PAZ. El 3 de julio, jóvenes poblanos lanzaron una convocatoria para emprender la campaña Compartiendo Abrazos, la cual pretende “regalar amor y buscar la armonía entre la sociedad” (Foto: ARCHIVO EL UNIVERSAL )
El poder de convocatoria de las redes sociales está en operación entre jóvenes de Chiapas, Morelos, Jalisco, Sinaloa y Puebla, donde diversas movilizaciones han sido resultado de llamados exitosos a través de esta vía.
Por medio de Facebook y Twitter, grupos juveniles han llamado a protestar por el cierre de antros o por la inseguridad, aunque también se organizan para evadir el alcoholímetro o reportar hechos de violencia.
Las redes sociales se han convertido en una nueva forma de activismo virtual para los jóvenes, ya que esos medios cada día cobran mayor relevancia e impulso para lograr objetivos de este sector social, explicó Octavio Figueroa, sociólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En Guadalajara, Jalisco, las redes sociales son medios recurrentes para convocar protestas luego de que en enero la delincuencia organizada arremetiera por primera vez contra la tranquilidad de la sociedad civil al cometer una serie de narcobloqueos en diferentes puntos del área metropolitana.
En esa ocasión, en un intento de asesinato un grupo de delincuentes mató a balazos a dos hermanitas de 8 y 12 años. Tras esos hechos, la indignación hecha pública a través de los medios de comunicación no fue suficiente y en Facebook se orquestó la primera manifestación considerada realmente ciudadana, sin la intervención de organizaciones civiles o militantes políticos.
Carol Arámbula, estudiante del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), organizó la marcha realizada el pasado 2 de febrero, en la que participaron unas 400 personas, casi todas jóvenes vestidas con playera blanca.
“Nos enterábamos de los narcobloqueos y ataques, entonces decidí convocar a la marcha. Las redes sociales sí funcionan para convocar. Es la primera vez que organizo una”, mencionó la joven universitaria.
“Subí al Facebook la convocatoria para la marcha y en una hora ya tenía miles de confirmaciones”, dijo.
Después de esa manifestación, nacieron organizaciones como Bien, muchos por la paz, que hace activismo a través de las redes sociales en Jalisco.
“El futuro de las redes sociales es incierto”, comentó al respecto el especialista Octavio Figueroa. Se han convertido, agregó, en un espacio primigenio para la comunicación y la movilización de los jóvenes entre 12 y 20 años, pero hay que tener cuidado porque las redes sociales están “empezando a desplazar la comunicación cara a cara”.
Al respecto, se encuentra el caso de un joven llamado Héctor Bautista Flores, quien no previó que su participación en el blog Informe Chiapas lo llevaría a pisar la cárcel. Su caso se remonta a noviembre de 2010, cuando el hombre de 38 años de edad escribiera un texto denominado “Deuda Pública en Chiapas, la más alta en 16 años”. Tras esa publicación, la Procuraduría General de Justicia de Chiapas inició una investigación en su contra y en una revisión a su computadora presuntamente se encontró pornografía infantil, lo que lo llevó a pisar el penal de El Amate acusado de ese cargo, además de asociación delictuosa y delitos contra la moral pública y ejercicio ilegal del servicio público.
A raíz de su detención, activistas iniciaron una campaña en Twitter por la libertad de Bautista Flores. En el espacio electrónico se creó la etiqueta #Censurachiapas y lo cual provocó la movilización de los cibernautas. Se convocó a una manifestación en la Ciudad de México por la liberación del acusado, pero un día antes de que se realizara la marcha éste fue liberado en diciembre de 2010.
La liberación de Héctor fue considerado por los twitteros como un caso ejemplar del “poder” de las redes sociales, ya que los jóvenes utilizan estos medios para comunicarse y llamar a la movilización.
El sociólogo de la UNAM mencionó que las nuevas generaciones también pueden utilizar las redes de manera inadecuada. “Lo cierto es que aún no sabemos cómo serán las generaciones que están creciendo con ellas”.
En Mazatlán, Sinaloa, el pasado 30 de junio se llevó a cabo una protesta de jóvenes contra el programa Cero Tolerancia que busca impedir que se ingieran bebidas embriagantes en la vía pública. Al menos un centenar de jóvenes convocados por redes sociales se unieron y participaron en una manifestación de casi tres horas en la zona de Olas Altas.
En esa misma ciudad, el 18 de julio se realizó la marcha Yo quiero vivir sin miedo, misma que fue organizada desde Facebook y Twitter. Diego Velarde, autor del movimiento, reconoció que la idea salió estando frente al monitor, cuando vio en las redes las expresiones de cansancio de los mazatlecos ante una balacera en un bar del puerto.
Contra tarifas
En Puebla, un grupo de universitarios usó Facebook para crear un movimiento en contra del alza a la tarifa del transporte público en enero de este año. Frida Damián, vocera de a Liga Estudiantil Democrática, dijo que este medio es la opción para la organización de la ciudadanía inconforme. “Es realmente el único medio de expresión donde los jóvenes podemos emitir nuestras ideas, así que decidimos organizar todas las marchas; ahí fijamos fechas y horarios”. Como respuesta a estas convocatorias hicieron 10 protestas.
En Morelos, las marchas por la paz, aun cuando han tenido difusión en los medios de comunicación tradicionales, éstas tomaron fuerza tras ser publicadas en las redes sociales.
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