Zona de Reflexión
Por Lucía Lagunes Huerta*
México, DF, 14 sep 11 (CIMAC).- Cuesta trabajo comprender las lógicas institucionales, sobre todo cuando se les mandata hacer una cosa y hacen otra; cuesta más trabajo cuando además del mandato se les dan los recursos económicos y por extrañas evaluaciones internas, difícilmente comprensibles para la ciudadanía, deciden usar ese dinero para otros fines.
Me explico: El año pasado la Cámara de Diputados destinó ocho millones de pesos (que representa el 0.7 por ciento del presupuesto global) para que el Instituto Federal Electoral (IFE) fomente la igualdad entre mujeres y hombres; sin embargo, el instituto decidió destinar 4.5 millones de pesos para hacer un diagnóstico que le diga cuál es la problemática que limita los liderazgos femeninos al interior de los partidos.
Estos recursos públicos etiquetados para este año estaban destinados a incrementar la presencia de las mujeres dentro de los cargos de elección popular con miras a las elecciones del año 2012, en la cual se elegirán 583 cargos municipales, diputaciones y senadurías.
Se ha demostrado que pese a las reformas al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) para aumentar la cuota de género al 60/40 (aprobadas en 2007 y que entraron en vigor en 2008), los partidos políticos siguen incumpliendo ese mandato.
No sólo eso, sino que dentro de esta modificación se estipuló la obligación de los partidos a destinar el dos por ciento de su presupuesto anual a la capacitación, promoción y desarrollo del liderazgo político de las mujeres.
Diagnósticos se han hecho muchos sobre lo que ocurre dentro de los partidos políticos, para sabotear el derecho de las mujeres a la participación política. Uno de los resultados de estos diagnósticos es el incumplimiento de los preceptos legales y de la poca vigilancia y sanción que se da a los partidos políticos por su incumplimiento.
Y para que los partidos dejen de violar la ley es necesario que la autoridad responsable de vigilar su cumplimiento, prevenga, investigue, sancione y repare las violaciones a los derechos políticos de las mexicanas.
Así pues que en lugar de hacer diagnósticos costosos, que sólo buscan ejercer el presupuesto para cumplir, sin apuntar a la esencia del mandato, el IFE tiene que fiscalizar y sancionar el incumplimiento de los partidos en el ejercicio del dos por ciento para promoción política de las mujeres.
¿O no recuerdan que los partidos usaron ese dinero para gorras, utensilios de limpieza, mandiles, etcétera, y no para la promoción de los liderazgos femeninos?
El IFE tiene que sancionar a los partidos que usan la cuota de género como mecanismo seguro para hacer llegar a sus candidatos masculinos a través de las suplencias.
La autoridad electoral debe garantizar el cumplimiento de la ley de cuotas a cabalidad; estos son pasos seguros para consolidar los liderazgos femeninos.
El IFE tiene por obligación promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de las mexicanas, y respetar el derecho político al pleno ejercicio de la ciudadanía de las mujeres.
Tal obligación implica evitar cualquier medida que obstaculice el ejercicio de ese derecho, ya sea por acción u omisión. No sancionar las violaciones a los derechos ni reparar el derecho violado de las ciudadanas, coloca al instituto en la omisión.
No se trata aquí de hacer como que cumplo, se trata de consolidar la democracia y respetar el Estado de Derecho.
Twitter @lagunes28
*Directora general de CIMAC A.C.
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