Ricardo Rocha
No habrá sorpresa alguna de aquí al 1 de diciembre de 2012. Todo seguirá igual en este país: cada vez más pobres, cada vez más desempleados y un creciente número de jóvenes sin esperanza.
La nota de ocho ayer en “El Universal” es contundente: “Disparan gasto para burocracia… El Presupuesto de Egresos para el año próximo propuesto por el Gobierno federal plantea un aumento en el gasto corriente (integrado mayormente por sueldos y pensiones de la burocracia) y un recorte de recursos para obras de infraestructura”. Lo notable es que la información se basa no en un exabrupto de algún trasnochado grupo izquierdoso, sino de un estudio elaborado por especialistas del mismísimo Tecnológico de Monterrey, que van todavía más allá al titular su documento: 2012, sin un presupuesto sólido. Lo grave es que en él se reconoce que en el presupuesto presentado a los diputados por el gobierno calderonista se advierten fallas fundamentales, como el hecho de que propone reducciones sustanciales en rubros como Comunicaciones y Transportes, Energía, Salud y Educación y algunos otros “motores del crecimiento”.
Lo relevante es que el presupuesto, en tanto propuesta de gobierno, es una suerte de necedad en el sentido de que estamos bien, vamos mejor y no hay más vía que la nuestra o una especie de resignación: ya no hay nada que pueda hacerse. En el primer caso se reafirma la obsesión belicista de aumentar en miles de millones el gasto para la guerra contra el crimen organizado mientras se recortan dramáticamente los recursos destinados a hospitales y escuelas. Por supuesto que no se advierte tampoco ningún esfuerzo estructural para disminuir la pobreza a la que han ingresado más de 10 millones de mexicanos tan sólo en los últimos cinco años. Pero, eso sí, aumentarán de 562 mil a 617 mil los millones para una burocracia obesa que ha engordado hipopotamescamente durante estos dos gobiernos panistas.
Lo dramático es que, tal cual está, el presupuesto subestima la desaceleración económica que no acabó de irse y que se va a acentuar a pesar de los malabares del señor Obama en los Estados Unidos, cuyos gravísimos problemas económicos seguirán impactando negativamente en un país que apostó equivocadamente a una dependencia comercial de más de 85 por ciento.
En paralelo , la OCDE nos informa que son más de 7 millones de nuestros jóvenes los que ni estudian ni trabajan, así que ocupamos el tercer lugar en este renglón entre los 34 países miembros; peor aun en el caso de las mujeres, donde alcanzamos un vergonzante primer lugar. Toda una población de ninis a los que les hemos cancelado el futuro.
Es probable que en la Cámara de Diputados se dé un encendido y hasta furioso debate sobre la propuesta presupuestal del Ejecutivo. Ya se pueden anticipar los roles prototípicos: el PRI invocando el federalismo para jalar más lana a sus estados, sobre todo ahora que viene el año electoral de 2012; el PRD y anexos propugnando más dineros para el gasto social y educativo, y el PAN defendiendo lo indefendible con el argumento sobadísimo de las finanzas sanas, al fin que un crecimientito de 3.5% no será mucho más bajo que el de cuatro en este año.
Como resultado del debate legislativo, puede que haya algunas reasignaciones más o menos llamativas, pero en el fondo no pasará nada. Baste recordar que para este 2011 se reacomodaron 100 mil millones de pesos, que pueden parecer muchos, pero que en un global de más de 3 millones de millones nomás no pintan.
Lo que realmente hace falta, perdón por la necedad, es un nuevo modelo de desarrollo que abata una pobreza con un costo social y económico ya impagable. Un cambio sustancial en el rumbo del país, que nos dé posibilidades de futuro. Y del que no ha hablado ninguno de nuestros próceres precandidatos.
ddn_rocha@hotmail.com
No habrá sorpresa alguna de aquí al 1 de diciembre de 2012. Todo seguirá igual en este país: cada vez más pobres, cada vez más desempleados y un creciente número de jóvenes sin esperanza.
La nota de ocho ayer en “El Universal” es contundente: “Disparan gasto para burocracia… El Presupuesto de Egresos para el año próximo propuesto por el Gobierno federal plantea un aumento en el gasto corriente (integrado mayormente por sueldos y pensiones de la burocracia) y un recorte de recursos para obras de infraestructura”. Lo notable es que la información se basa no en un exabrupto de algún trasnochado grupo izquierdoso, sino de un estudio elaborado por especialistas del mismísimo Tecnológico de Monterrey, que van todavía más allá al titular su documento: 2012, sin un presupuesto sólido. Lo grave es que en él se reconoce que en el presupuesto presentado a los diputados por el gobierno calderonista se advierten fallas fundamentales, como el hecho de que propone reducciones sustanciales en rubros como Comunicaciones y Transportes, Energía, Salud y Educación y algunos otros “motores del crecimiento”.
Lo relevante es que el presupuesto, en tanto propuesta de gobierno, es una suerte de necedad en el sentido de que estamos bien, vamos mejor y no hay más vía que la nuestra o una especie de resignación: ya no hay nada que pueda hacerse. En el primer caso se reafirma la obsesión belicista de aumentar en miles de millones el gasto para la guerra contra el crimen organizado mientras se recortan dramáticamente los recursos destinados a hospitales y escuelas. Por supuesto que no se advierte tampoco ningún esfuerzo estructural para disminuir la pobreza a la que han ingresado más de 10 millones de mexicanos tan sólo en los últimos cinco años. Pero, eso sí, aumentarán de 562 mil a 617 mil los millones para una burocracia obesa que ha engordado hipopotamescamente durante estos dos gobiernos panistas.
Lo dramático es que, tal cual está, el presupuesto subestima la desaceleración económica que no acabó de irse y que se va a acentuar a pesar de los malabares del señor Obama en los Estados Unidos, cuyos gravísimos problemas económicos seguirán impactando negativamente en un país que apostó equivocadamente a una dependencia comercial de más de 85 por ciento.
En paralelo , la OCDE nos informa que son más de 7 millones de nuestros jóvenes los que ni estudian ni trabajan, así que ocupamos el tercer lugar en este renglón entre los 34 países miembros; peor aun en el caso de las mujeres, donde alcanzamos un vergonzante primer lugar. Toda una población de ninis a los que les hemos cancelado el futuro.
Es probable que en la Cámara de Diputados se dé un encendido y hasta furioso debate sobre la propuesta presupuestal del Ejecutivo. Ya se pueden anticipar los roles prototípicos: el PRI invocando el federalismo para jalar más lana a sus estados, sobre todo ahora que viene el año electoral de 2012; el PRD y anexos propugnando más dineros para el gasto social y educativo, y el PAN defendiendo lo indefendible con el argumento sobadísimo de las finanzas sanas, al fin que un crecimientito de 3.5% no será mucho más bajo que el de cuatro en este año.
Como resultado del debate legislativo, puede que haya algunas reasignaciones más o menos llamativas, pero en el fondo no pasará nada. Baste recordar que para este 2011 se reacomodaron 100 mil millones de pesos, que pueden parecer muchos, pero que en un global de más de 3 millones de millones nomás no pintan.
Lo que realmente hace falta, perdón por la necedad, es un nuevo modelo de desarrollo que abata una pobreza con un costo social y económico ya impagable. Un cambio sustancial en el rumbo del país, que nos dé posibilidades de futuro. Y del que no ha hablado ninguno de nuestros próceres precandidatos.
ddn_rocha@hotmail.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario