CAMPAÑA PERIODISTAS DE MESOAMÉRICA A FAVOR DE LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS
Agresión intrafamiliar, en noviazgo y sector salud, la más común
Por Yara Valadez, corresponsal
Guanajuato, 3 ene 12 (CIMAC).- La capital del estado de Guanajuato y el municipio de Irapuato, en la misma entidad, son de las localidades con más altos índices de violencia contra las mujeres a nivel estatal.
El municipio de Guanajuato, capital del estado del mismo nombre, es el cuarto con mayor número de casos de violencia de género, informó la directora del Instituto Municipal de las Mujeres (IMM), Iovana Rocha Cano.
Recordó que tan sólo en su primer día de operaciones, el IMM recibió 793 visitas de mujeres violentadas, a quienes se les brindaron terapias psicológicas y asesorías jurídicas.
Rocha Cano destacó que el 60 por ciento de las guanajuatenses dice haber vivido algún tipo de violencia emocional, mientras que otro 15 por ciento advierte haber padecido violencia sexual.
Agregó que los resultados de dos mil encuestas realizadas entre adolescentes de escuelas secundarias, arrojaron que 35 por ciento de las jóvenes refirió sufrir algún tipo de violencia sexual.
ALCOHOLISMO DISPARA AGRESIONES
En tanto, en el municipio de Irapuato a la semana se atienden de 10 a 15 reportes de violencia de género, los cuales se incrementan los fines de semana y los días de quincena, informó el titular de la policía municipal, Fernando Navarrete Lozano.
“Una de las principales causas es porque los maridos llegan alcoholizados y discuten con sus esposas, lo que origina el maltrato físico”, dijo el funcionario.
La procuradora auxiliar en Asistencia Social para la Defensa del Menor y la Familia, Claudia Hernández Robles, señaló que los casos de violencia contras las irapuatenses no cedieron terreno en 2011: “Tenemos las mismas cifras que el año pasado (2010), cerca de 110 mujeres al mes”.
Laura Cecilia Zermeño Vázquez, titular del Instituto de las Mujeres Irapuatenses (Inmira), comentó que en 2011 se atendieron mil 500 denuncias de mujeres violentadas durante el noviazgo.
Añadió que en el último trimestre del año pasado, el Inmira asesoró a 600 mujeres en el ejercicio de sus Derechos Humanos. Advirtió que la cifra de asesorías va en aumento.
Zermeño Vázquez explicó que la violencia obstétrica es de las más comunes en Irapuato: “Es una violencia que surge en la instituciones de salud cuando sin consultar a las mujeres se les realiza la salpingoclasia (ligadura de las trompas uterinas como método anticonceptivo permanente)”.
La funcionaria agregó que por miedo muchas mujeres no denuncian la violencia de cualquier tipo que sufren en su contra.
APUESTA A SU ESPOSA
Desde los 16 años de edad, Alicia ha sufrido violencia intrafamiliar. Primero por parte de sus padres, después de su ahora ex esposo, quien además de golpearla durante su embarazo llegó al extremo de entregarla a uno de sus amigos al perder una apuesta en un juego de cartas.
“Fui humillada; mi esposo me golpeaba y mi hijo lo sigue mucho, ya se hizo drogadicto, pero lo que más me duele es que mis papás me decían que mi obligación era estar con mi esposo, que tenía que aguantarme y desde que yo era niña mis papás me maltrataban”, narró la mujer entre lágrimas.
Con 32 años de edad, Alicia aparenta más edad. Los golpes y el miedo han minado su ánimo y salud.
Platicó que una vez su ex esposo llegó ebrio a la casa con un grupo de amigos; jugaron baraja y él perdió. Ella era la apuesta. “Me dijo mi esposo que andaba borracho, que tenía que hacer lo que me pidiera su amigo; así que tuve que acceder, no me quedaba de otra, sino me iba a golpear”, relató.
Alicia tiene una hija de 16 años con cuatro meses de embarazo, y quien también sufre violencia de parte de su pareja. Recientemente fue golpeada porque llegó tarde a su casa.
Alicia llamó a la policía y su yerno fue detenido, pero escasas horas después quedó en libertad y regresó para amenazarla de muerte con una navaja.
En otra historia de violencia de género en el estado de Guanajuato, July contó que durante dos años maquilló los moretones que le dejaban las golpizas que le propinaba su pareja, y no salía a la calle. Cuando le preguntaban qué le había pasado, July siempre respondía “me caí”.
La historia de July ocurrió hace 15 años cuando quedó embarazada y su pareja le pidió que no tuviera al bebé. Ella se negó a abortarlo y entonces comenzaron las agresiones.
“Salí embarazada y él no quería responder por el bebé (…); cuando nos enojábamos o discutíamos él me pegaba en el estómago para que abortara”, relató.
De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh), el 43 por ciento de las mujeres en México ha sido víctima de algún tipo de violencia por parte de sus parejas actuales o en sus más recientes relaciones.
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