Mariano Rajoy logró llegar al gobierno e iniciar su estancia en La Moncloa como lo hacen los políticos de verdad: mintiendo. En su campaña electoral y durante el debate de investidura (19 y 20 de diciembre pasado) en el Congreso de los Diputados prometió a los españoles no subir los impuestos, porque hacerlo equivaldría a más paro (desempleo) y más recesión, y ello va a afectar a las clases medias y a las clases trabajadoras, que son las que están sufriendo las políticas que estamos viviendo en España (léase las del PSOE); mi intención es no subir los impuestos, porque con las dificultades que están teniendo las empresas y los españoles no me parece lo más razonable.
Pues bien, apenas una semana después de asumir la presidencia española, en nombre del ultraderechista Partido Popular, el inquilino de La Moncloa, por medio de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, anunció un brutal incremento a los impuestos y explicó que el objetivo del golpe fiscal son los trabajadores: Gracias a la mayor presión sobre los asalariados, Hacienda confía en recaudar 4 mil 111 millones de euros suplementarios, mientras las rentas de capital aportarán mil 246 millones extra. El Ejecutivo cuenta además con recaudar 918 millones más gracias al impuesto de bienes inmuebles, y en torno a 200 eliminando la bonificación que hasta ahora tenía el gasóleo profesional. En total, estos nuevos recargos están diseñados para aportar 6 mil 475 millones de euros. De esta cantidad, 65 por ciento procede de los impuestos sobre el trabajo (El País, Luis Doncel).
De acuerdo con la misma fuente, “el gobierno (de Rajoy) insistió en que los cambios fiscales, ‘temporales y progresivos’, afectarán a los que más tienen. El problema es que los que más tienen son prácticamente irrelevantes en el pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuyos ingresos dependen sobre todo de las clases medias. Porque de las casi 19.3 millones de declaraciones (fiscales) hechas en 2008, sólo 0.1 por ciento del total tenían una base impositiva superior a 360 mil euros (algo así como 6 millones 800 mil pesos mexicanos). Sólo a este 0.1 por ciento de contribuyentes les afectará la subida máxima de siete puntos porcentuales en el tipo aplicable, que pasará a 52 por ciento. Los que declararon una base imponible inferior a 21 mil euros (casi 400 mil pesos al año) suponían más de 65 por ciento de los contribuyentes”.
En el portal electrónico de La Moncloa –sede del gobierno español– (el cual, dicho sea de paso, es prácticamente idéntico al de Los Pinos, o al revés, si se prefiere) se lee que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha explicado que las medidas tratan de salvaguardar a los más débiles; no podemos pedir sacrificios a quienes no pueden dar más. Eso dijo, pero a final de cuentas por discursos no para (como en el caso de Calderón y sus buenos muchachos), pues las anunciadas constituyen las primeras medidas de muchas más que ahorcarán financieramente a los españoles de a pie, porque ellos fueron elegidos (por el gobierno de Zapatero, y ahora por el de Rajoy) para pagar el costo de la crisis, por mucho que nada tuvieron que ver en el asunto.
Como bien resume la prensa española, “no sólo habrá que pagar más por trabajar; las necesidades de reducir el déficit también van a perjudicar los intereses de los ahorradores. Durante los dos próximos años las rentas de capital superiores a 6 mil euros (110 mil pesos mexicanos, más o menos) tendrán que tributar por 21 por ciento, dos puntos porcentuales más que ahora, por 25 por ciento hasta 24 mil euros –cuatro puntos más– y por 27 por ciento –seis puntos más– las que excedan esta cifra. Con esta decisión, el gobierno del Partido Popular crea un nuevo tramo en el gravamen del capital, ya que hasta ahora sólo había dos: los que tenían menos de 6 mil euros y los que tenían más. Se vuelven a cargar las tintas sobre las clases medias… es una medida procíclica que va a empeorar aún más la situación”.
Qué bueno, pues, que aumentar impuestos equivaldría a más paro (desempleo) y más recesión, y ello va a afectar a las clases medias y a las clases trabajadoras, que son las que están sufriendo las políticas que estamos viviendo en España (léase las del PSOE); mi intención es no subir los impuestos, porque con las dificultades que están teniendo las empresas y los españoles no me parece lo más razonable Rajoy dixit). Pero no hay que amilanarse, porque todo indica que las citadas decisiones (amargas, pero necesarias, dirían en México) sólo representan el principio de lo puede ser uno de los peores cuan amargos gobiernos para los españoles.
