Factores como la pérdida de valor del peso, el alza de los combustibles y un menor dinamismo económico presionarán los precios de la comida
CIUDAD DE MÉXICO, 2 de enero.- Este año, los consumidores mexicanos padeceremos la continuación del alza en el precio de los alimentos debido a diversos factores, que van desde la pérdida de valor de la moneda mexicana frente al dólar, el incremento en los precios de las gasolinas, gas y electricidad, ajustes naturales de las empresas para mantener sus ganancias ante un menor dinamismo económico y las secuelas de la peor sequía registrada en el país en más de 70 años, ocurrida a lo largo de 2011.
Para José Luis de la Cruz Gallegos, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, al ser nuestro país un importador de alimentos como carne, lácteos y algunos granos como el arroz o trigo, entre otros, el tipo de cambio ejercerá una presión en su costo.
“La pérdida del poder adquisitivo con base en la canasta básica ha sido del orden de 10 por ciento en los últimos cinco años”, refirió.
Pero además se han encarecido los costos por transportar los alimentos.
En su opinión, el 10 por ciento más pobre de la población destina hasta el 55 por ciento de sus ingresos a la parte relacionada con alimentos y bebidas, mientras los más favorecidos destinan alrededor de 40 por ciento.
Si bien hay crecimiento económico en el país, afirmó, el beneficio no llega a las familias porque el alza de los precios está mermando el poder adquisitivo de la gente.
De la Cruz Gallegos consideró que el problema se puede agravar este año tomando en cuenta que habrá un menor crecimiento económico y con menores oportunidades de empleo y estimó que la economía mexicana podría crecer 2.5 por ciento este año ante la vulnerabilidad que han mostrado las economías de Estados Unidos y de Europa.
Tortilla, cada vez más cara
Uno de los alimentos básicos de los mexicanos es la tortilla, cuyo precio en el Distrito Federal se ubicaba en ocho pesos con 72 centavos el 3 de enero de 2011, sin embargo, al 28 de diciembre alcanzó los 10 pesos con 43 centavos, de acuerdo con el Sistema Nacional de Información de Mercados (SNIIM) de la Secretaría de Economía
Con base en el indicador de esa dependencia, el precio ponderado del kilogramo de tortilla fue de 11 pesos con 32 centavos.
Cabe recodar que la producción de maíz en México se vio afectada durante 2011 como consecuencia de la helada registrada en febrero pasado en Sinaloa, estado que contribuye con el mayor porcentaje de ese grano, lo que provocó un aumento en las importaciones, y en consecuencia alzas en el kilogramo de tortilla.
La inflación se acercará a 4%
Para Raúl Félix, investigador de Finanzas del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), el impacto del tipo de cambio elevado dependerá de la velocidad en que se traslade a los consumidores.
Si bien los precios de las materias primas han empezado a descender en el plano internacional, al estar cotizadas en dólares, probablemente el efecto se opaque por el alza del tipo de cambio, aseguró el especialista en entrevista con Excélsior.
En su opinión, el alza de la paridad cambiaria tendrá un impacto en la inflación y ésta podría ubicarse cerca del cuatro por ciento, que es la meta de Banco de México.
“Para 2012 vemos mayor complicación en la meta de inflación como consecuencia del alza de tipo de cambio y podría llegar a 3.9 por ciento, mayor a la prevista para 2011 que es de 3.7 por ciento”, aseguró.
En tanto, Arnulfo R. Gómez, catedrático de la Universidad Anáhuac, dijo que como consecuencia del aumento del dólar, los alimentos que se importan como trigo, arroz y soya subirán de precio.
“Algunos productos como el arroz se dejaron de producir, mientras que en otros como la leche y la carne no hemos logrado ser autosuficientes”, refirió.
Refirió que al cierre de 2010, las mayores importaciones se registraron en maíz amarillo, soya, carne de bovino deshuesada, trigo y preparaciones alimenticias, leche, entre otros.
En los anteriores diez años, México ha triplicado sus importaciones de maíz y arroz y, ha duplicado las de trigo y leche.
De acuerdo con las estadísticas del quinto informe de gobierno del presidente Felipe Calderón, de enero a julio de 2011, las compras de maíz sumaron mil 654 millones de dólares.
En contraste, en todo el año 2000, las compras al exterior de maíz sumaron 550 millones de dólares y en 2010 el total fue de mil 583 millones de dólares.
Otros productos de consumo básico en la alimentación que también reportan un incremento en las importaciones son el arroz, el trigo y la leche con sus derivados.
Combustibles, a las nubes
En el caso de los combustibles, para los mexicanos usar el automóvil todos los días se convirtió –además de una necesidad– en un lujo ante el aumento mensual en los precios de las gasolinas Magna, Premium y del Diesel.
Así, a finales de 2010 se desembolsaban ocho pesos con 76 centavos por cada litro de Magna, la más usada hasta entonces, mientras el precio de ese combustible cerró 2011 en 9.73 pesos por cada litro, cifra equivalente a un incremento de 10.95 por ciento.
En el caso de la gasolina Premium, a finales del año recién concluido el precio se ubicó en 10.59 pesos por cada litro, mientras al 31 de diciembre de 2010 se pagaban 10.10 pesos por la misma cantidad. El aumento fue de 4.75 por ciento en el caso de ese combustible.
El incremento en el precio del diesel ha generado históricamente protestas de los transportistas. Ese combustible cerró 2010 en 9.12 pesos por litro, y concluyó 2011 en 10.09, lo que representan una subida de 10.52 por ciento.
Rezar para que llueva
Otro factor que presionará al alza los precios de los alimentos es la sequía, que afectó el año pasado a 19 de las 32 entidades federativas que integran el país, y que es calificada por las autoridades federales como la más severa en los anteriores 70 años.
Información de la secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), indica que al cierre de 2011 había más de seis millones de cabezas de ganado bovino en riesgo por la falta de pastizales para alimentarlos.
Zona de desastre
Más de 128 mil hectáreas de cultivo de maíz, frijol, trigo, avena, forrajes y pastizales, fueron reconvertidas ante la escacez de lluvia, mientras 43 municipios del norte del país fueron declarados como zona de desastre el pasado 22 de diciembre, lo que permitirá que reciban dinero del Fondo de Desastres Naturales que opera el Gobierno Federal.
En diciembre pasado, el presidente Felipe Calderón anunció que fueron canalizados 600 millones de pesos al pago de seguros en 19 estados del país, para proteger a más de tres millones de hectáreas y un millón y medio de cabezas de ganado.
Solo resta esperar que este año, el cielo nos regale agua suficiente para que nadie tenga que ver morir a sus animales de hambre por la falta de pasto, ni secarse sus cultivos.
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