Oficialmente no concluye aún el tradicional Lupe-Reyes, pero los efectos de la empinadísima cuesta de enero (de 90 grados para la mayoría de los mexicanos) se patentizan desde ya: se incrementan los precios de alimentos, transporte, gas LP, tarifas eléctricas, peajes, verificación vehicular, colegiaturas, entre otros, y nada raro sería que en el primer fin de semana del Año Nuevo se concrete el primer gasolinazo de 2012. Todo ello, y lo que se acumule, en un entorno de deterioro económico y enrarecimiento del ambiente político-electoral. Así, el presunto aumento a los minisalarios prácticamente quedó nulificado pocas horas después de su aprobación por el consejo de representantes (gobierno, patrones y líderes obreros).
Como es costumbre, a lo largo de 2011 el incremento a los precios repercutió más sobre la población que percibe menos ingresos en México. La inflación anual de bienes y servicios que adquirieron las familias con ingreso hasta de un salario mínimo fue de 3.54 por ciento (hasta noviembre pasado) por arriba de la inflación oficial general, para los hogares con ingresos de entre uno y tres salarios mínimos el aumento a los precios fue de 3.71, para los hogares que perciben ingresos de entre tres y seis salarios mínimos la inflación fue de 3.64 y para los hogares que tienen ingresos superiores a seis salarios mínimos tuvieron una inflación anual de 3.43. Así, se observa que las familias más desfavorecidas tuvieron una pérdida mayor en su poder de compra.
Como bien apunta el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en noviembre pasado la variación mensual del índice de precios al consumidor de los alimentos (agropecuarios y procesados) fue de 0.93 por ciento, por lo que tuvo una inflación anual de 4.30 por ciento, ubicándose por arriba de la general y mayor en 0.23 puntos porcentuales a la observada en el mismo periodo de 2010 (4.07 por ciento). El índice de la canasta básica reportó un incremento mensual de 2.47 por ciento, por lo que su variación anual se ubicó en 5.17 por ciento, superior a la general y a la observada en el mismo mes del año pasado (4.13 por ciento).
Por lo que toca al ingreso, el citado centro de estudios agrega que para 2012 la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, por medio del consejo de representantes, autorizó un aumento de 4.2 por ciento al miniingreso, de tal suerte que para el área geográfica A será de 62.33 pesos diarios, para la B de 60.57 y para la C de 59.08, con un promedio de 60.66 pesos. “Si se descuenta el salario mínimo de cada región con el índice nacional de precios al consumidor –INPC– (la inflación oficial) se tiene que de enero de 2000 a noviembre de 2011 el salario mínimo general ha acumulado una pérdida de 3.7 por ciento, o bien, 66 pesos al mes. Si el mismo ejercicio se hace para las distintas regiones, los resultados son similares: la región A ha perdido 8.1 por ciento (154 pesos al mes), la B 3.6 (63 pesos al mes) y la C ha crecido uno por ciento (16 pesos al mes).”
Sin embargo, si se considera que la inflación de la canasta básica ha sido mayor a la del INPC, los resultados empeoran notablemente. Descontando los salarios con la inflación de la canasta básica, éstos han acumulado en 11 años una pérdida de 9.1 por ciento (167 pesos al mes). La región con peor desempeño es la A, que ha acumulado una reducción de 13.2 por ciento en su poder de compra (261 pesos al mes). Por su parte, la B ha caído 8.9 (164 pesos al mes) y la C 4.7 (79 pesos al mes). De lo anterior se desprende que si bien el crecimiento del salario mínimo de 4.2 por ciento anunciado para 2012 va en línea con las expectativas de la inflación, no lo es si se toma en cuenta la pérdida del poder de compra vivido en los últimos años. La consecuencia inevitable del empeoramiento de los ingresos salariales es el bajo crecimiento en el mercado interno.
El CEFP subraya que cada vez se aprecia un detrimento en el ánimo de los consumidores, tanto en el largo como en el corto plazo, lo que se podría explicar, en parte, por el deterioro de su situación económica actual comparada con la de hace un año en ambos periodos. La renuencia de los consumidores a comprar bienes de consumo duradero en el corto plazo podría incidir en la dinámica de la demanda interna a través de un menor consumo y ahondar más el lento crecimiento de la economía nacional, la cual se espera que, en el presente año, crezca menos que en 2010 y mucho menos en 2012.