Con el anuncio de Rajoy toman sentido concreto las recomendaciones que el Fondo Monetario Internacional recientemente hizo al gobierno español: “Se necesitan más reformas fiscales, incluso a escala regional… Las perspectivas siguen siendo difíciles, pues el país ha acumulado desequilibrios durante muchos años y llevará años corregirlos. Los problemas se ven agravados por los efectos persistentes de la crisis financiera mundial –que condujo a un elevado déficit fiscal– y por la actual crisis de la deuda soberana en Europa, que ha incrementado los costes de endeudamiento para los bancos españoles y el gobierno. Las autoridades españolas conocen bien los desafíos, y han diseñado medidas de política económica firmes y de gran alcance para hacerles frente. Las medidas adoptadas desde mediados de 2010 comprenden un plan de fuertes medidas iniciales para reducir el déficit fiscal, una reforma del sistema de pensiones que elevó la edad oficial de jubilación de 65 a 67 años, y medidas para hacer más atractivos los contratos permanentes. Pero, como han puesto de manifiesto los acontecimientos recientes, España aún no ha salido de la zona de peligro. Deberán adoptarse decisiones de política económica más enérgicas para reforzar la confianza del mercado y lograr que España avance hacia un nuevo modelo de crecimiento” (nótese que nunca habla de los españoles). Y Rajoy le cumplió de entrada y cabalmente.
Las rebanadas del pastel
Lúgubre panorama. ¿Qué empresas son las que registran mayores ventas en el calderonato? Las funerarias: casi 29 ataúdes por día para dar servicio a los 52 mil asesinados en cinco años. Ese es el promedio del quinquenio, pero en 2011 la venta fue de 33 cajones cada 24 horas. Pero la cuenta no termina ahí: falta el sexto y, felizmente, último año del tal Jelipe en Los Pinos.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Pues bien, apenas una semana después de asumir la presidencia española, en nombre del ultraderechista Partido Popular, el inquilino de La Moncloa, por medio de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, anunció un brutal incremento a los impuestos y explicó que el objetivo del golpe fiscal son los trabajadores: Gracias a la mayor presión sobre los asalariados, Hacienda confía en recaudar 4 mil 111 millones de euros suplementarios, mientras las rentas de capital aportarán mil 246 millones extra. El Ejecutivo cuenta además con recaudar 918 millones más gracias al impuesto de bienes inmuebles, y en torno a 200 eliminando la bonificación que hasta ahora tenía el gasóleo profesional. En total, estos nuevos recargos están diseñados para aportar 6 mil 475 millones de euros. De esta cantidad, 65 por ciento procede de los impuestos sobre el trabajo (El País, Luis Doncel).
De acuerdo con la misma fuente, “el gobierno (de Rajoy) insistió en que los cambios fiscales, ‘temporales y progresivos’, afectarán a los que más tienen. El problema es que los que más tienen son prácticamente irrelevantes en el pago del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), cuyos ingresos dependen sobre todo de las clases medias. Porque de las casi 19.3 millones de declaraciones (fiscales) hechas en 2008, sólo 0.1 por ciento del total tenían una base impositiva superior a 360 mil euros (algo así como 6 millones 800 mil pesos mexicanos). Sólo a este 0.1 por ciento de contribuyentes les afectará la subida máxima de siete puntos porcentuales en el tipo aplicable, que pasará a 52 por ciento. Los que declararon una base imponible inferior a 21 mil euros (casi 400 mil pesos al año) suponían más de 65 por ciento de los contribuyentes”.
En el portal electrónico de La Moncloa –sede del gobierno español– (el cual, dicho sea de paso, es prácticamente idéntico al de Los Pinos, o al revés, si se prefiere) se lee que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha explicado que las medidas tratan de salvaguardar a los más débiles; no podemos pedir sacrificios a quienes no pueden dar más. Eso dijo, pero a final de cuentas por discursos no para (como en el caso de Calderón y sus buenos muchachos), pues las anunciadas constituyen las primeras medidas de muchas más que ahorcarán financieramente a los españoles de a pie, porque ellos fueron elegidos (por el gobierno de Zapatero, y ahora por el de Rajoy) para pagar el costo de la crisis, por mucho que nada tuvieron que ver en el asunto.
