeres y niñas carecían de una perspectiva de promoción de los derechos humanos y de equidad de género.
La feminista advirtió que “el mayor riesgo” para las mexiquenses lo constituía la indiferencia generalizada hacia sus necesidades y la violencia contra ellas, la falta de respeto y la violación a sus derechos humanos, todo lo cual se concreta en formas de discriminación y maltrato, y constituye el feminicidio. De 1999 a 2005, fueron asesinadas 3 mujeres y niñas por día.
En opinión de Hugo Alejandro Concha Cantú, jurista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM existe una disfuncionalidad en la procuración e impartición de justicia, que no es propia del Edomex, sin embargo cuando las instituciones dependen del poder ejecutivo, como en el caso de esa entidad, el resultado son instituciones débiles, deficientes averiguaciones previas e impunidad.
ATENCO
La incursión policial del 3 y 4 de mayo de 2006 en San Salvador Atenco, dejó como saldo 211 detenidos, de los cuales 47 eran mujeres; 26 de ellas violadas sexualmente por policías.
Pese a que la tortura sexual se documentó rigurosamente a través de diversas instancias y peritajes aplicando el protocolo de Estambul, sólo un policía fue juzgado por “actos libidinosos” y no por violación sexual.
A más de cuatro años, ni los policías que ejecutaron el operativo ni quien lo ordenó, han sido sancionados.
Por el contrario, en julio de 2009 la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y trata de personas, instancia que debía investigar el caso, declinó su competencia a favor de la PGJEM, quien no ha realizado acciones para esclarecer los hechos.
Es así que 11 mujeres continúan su denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
FEMINICIDIO
Mientras que el estudio de Marcela Lagarde reveló que entre 2000 y 2005, se cometieron 321 homicidios dolosos contra mujeres y niñas; datos proporcionados por la PGJEM muestran que durante los siguientes cinco años (2005-2010) la cifra se incrementó a 922, es decir, aumentó más del doble.
Este incremento se debe a la negación de la violencia contra las mujeres, la falta de investigación y la indiferencia de las autoridades ante las denuncias de desapariciones y asesinatos dolosos.
Uno de los homicidios paradigmáticos del Edomex, considerado por las especialistas como feminicidio, es el de Nadia Alejandra, asesinada por su esposo Bernardo López Gutiérrez y el hermano de éste, frente a sus hijos de 2 4 y 5 años de edad; caso que se encuentra en espera de ser admitido por la CIDH.
En este caso, las autoridades “extraviaron” la cuerda con la que fue asfixiada la joven; por cuestiones de “higiene” se negaron a analizar la sangre encontrada en la vivienda; y los peritos “olvidaron” sellar el lugar de los hechos, lo que permitió a la familia de los homicidas quemar “toda la evidencia” e incluso cambiar la tapa de una cisterna, donde Bernardo y su hermano la introdujeron y golpearon, según el relato de sus hijos.
Luego de siete años de buscar la justicia, la madre de Nadia, consiguió que sentenciaran a 42 años de prisión al asesino de su hija. Sin embargo, debido a las deficientes investigaciones, pudo apelar la condena y dos meses después fue liberado.
PAULETTE
Un tercer caso es el de Paulette, una niña de 4 años de edad, que el 22 de marzo de 2010 desapareció de su domicilio en Huixquilucan. La PGJEM manejó tres líneas de investigación: secuestro, homicidio y un secuestro planeado por los padres para resolver sus problemas económicos, en ninguna acertaron.
A nueve días de la desaparición y luego de “exhaustas” revisiones de la PGJEM a la casa de Paulette, con perros entrenados y un equipo de 15 agentes del Ministerio Público, 100 agentes ministeriales y 23 peritos, se encontró el cadáver de la niña en una rendija que había entre el colchón de su cama y la estructura de la misma.
La causa de muerte según la PGJEM, fue “asfixia mecánica por sofocación”. Debido a las irregularidades en la investigación y a la propia línea de indagación, el dictamen fue cuestionado y rechazado por la sociedad civil, lo que provocó la renuncia del procurador, Alberto Bazbaz Sacal.
Si el Edomex contara con un sistema de justicia imparcial, autónomo e independiente, y con policías y jueces capacitados, la muerte de Nadia y Paulette y el de otras mujeres asesinadas, así como las violaciones sexuales de las mujeres de Atenco, no estarían impunes.
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