En este contexto, retoma las cifras del más reciente reporte del Inegi (noviembre de 2011) en lo que a confianza del consumidor se refiere: si bien aumentó 1.18 por ciento anual, con el cual sumó 23 meses de alzas consecutivas, dicha proporción resulta menor en 12.06 puntos porcentuales al incremento observado en el mismo mes de 2010 (13.24 por ciento). Los consumidores mantienen una expectativa pesimista, debido a que aprecian que su situación económica es menos favorable actualmente comparada con la de hace un año. La confianza de los consumidores sigue mostrando alzas anuales moderadas, la de noviembre es la segunda más baja en 2011 y el nivel del índice aún se ubica por debajo de su máximo antes del periodo de crisis.
Cerca de concluir el año, apunta el centro de estudios mencionado, la información acerca del rumbo que está tomando la economía nacional no es halagüeña. Los indicadores adelantados ubican al país en fase de desaceleración por séptimo mes consecutivo. En suma, la economía sigue generando pocas oportunidades laborales, lo cual se agrava por la desaceleración económica en Estados Unidos y por la débil situación del mercado interno mexicano. Por ello, las reducciones en las proyecciones de empleo del Banco de México no hacen sino confirmar la difícil situación que atraviesa el país, y que podría empeorar aún más si la crisis europea contagia al resto de las economías. En síntesis, bienvenidos a 2012.
Las rebanadas del pastel
Propiedad de Gastón Azcárraga, el grupo hotelero Posadas se encuentra en debilidad financiera que pondría en riesgo el cumplimiento de sus vencimientos de deuda este año; sus actuales márgenes de utilidad son inferiores a los reportados cuando se inició el proceso de quiebra de Nuevo Grupo Aeronáutico (Mexicana de Aviación), de acuerdo con un reporte de la calificadora Standard & Poor’s (La Jornada, Julio Reyna Quiroz). ¡Qué lástima!, porque ahora el voraz empresario no puede culpar a los trabajadores de la aerolínea de su fracaso en el negocio hotelero.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Como es costumbre, a lo largo de 2011 el incremento a los precios repercutió más sobre la población que percibe menos ingresos en México. La inflación anual de bienes y servicios que adquirieron las familias con ingreso hasta de un salario mínimo fue de 3.54 por ciento (hasta noviembre pasado) por arriba de la inflación oficial general, para los hogares con ingresos de entre uno y tres salarios mínimos el aumento a los precios fue de 3.71, para los hogares que perciben ingresos de entre tres y seis salarios mínimos la inflación fue de 3.64 y para los hogares que tienen ingresos superiores a seis salarios mínimos tuvieron una inflación anual de 3.43. Así, se observa que las familias más desfavorecidas tuvieron una pérdida mayor en su poder de compra.
Como bien apunta el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en noviembre pasado la variación mensual del índice de precios al consumidor de los alimentos (agropecuarios y procesados) fue de 0.93 por ciento, por lo que tuvo una inflación anual de 4.30 por ciento, ubicándose por arriba de la general y mayor en 0.23 puntos porcentuales a la observada en el mismo periodo de 2010 (4.07 por ciento). El índice de la canasta básica reportó un incremento mensual de 2.47 por ciento, por lo que su variación anual se ubicó en 5.17 por ciento, superior a la general y a la observada en el mismo mes del año pasado (4.13 por ciento).
Por lo que toca al ingreso, el citado centro de estudios agrega que para 2012 la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, por medio del consejo de representantes, autorizó un aumento de 4.2 por ciento al miniingreso, de tal suerte que para el área geográfica A será de 62.33 pesos diarios, para la B de 60.57 y para la C de 59.08, con un promedio de 60.66 pesos. “Si se descuenta el salario mínimo de cada región con el índice nacional de precios al consumidor –INPC– (la inflación oficial) se tiene que de enero de 2000 a noviembre de 2011 el salario mínimo general ha acumulado una pérdida de 3.7 por ciento, o bien, 66 pesos al mes. Si el mismo ejercicio se hace para las distintas regiones, los resultados son similares: la región A ha perdido 8.1 por ciento (154 pesos al mes), la B 3.6 (63 pesos al mes) y la C ha crecido uno por ciento (16 pesos al mes).”