Como bien resume la prensa española, “no sólo habrá que pagar más por trabajar; las necesidades de reducir el déficit también van a perjudicar los intereses de los ahorradores. Durante los dos próximos años las rentas de capital superiores a 6 mil euros (110 mil pesos mexicanos, más o menos) tendrán que tributar por 21 por ciento, dos puntos porcentuales más que ahora, por 25 por ciento hasta 24 mil euros –cuatro puntos más– y por 27 por ciento –seis puntos más– las que excedan esta cifra. Con esta decisión, el gobierno del Partido Popular crea un nuevo tramo en el gravamen del capital, ya que hasta ahora sólo había dos: los que tenían menos de 6 mil euros y los que tenían más. Se vuelven a cargar las tintas sobre las clases medias… es una medida procíclica que va a empeorar aún más la situación”.
Qué bueno, pues, que aumentar impuestos equivaldría a más paro (desempleo) y más recesión, y ello va a afectar a las clases medias y a las clases trabajadoras, que son las que están sufriendo las políticas que estamos viviendo en España (léase las del PSOE); mi intención es no subir los impuestos, porque con las dificultades que están teniendo las empresas y los españoles no me parece lo más razonable Rajoy dixit). Pero no hay que amilanarse, porque todo indica que las citadas decisiones (amargas, pero necesarias, dirían en México) sólo representan el principio de lo puede ser uno de los peores cuan amargos gobiernos para los españoles.
Con el anuncio de Rajoy toman sentido concreto las recomendaciones que el Fondo Monetario Internacional recientemente hizo al gobierno español: “Se necesitan más reformas fiscales, incluso a escala regional… Las perspectivas siguen siendo difíciles, pues el país ha acumulado desequilibrios durante muchos años y llevará años corregirlos. Los problemas se ven agravados por los efectos persistentes de la crisis financiera mundial –que condujo a un elevado déficit fiscal– y por la actual crisis de la deuda soberana en Europa, que ha incrementado los costes de endeudamiento para los bancos españoles y el gobierno. Las autoridades españolas conocen bien los desafíos, y han diseñado medidas de política económica firmes y de gran alcance para hacerles frente. Las medidas adoptadas desde mediados de 2010 comprenden un plan de fuertes medidas iniciales para reducir el déficit fiscal, una reforma del sistema de pensiones que elevó la edad oficial de jubilación de 65 a 67 años, y medidas para hacer más atractivos los contratos permanentes. Pero, como han puesto de manifiesto los acontecimientos recientes, España aún no ha salido de la zona de peligro. Deberán adoptarse decisiones de política económica más enérgicas para reforzar la confianza del mercado y lograr que España avance hacia un nuevo modelo de crecimiento” (nótese que nunca habla de los españoles). Y Rajoy le cumplió de entrada y cabalmente.
Las rebanadas del pastel
Lúgubre panorama. ¿Qué empresas son las que registran mayores ventas en el calderonato? Las funerarias: casi 29 ataúdes por día para dar servicio a los 52 mil asesinados en cinco años. Ese es el promedio del quinquenio, pero en 2011 la venta fue de 33 cajones cada 24 horas. Pero la cuenta no termina ahí: falta el sexto y, felizmente, último año del tal Jelipe en Los Pinos.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Anda corriendo de boca en boca la profecía maya según la cual se acabará el mundo este 2012. Sería una forma fácil de que terminaran los problemas de México que no hemos podido resolver en varios siglos. Con respeto a nuestros ancestros mayas, lo más probable es que el mundo no acabe y tengamos que seguir batallando con la existencia. O tal vez la profecía tome un rumbo distinto y nos coloque en la vía de darle una vuelta a nuestra situación.
El nuevo año nos ofrece la oportunidad de un cambio. ¿O somos los mexicanos tan sufridos, abnegados y masoquistas como para continuar con otros seis años como los recientes? Obviamente, hay un pequeño grupo de favorecidos que intentarán que siga el actual estado de cosas. Van a echar mano de todos los recursos a su alcance, lícitos e ilícitos. Cuentan, en primer lugar, con enormes recursos económicos. Aun así los ciudadanos pueden hacer valer su derecho a cambiar al partido en el gobierno el próximo 1º de julio. Los saldos de la docena trágica –los sexenios de Fox y Calderón– deberán ser analizados en las semanas que siguen con detenimiento para mover a la reflexión a los indecisos. Lo más doloroso es la violencia. Un mes de enero como este, pero del año 2001, Fox dejó escapar de la prisión de Puente Grande al Chapo Guzmán –según han documentado algunas investigaciones publicadas– y hay opiniones en el sentido de que no lo hizo gratuitamente. Desde entonces un río de sangre baña a la República. Ese expediente está vivo, requiere que el próximo gobierno, no panista por supuesto, lo reabra, con todas las consecuencias. No puede explicarse el éxito de los capos si no estuviera disponible una multitud de jóvenes sin empleo, con escasa ilustración y muchas necesidades. El lamentablemente famoso Pozolero no terminó la primaria. El gobierno panista se ha encargado de fomentar la delincuencia por medio de la desigualdad. El aumento al salario mínimo en los seis años de Calderón es de 13 pesos.
