Lunes 12 de septiembre de 2011, p. a15
Con influencias tan diversas como Orson Welles, el teatro kabuki y Willliam Shakespeare, Masahiro Shinoda es considerado en Japón uno de los directores más representativos de la posguerra, compartiendo la escena con nombres como Nagisa Oshima y Kiju Yoshida. Debido a la importancia de su obra, este mes en la Cineteca Nacional se le rinde homenaje con una retrospectiva, la cual tendrá lugar del martes 13 al domingo 25 de septiembre en la Sala 4, Arcady Boytler, de esta institución.
Conformada por 13 largometrajes en 35 y 16 mm, en un intento por rescatar la esencia del cine, la muestra abarca desde sus orígenes en los grandes estudios hasta su segunda etapa en el cine de época como productor independiente. De este modo, el ciclo se inaugura con Asesinato, de 1964, acerca de un ronin que se debate entre el shogun y el emperador con el único fin de luchar por sus principios; seguido por El lago seco, de 1960, y su tercera producción Mi rostro enrojecido al amanecer, de 1961. Estos dos últimos fueron escritos por Shûji Terayama, su guionista de cabecera.
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