Sin embargo, si se considera que la inflación de la canasta básica ha sido mayor a la del INPC, los resultados empeoran notablemente. Descontando los salarios con la inflación de la canasta básica, éstos han acumulado en 11 años una pérdida de 9.1 por ciento (167 pesos al mes). La región con peor desempeño es la A, que ha acumulado una reducción de 13.2 por ciento en su poder de compra (261 pesos al mes). Por su parte, la B ha caído 8.9 (164 pesos al mes) y la C 4.7 (79 pesos al mes). De lo anterior se desprende que si bien el crecimiento del salario mínimo de 4.2 por ciento anunciado para 2012 va en línea con las expectativas de la inflación, no lo es si se toma en cuenta la pérdida del poder de compra vivido en los últimos años. La consecuencia inevitable del empeoramiento de los ingresos salariales es el bajo crecimiento en el mercado interno.
El CEFP subraya que cada vez se aprecia un detrimento en el ánimo de los consumidores, tanto en el largo como en el corto plazo, lo que se podría explicar, en parte, por el deterioro de su situación económica actual comparada con la de hace un año en ambos periodos. La renuencia de los consumidores a comprar bienes de consumo duradero en el corto plazo podría incidir en la dinámica de la demanda interna a través de un menor consumo y ahondar más el lento crecimiento de la economía nacional, la cual se espera que, en el presente año, crezca menos que en 2010 y mucho menos en 2012.
En este contexto, retoma las cifras del más reciente reporte del Inegi (noviembre de 2011) en lo que a confianza del consumidor se refiere: si bien aumentó 1.18 por ciento anual, con el cual sumó 23 meses de alzas consecutivas, dicha proporción resulta menor en 12.06 puntos porcentuales al incremento observado en el mismo mes de 2010 (13.24 por ciento). Los consumidores mantienen una expectativa pesimista, debido a que aprecian que su situación económica es menos favorable actualmente comparada con la de hace un año. La confianza de los consumidores sigue mostrando alzas anuales moderadas, la de noviembre es la segunda más baja en 2011 y el nivel del índice aún se ubica por debajo de su máximo antes del periodo de crisis.
Cerca de concluir el año, apunta el centro de estudios mencionado, la información acerca del rumbo que está tomando la economía nacional no es halagüeña. Los indicadores adelantados ubican al país en fase de desaceleración por séptimo mes consecutivo. En suma, la economía sigue generando pocas oportunidades laborales, lo cual se agrava por la desaceleración económica en Estados Unidos y por la débil situación del mercado interno mexicano. Por ello, las reducciones en las proyecciones de empleo del Banco de México no hacen sino confirmar la difícil situación que atraviesa el país, y que podría empeorar aún más si la crisis europea contagia al resto de las economías. En síntesis, bienvenidos a 2012.
Las rebanadas del pastel
Propiedad de Gastón Azcárraga, el grupo hotelero Posadas se encuentra en debilidad financiera que pondría en riesgo el cumplimiento de sus vencimientos de deuda este año; sus actuales márgenes de utilidad son inferiores a los reportados cuando se inició el proceso de quiebra de Nuevo Grupo Aeronáutico (Mexicana de Aviación), de acuerdo con un reporte de la calificadora Standard & Poor’s (La Jornada, Julio Reyna Quiroz). ¡Qué lástima!, porque ahora el voraz empresario no puede culpar a los trabajadores de la aerolínea de su fracaso en el negocio hotelero.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Todavía no vuelven de vacaciones la mayoría de los integrantes de la próspera clase política y, por otro lado, ya tiró la chamba el secretario del Trabajo, Javier Lozano, ahora quiere seguir cobrando como senador panista. Pero la prole comenzó a sufrir la empinada cuesta de enero. Lozano es uno de los responsables de la política salarial del calderonismo. Entró en vigor el nuevo mínimo para 2012. Es nuevo pero no es un aumento. Los dos pesos y centavitos que lo separan del salario de 2011 implican una disminución congruente –para usar un terminajo que se ha venido poniendo de moda entre los economistas oficiales– con el propósito del gobierno de competir con los salarios más bajos del mundo, a fin de atraer capitales extranjeros que vengan a crear empresas y empleos. Es un plan mafufo. ¿Usted invertiría su dinero en un país donde puede ser secuestrado o asesinado impunemente? Apenas estando mal de la cabeza. Como he venido comentando, en los seis años de calderonismo el salario aumentó 13 pesos. Hubiera sido mejor que no lo hubieran movido de como estaba en 2006, porque con ese pretexto todo ha subido de precio, en una proporción infinitamente mayor. Ahí está el caso de la gasolina, el diesel, el transporte público. En la gráfica que aparece en esta página pueden ver los aumentos del calderonismo, año con año.