Estados Unidos fue por muchos años la puerta de escape de los mexicanos pobres, ahora los está regresando. En otro plano, prometió un gobierno de manos limpias y Fox disminuir la corrupción a una medida estándar –cualquier cosa que eso signifique. Sin embargo, sus gobiernos han resultado iguales o más de corruptos que los anteriores, tanto en la esfera federal como la estatal y la municipal, basta echar una hojeada a los expedientes de la CFE, Pemex, Profeco, Mexicana de Aviación, incluso la Secretaría de la Función Pública, cuya tarea es combatirla. Sin olvidar, aunque quisieran que olvidáramos, a los hermanos Bribiesca. Así que el primer mensaje de esta sección a sus lectores al comenzar el 2012 es: ¡ánimo, mexicanos! Hay una posibilidad de cambio, no la dejemos pasar.
¿Cuál crisis?
Este lunes traerá a los españoles un mortificante despertar. El nuevo gobierno de derecha de Mariano Rajoy comenzará a aplicar la medicina que supuestamente curará de sus males a la economía. En algo se asemeja a lo que ocurrió en México después de la macrodevaluación de 1994, con Zedillo en el gobierno. Rajoy subirá los impuestos y meterá tijera a salarios y prestaciones de la colectividad. Tampoco es dulce el despertar en otros países europeos, como Portugal e Italia. En Estados Unidos todavía no recuperan las plazas de trabajo perdidas en la recesión. Sin embargo, hay un grupo de personajes a quienes la crisis les pasa de lejos. Se trata de los jefes de las grandes corporaciones internacionales. Sus ingresos personales se cifran en millones de dólares, no obstante que bajó el valor de las acciones, lo cual repercutió negativamente en los intereses de los accionistas, y también de los empleados, quienes con frecuencia sufren los tijeretazos de la nómina. Un caso es el de Bank of America. Su principal ejecutivo, Brian Moynihan, se llevará a casita este año 2.2 millones de dólares, aunque los valores de la institución cayeron 60 por ciento. Ni lejanamente es el mejor pagado. Este lugar lo ocupa Jamie Dimon, de JPMorgan Chase, su paga será de 41.9 millones de dólares, sin importar que las acciones hayan caído 23 por ciento. Y Lloyd Blankfein, de Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión favoritos del gobierno mexicano, se embolsará 21.7 millones de dólares. Su institución cayó 46 por ciento a lo largo de 2011. Son datos del analista Dick Bove, citados por la revista Forbes.Cierra el dólar en tanto…Contra la previsión del Congreso y de los analistas, el peso cerró el año con una devaluación de 13 por ciento. Se necesitan $14.10 pesos para comprar un dólar.
El nuevo año nos ofrece la oportunidad de un cambio. ¿O somos los mexicanos tan sufridos, abnegados y masoquistas como para continuar con otros seis años como los recientes? Obviamente, hay un pequeño grupo de favorecidos que intentarán que siga el actual estado de cosas. Van a echar mano de todos los recursos a su alcance, lícitos e ilícitos. Cuentan, en primer lugar, con enormes recursos económicos. Aun así los ciudadanos pueden hacer valer su derecho a cambiar al partido en el gobierno el próximo 1º de julio. Los saldos de la docena trágica –los sexenios de Fox y Calderón– deberán ser analizados en las semanas que siguen con detenimiento para mover a la reflexión a los indecisos. Lo más doloroso es la violencia. Un mes de enero como este, pero del año 2001, Fox dejó escapar de la prisión de Puente Grande al Chapo Guzmán –según han documentado algunas investigaciones publicadas– y hay opiniones en el sentido de que no lo hizo gratuitamente. Desde entonces un río de sangre baña a la República. Ese expediente está vivo, requiere que el próximo gobierno, no panista por supuesto, lo reabra, con todas las consecuencias. No puede explicarse el éxito de los capos si no estuviera disponible una multitud de jóvenes sin empleo, con escasa ilustración y muchas necesidades. El lamentablemente famoso Pozolero no terminó la primaria. El gobierno panista se ha encargado de fomentar la delincuencia por medio de la desigualdad. El aumento al salario mínimo en los seis años de Calderón es de 13 pesos.
