"El día que aprendas a tratar a la victoria y a la derrota como impostoras serás el campeón"
Hay quien atribuye esta frase a Rudyard Kipling, otros a Babe Ruth y yo la aprendí de mi padre, siempre la traje conmigo sin entenderla, hasta que hace cuarenta y dos años, aproximadamente comencé a litigar.
No creo ser el campeón al que la frase se refiere, pero si puedo decir que sin ese pensamiento me hubiese sido muy difícil afrontar los años de la guerra sucia, de la represión salinista, la pérdida de independencia de los sindicatos, la pérdida de soberanía de nuestro país, la corrupción generalizada, las inclemencias del tiempo y las injurias de las mujeres.
Es momento de hacer un balance, por el lado bueno la izquierda sostuvo el nivel de votación, o sea que los traidores y burócratas que siempre hemos cargado poco tuvieron que ver en la victoria del PRI, no se reflejaron los ciento cuarenta mil votos que los hermanitos de los mil apellidos dicen haber aportado, o sea que si descontamos el voto duro del tricolor, lo demás es pura corrupción.
Pero también hubo corrupción en 1988 y en 2006 y nuestra percepción fue diferente, sin embargo ¿Quién nos dijo que la izquierda puede ser reconocida en este país sin permiso de la derecha?
Ese razonamiento nos queda más claro desde el fondo de nuestro subconsciente, por que nadie en su sano juicio dentro del mundo de la política se asumiría como reaccionario, conservador, retrógrado, cuentachiles, nalgaschiquitas y otros epítetos.
Pero tampoco ya nadie dice ser partisano, libertador, revolucionario, guerrillero, vamos ni siquiera radical, por que el chiste es estar lo más al centro que se puede para observar desde la cómoda medianía como se arriesgan y caen los que tiene el valor de jugársela.
Fuera de la anécdota el problema ahora como siempre es ¿cómo confrontar la corrupción? pues nadie que no la derrote podrá gobernar en beneficio del pueblo.
La corrupción es ignorancia, miseria, estupidez y prepotencia que desarrollan desde el cuico de la esquina como un ministro de la Corte, un besamanos que abre las puertas y el presidente de la República, con la diferencia que mientras unos no tuvieron otra que aceptar esa chamba, otros estudiaron, se especializaron y llegaron hasta la ignominia con tal de enriquecerse jodiendo al prójimo.
Cuando se enarboló como consigna deshacer las organizaciones sociales que dieron origen al PRD y a los partidos de izquierda, cuando se pactó descaradamente o a soto voce con la derecha pensando que el país se había convertido en un jardín adonde convivirían tres partidos asegurando la subsistencia de los políticos para siempre, cuando se abandonaron los principios y la decencia creo que ya no había quedado nada...
Así que si se rescató un nivel de votación bajo, pero a fin de cuentas es lo que éramos antes de sumergirnos en el lodo, no se debe hablar de fracasos, a no ser que concluyamos con Camus que somos la única especie animal que reniega de quien es.
Los triunfos vendrán después, cuando con nuestro ejemplo demostremos que vale más el peso del hombre honrado que los varos que gana un tranza, pues eso es lo que hace grandes a los países.
La victoria y la derrota son impostoras, esa es su naturaleza y la nuestra también si no sabemos salir adelante en la única vida que tenemos.
Gracias: Manuel dela Rosa
No hay comentarios.:
Publicar un comentario