Así quedaron los buenos sueldos
Como les decía en alguna de las columnas de diciembre, la República Mexicana ha sido dividida caprichosamente en tres zonas. Supuestamente en la A –incluye al Distrito Federal– la vida es más cara y la C –donde se encuentran Coahuila, Guanajuato e Hidalgo– es la más barata. Habría que ir en estos días a Coahuila para darse cuenta que no tiene nada de barata. En todo el sexenio el salario de la zona A subió $13.66; el de la B, $13.41 y la zona C $13.27. En cambio, las percepciones del presidente Calderón subieron alrededor de un millón de pesos anuales, ya que inventó un seguro de riesgo para su beneficio personal, algo que no existía en el pasado.
La cena de año nuevo
¿Dónde pasaron la noche del último día del año? ¿Cenando en casa o en casa de familiares o amigos o hicieron una reservación en algún restaurante o centro nocturno? En el Distrito Federal estuvieron caros como nunca. Sin embargo, siempre hay algo más caro. El famoso hotel Ritz de Londres puso una tarifa de 9 mil 900 libras esterlinas (213 mil pesos) para una mesa de 10 personas en su Noche de Gala, de riguroso traje de etiqueta. Y en mesas más pequeñas cobró mil 150 libras por adulto (24 mil pesos) y 750 libras (16 mil pesos) a los jóvenes, aunque no aceptó niños ni adolescentes. Y a pesar de la crisis europea muchas personas se quedaron sin una reservación. La última noche del año ofreció un menu compuesto por seis platillos, una orquesta para bailar, música de banda, un flautista y juegos pirotécnicos en su jardín que fueron encendidos cuando dieron las 12 campanadas. El Ritz fue el hotel seleccionado por la Reina Isabel para celebrar su jubileo de oro el año 2002.
Así quedaron los buenos sueldos
Como les decía en alguna de las columnas de diciembre, la República Mexicana ha sido dividida caprichosamente en tres zonas. Supuestamente en la A –incluye al Distrito Federal– la vida es más cara y la C –donde se encuentran Coahuila, Guanajuato e Hidalgo– es la más barata. Habría que ir en estos días a Coahuila para darse cuenta que no tiene nada de barata. En todo el sexenio el salario de la zona A subió $13.66; el de la B, $13.41 y la zona C $13.27. En cambio, las percepciones del presidente Calderón subieron alrededor de un millón de pesos anuales, ya que inventó un seguro de riesgo para su beneficio personal, algo que no existía en el pasado.
La cena de año nuevo
¿Dónde pasaron la noche del último día del año? ¿Cenando en casa o en casa de familiares o amigos o hicieron una reservación en algún restaurante o centro nocturno? En el Distrito Federal estuvieron caros como nunca. Sin embargo, siempre hay algo más caro. El famoso hotel Ritz de Londres puso una tarifa de 9 mil 900 libras esterlinas (213 mil pesos) para una mesa de 10 personas en su Noche de Gala, de riguroso traje de etiqueta. Y en mesas más pequeñas cobró mil 150 libras por adulto (24 mil pesos) y 750 libras (16 mil pesos) a los jóvenes, aunque no aceptó niños ni adolescentes. Y a pesar de la crisis europea muchas personas se quedaron sin una reservación. La última noche del año ofreció un menu compuesto por seis platillos, una orquesta para bailar, música de banda, un flautista y juegos pirotécnicos en su jardín que fueron encendidos cuando dieron las 12 campanadas. El Ritz fue el hotel seleccionado por la Reina Isabel para celebrar su jubileo de oro el año 2002.