Estados Unidos fue por muchos años la puerta de escape de los mexicanos pobres, ahora los está regresando. En otro plano, prometió un gobierno de manos limpias y Fox disminuir la corrupción a una medida estándar –cualquier cosa que eso signifique. Sin embargo, sus gobiernos han resultado iguales o más de corruptos que los anteriores, tanto en la esfera federal como la estatal y la municipal, basta echar una hojeada a los expedientes de la CFE, Pemex, Profeco, Mexicana de Aviación, incluso la Secretaría de la Función Pública, cuya tarea es combatirla. Sin olvidar, aunque quisieran que olvidáramos, a los hermanos Bribiesca. Así que el primer mensaje de esta sección a sus lectores al comenzar el 2012 es: ¡ánimo, mexicanos! Hay una posibilidad de cambio, no la dejemos pasar.
¿Cuál crisis?
Este lunes traerá a los españoles un mortificante despertar. El nuevo gobierno de derecha de Mariano Rajoy comenzará a aplicar la medicina que supuestamente curará de sus males a la economía. En algo se asemeja a lo que ocurrió en México después de la macrodevaluación de 1994, con Zedillo en el gobierno. Rajoy subirá los impuestos y meterá tijera a salarios y prestaciones de la colectividad. Tampoco es dulce el despertar en otros países europeos, como Portugal e Italia. En Estados Unidos todavía no recuperan las plazas de trabajo perdidas en la recesión. Sin embargo, hay un grupo de personajes a quienes la crisis les pasa de lejos. Se trata de los jefes de las grandes corporaciones internacionales. Sus ingresos personales se cifran en millones de dólares, no obstante que bajó el valor de las acciones, lo cual repercutió negativamente en los intereses de los accionistas, y también de los empleados, quienes con frecuencia sufren los tijeretazos de la nómina. Un caso es el de Bank of America. Su principal ejecutivo, Brian Moynihan, se llevará a casita este año 2.2 millones de dólares, aunque los valores de la institución cayeron 60 por ciento. Ni lejanamente es el mejor pagado. Este lugar lo ocupa Jamie Dimon, de JPMorgan Chase, su paga será de 41.9 millones de dólares, sin importar que las acciones hayan caído 23 por ciento. Y Lloyd Blankfein, de Goldman Sachs, uno de los bancos de inversión favoritos del gobierno mexicano, se embolsará 21.7 millones de dólares. Su institución cayó 46 por ciento a lo largo de 2011. Son datos del analista Dick Bove, citados por la revista Forbes.Cierra el dólar en tanto…Contra la previsión del Congreso y de los analistas, el peso cerró el año con una devaluación de 13 por ciento. Se necesitan $14.10 pesos para comprar un dólar.
El 2011 fue año de sorpresas en y para Estados Unidos. Expertos, analistas, encargados de inteligencia, políticos, think tanks, los grandes medios, nadie pronosticó casi nada de lo que ocurrió en país ni en el resto del mundo.La gran sorpresa de 2011 fue la rebelión, desde la primavera árabe hasta el otoño estadunidense, pasando por los movimientos de los indignados en Europa. Por ello la revista Time nombró persona del año al manifestante.
La Comisión Económica (de las Naciones Unidas) para América Latina y el Caribe (Cepal), el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT) y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recién han dado a conocer el documento Estadísticas Tributarias en América Latina 1990-2009, un relevante esfuerzo conjunto de las tres instituciones por homologar las dispersas metodologías de registro tributario en la región y hacerlas cada vez más comparables entre sí y con las de los 34 países de la OCDE (de la cual son miembros Chile y México).
