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Pedro Echeverría V.
1. Apagué la radio que trasmitía hace dos horas el llamado Informe anual (último) de Felipe Calderón que leía frente a sus incondicionales amigos, esencialmente integrados por miembros de su propio partido, empresarios y clericales; me cansaron sus falsedades y boberías; no pude escuchar más de media hora las frases que he oído en sus miles de spot televisivos en los últimos 10 días. Seguramente terminará en una gran ovación y con felicitaciones. La realidad es que al no poder Calderón informar frente a los legisladores del Congreso (en ningún año pudo hacerlo porque las protestas no lo dejaron), encontró siempre un lugar donde –de acuerdo a la estrategia militar- se pudiera acordonar fácilmente con policías y soldados.
2. Ayer, antecedido de una marcha de más de cinco mil estudiantes, presentaron su "contrainforme" los valientes jóvenes del Yo soy 132 quienes realizaron concentraciones y mítines frente al edifico Congreso Federal y en el Zócalo de la ciudad de México repudiando al actual gobierno panista de Felipe Calderón a quien reprocharon que "durante su administración de seis años el país ha estado lleno de hambre, exclusión, desinformación, desigualdad, enfermedad, despojo, represión y muerte". Desarrollaron en decenas de cuartillas sus análisis, pero lo medios de información (Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula) buscaron silenciarlo por su crítica a esos mismos medios.
3. Los "ilustres" acarreados al informe de Calderón en Palacio Nacional, demostraron tener la consigna o la obligación de aplaudir cuando el mismo Calderón les da la señal con frases altisonantes. En su informe –sin morderse la lengua- ha repetido que la economía, el empleo, la salud y la educación están maravillosamente; que su gobierno ha sido magnífico por haber entendido la realidad mexicana y por haber enfrentado la delincuencia; sólo le ha faltado decir que su exsecretario de Educación, el señor Lujambio (antes precandidato presidencial y hoy flamante Senador) no está enfermo, ni tuerto, ni en silla de ruedas y que tampoco se quedó con parte del desfalco multimillonario en la famosa Estela de Luz construida en Chapultepec.
4. Señala Calderón de manera cínica y saliéndole muchas mentiras por la boca, que México está mucho mejor que antes; que la gente come mejor y que la paz en el país es una garantía; que ha creado millones de empleos, que todos los mexicanos gozan de los servicios de salud universal y que la educación está cada vez mejor. ¿Algún tonto podría resistir escuchar estos sandeces? Preferí desconectar la radio a seguir pensando en mi bobada. Me hubiese gustado un juicio analítico y autocrítico que permitiera que su audiencia elevara su nivel de comprensión y al mismo tiempo conociera la problemática del país.
5. No puedo decir que la gente que ha acudido a todos los informes de Calderón (ninguno en el Congreso) es tonta porque hasta las bobadas evidentemente mentirosas aplaude. No es tonta –sino muy hábil- porque acude para agradecer los múltiples beneficios recibidos durante un sexenio que ha concentrado más la riqueza, pero también ha hecho mayor la miseria. Y si en ese conglomerado de empresarios, clericales y dueños de medios de información estuviera un indígena, un campesino, un obrero o una ama de casa, fácilmente se podría deducir la causa de su presencia.
6. Desde los años ochenta, cuando Miguel de la Madrid, luego Carlos Salinas, sufrieron en sus informes las impugnaciones internas de diputados y afuera del edificio decenas de miles de trabajadores y personas de oposición comenzaron a protestar y bloquear el edificio del Congreso, el PRI y PAN se vieron obligados ha encontrar la alternativa de hacerlos en otro recinto pero con sus amigos e incondicionales al frente. Si crece la oposición contra la imposición de Peña Nieto es probable que tampoco él pueda tomar posesión y rendir sus informes en el Congreso y, en vez de demostrar cambios de actitud de su gobierno hacia el pueblo, prefieren correr como hacen los otros delincuentes que no pueden enfrentar sus responsabilidades.
7. Después de este último acto lastimoso de Calderón, en el que debió informar de los otros seis años perdidos para el pueblo mexicano que no dejó de trabajar y producir para que una cuantas familias continúen acumulando gigantescas riquezas, ahora comenzará el "nuevo presidente electo", Enrique Peña Nieto, el sitio donde tomará posesión de la Presidencia. Dado que ya se ha legislado para que este acto pudiera hacerse en cualquier lugar, incluso a escondidas, alguien ha propuesto que lo haga en el baño de la Universidad Iberoamericana, donde pudo esconderse maravillosamente de los estudiantes que protestaban contra él.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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