Cristina Barros y Marco Buenrostro: Itacate
Sin duda, el hombre es uno con la naturaleza; la Tierra nos provee de muchos bienes, entre otros, el alimento. Por eso algunas plantas adquieren carácter simbólico e incluso sagrado. Recordemos en la cultura occidental, especialmente en el Mediterráneo, el trigo y la parra como hostia y vino en la consagración.
Las culturas indígenas que se desarrollan en los más diversos ecosistemas y cuya relación con la naturaleza ha sido una de sus grandes fortalezas, han considerado diversas plantas dentro de lo sagrado, como el cacao, la ceiba y, especialmente, el maíz, el maguey, el nopal y el mezquite, plantas de aprovechamiento múltiple.
La superficie que cubre el desierto y el semidesierto mexicano abarca más de 40 por ciento del territorio nacional. Quien entiende realmente estos ecosistemas sabe que ahí podrían prosperar plantas muy útiles que habría que proteger e inducir. Una de ellas es el mezquite, que es tolerante a la sequía y a la salinidad. Por eso, la Organización de las Naciones Unidas para Agricultura y la Alimentación, la recomienda para reforestar zonas áridas. Las vainas de la planta contienen semillas que pueden comerse sin preparación, pero también se elabora con ellas harina (pinole de mezquite), atoles y mezquitamal o piloncillo de mezquite.
Euro: aniversario e incertidumbre
El primero de enero de 2002 el euro inició operaciones como unidad de pago en papel moneda en una docena de naciones del viejo continente. En aquel entonces habría sido arduo pronosticar que, 10 años después, la divisa común enfrentaría un escenario tan complejo como el actual. En contraste con el optimismo que manifestaban ciudadanos y autoridades en los primeros días de 2002, hoy los líderes de la Unión Europea discuten estrategias y planes de salvamento para procurar la continuidad de la divisa –severamente afectada a consecuencia de las crisis de deudas soberanas de algunos de sus integrantes– y las sociedades se debaten entre los programas de austeridad impuestos por los gobiernos de las naciones en problemas y un sentir generalizado de incertidumbre.
El Correo Ilustrado
En recuerdo de Ricardo Legorreta
Como cruel ironía el arquitecto Ricardo Legorreta murió el mismo día que apareció en el paisaje urbano de la ciudad de México el engendro cívico, arquitectónico, fraudulento, tardío, inmoral y dizque conmemorativo de la Independencia y la Revolución.
En recuerdo de Ricardo Legorreta
Como cruel ironía el arquitecto Ricardo Legorreta murió el mismo día que apareció en el paisaje urbano de la ciudad de México el engendro cívico, arquitectónico, fraudulento, tardío, inmoral y dizque conmemorativo de la Independencia y la Revolución.
El 2011 ha sido un año catastrófico para el campo mexicano. Heladas, inundaciones y sequías han azotado sembradíos y hatos ganaderos. En febrero, el frío daño los cultivos de maíz en Sinaloa, principal productor del grano. En junio, se retrasaron las lluvias y la siembra. Le siguieron heladas en pleno verano en Veracruz y Puebla. El año terminó con la peor sequía en siete décadas en más de la mitad del país.
Armando Morales (1927-2011), quien acaba de morir a los 84 años de edad, se consagró como uno de los grandes pintores latinoamericanos del siglo XX hasta convertirse en un verdadero clásico, uno de los grandes milagros del trópico centroamericano porque se hizo pintor a sí mismo en la Managua provinciana de los años cincuenta teñida por el gris de la dictadura somocista, con una sola escuela de bellas artes mal provista, pero, y he aquí otro milagro, dirigida por un maestro ejemplar que había estudiado en Italia, Rodrigo Peñalba. Desde esa humilde escuela partiría hacia su destino de pintor, en Nueva York, en París, en Londres, en Madrid y Barcelona, donde instaló sus talleres.
El libro del investigador colombiano Carlos Granés sin duda ameritó el galardón Isabel Polanco que le fue otorgado por conducto de un respetable jurado, que incluyó a Fernando Savater y a Gonzalo Celorio. El texto, de más de 900 páginas (Editorial Taurus), se lee no sólo con facilidad, sino gustosamente, debido, en parte, a su sencillez expositiva, a lo cual se suma el fluido manejo del lenguaje, así como por la novedad que aportan algunos de los temas que aborda, como el del situacionismo, que no ha sido del todo bien entendido, ni siquiera por los eruditos.
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