Sobrevivientes de la segunda venganza de Lucifer –la primera es la Semana Santa– o temporada navideña, en que afectos por decreto, consumismo por compromiso, gula por acoso y alcoholímetros por hipocresía nos reiteran más que el impreciso nacimiento del futuro redentor la incongruencia de la naturaleza humana, algunos amigos aprovecharon para reunirse a fin de año y abordar incluso temas escabrosos.Entre bromas y veras una dama octogenaria me señaló que la columna anterior, ¿Vivir o durar?, reflejaba una carencia de sentido de vida que hacía evidente mi inclinación por un enfermizo sentido de muerte. ¡Bolas!, pensé y argüí que una cosa era la tanatofilia o afición por lo mortífero y otra muy diferente la tanatología o estudio multidisciplinario de la muerte y el morir, pero rescatados de la impositiva esfera religioso-estatal.
Irán y EU: tensiones preocupantes
Autoridades iraníes del ámbito militar dieron cuenta ayer, por medio de un comunicado, del lanzamiento de un misil tierra-aire diseñado y fabricado en ese país, y capaz de evadir los sistemas inteligentes que tratan de interrumpir la trayectoria de los proyectiles. Pocas horas después, el gobierno de Teherán informó que sus científicos habían producido, por primera vez, una barra de combustible nuclear, que será destinada a la producción de uranio enriquecido con fines médicos.
El Correo Ilustrado
Precisiones sobre actividades de las fuerzas armadas
En relación con la nota titulada El Ejército prefiere a los criminales muertos que encarcelados: periodista, de la reportera Sanjuana Martínez, publicada el 30 de diciembre de 2011 en este diario, es necesario precisar lo siguiente.
De entre los acontecimientos del año que empieza, los que despiertan mayores expectativas son los procesos para las elecciones presidenciales en México y Estados Unidos. Por una cuestión circunstancial de los calendarios electorales, ambas elecciones coinciden este año y, de no haber cambios inesperados, coincidirán dentro de 12 años nuevamente. Eso mismo sucedió cuando en Estados Unidos fue electo George W. Bush y en México Vicente Fox. Las secuelas de los siguientes 12 años son ahora historia, pero sus efectos, o tal vez sea mejor decir sus calamidades, prevalecerán aún algunos años más.
Después del descanso obligado que finalizó el domingo, por fin empieza el tan esperado año de 2012, al cual, igual que siempre llamamos nuevo, más como una esperanza que como una realidad, pues los fenómenos naturales y los sociales no tienen el mismo calendario, o simplemente no tienen voluntad ni vocación propias para seguir el ritmo de las celebraciones de fin de año.
El lunes pasado preguntábamos sobre la estrategia que las autoridades tenían para resolver de la mejor manera posible el problema de la generación y destino final de la basura en la ciudad de México y varios municipios conurbados luego del cierre del tiradero del Bordo Poniente. Cuando miles de toneladas de desechos se apilaban en las calles por fallas en el sistema de recolección, la Comisión Ambiental Metropolitana informó que en varios sitios del estado de México reciben esos desechos. Anunció, además, y por enésima vez, el manejo integral de la basura de ambas entidades federativas. De ser así, la población de los 125 municipios mexiquenses la separará en orgánica e inorgánica a partir de hoy en sus hogares.
En el año de 1987, después de un arranque extraordinariamente promisorio con la compañía Apple, que Steve Jobs había organizado en el origen en el garaje de la casa de sus padres adoptivos en Palo Alto, California, pasó por uno de los momentos más críticos de su vida al ser expulsado de todos los puestos de dirigencia de la compañía por sus actuales gerentes, casi siempre gente a la que el propio Jobs había llevado a la compañía.
Adolfo Gilly: Adolfo Sánchez Vázquez en este 2012
Adolfo Gilly: Adolfo Sánchez Vázquez en este 2012
Entre aquellos que el año 2011 se llevó estuvo, el 8 de julio, nuestro compañero Adolfo Sánchez Vázquez. Quisiera hoy, como despedida y homenaje al maestro que en ese día se fue y como augurio para este nuevo año, retomar sus palabras de hace ocho años en Lima, Perú, en la casa que fue de José Carlos Mariátegui, donde nos dijo de las izquierdas y del socialismo. De un amargo año para México salimos, para entrar el día de hoy en uno incierto. Que la palabra de don Adolfo nos sea buena guía para las turbulencias políticas de este 2012 que ahora inicia.
La reflexión sobre las diferencias en el modo de gobernar de izquierdas y derechas, según el uso convencional de los términos, no se restringe a las situaciones de crisis. Puede hacerse de forma productiva, en condiciones de relativa y frágil estabilidad económica, como la que hay en México.
El barco de gran calado se tambalea ridículamente. Al menos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario