Escrito por Jenaro Villamil
El
miércoles 5 de septiembre, el mismo día del primer informe de gobierno
de Eruviel Avila, mandatario priista del Estado de México, en San
Vicente Chicolapan se registró un enfrentamiento violento entre
integrantes de Antorcha Campesina y mototaxistas por el control de
rutas de transporte urbano. Al menos un muerto y varios heridos fueron
los saldos de este enfrentamiento.
De lo sucedido en esta zona, se pasó a
una ola de rumores y versiones poco claras sobre balazos y disturbios
en los municipios aledaños de Chimalhuacán, Los Reyes La Paz, así como
los municipios aledaños de Iztapalapa, Iztacalco, Venustiano Carranza y
Tláhuac.
Durante la noche del miércoles y el
jueves 6 de septiembre, miles de usuarios de redes sociales,
especialmente en Twitter, divulgaron temores y versiones sobre estos
presuntos enfrentamientos. El hashtag #Neza fue replicado 160 mil 496
veces.
El alcalde
saliente de Neza, José Salinas Navarro, así como voceros de la
Secretaría de Seguridad Ciudadana mexiquense, al igual que autoridades
capitalinas, incluyendo al jefe de Gobierno Marcelo Ebrard y el titular
de la policía, Manuel Mondragón, negaron que hubieran tales
enfrentamientos.
“Todo en calma”, fue la frase más
mencionada por Ebrard y Mondragón. A pesar de eso, se reportó que
algunos comercios de Neza (una manera de mencionar a este municipio
sintomático de los conflictos urbanos derivados del clientelismo y la
mala planeación que es Nezahualcóyotl) cerraron por temor a que fueran
ciertos estos rumores. También preparatorias y algunas escuelas
suspendieron sus clases.
Las autoridades policiacas detuvieron a
cuatro personas, entre ellas David Guerrero y José Luis Plata, por
gritar en megáfonos que militantes de Antorcha Campesina harían
desmanes en esta zona.
El episodio es digno de mención no sólo
por la proliferación del miedo y de los rumores sobre violencia, sino
por la falta de credibilidad de las autoridades que intentaron frenar
con información que no convencía a los ciudadanos de estos municipios.
De los balazos al “todo en calma”, algo estaba sucediendo que no podía ser detectado de manera clara.
Los principales noticiarios de medios
electrónicos, incluyendo los de Televisa y TV Azteca, decidieron
responsabilizar a una plataforma de medios de comunicación (las “redes
sociales”) de los rumores, episodio que recordó lo acontecido en
Veracruz, entidad donde el gobernador Javier Duarte desesperado por su
falta de credibilidad decidió impulsar una ley para criminalizar a
usuarios de redes sociales.
Algo se rompió en las alianzas y
negocios que se le han permitido a grupos como los de Antorcha
Campesina (una de las organizaciones con mayor influencia en los
municipios y delegaciones conurbadas entre el Estado de México y la
Ciudad de México), quienes de tiempo atrás han utilizado el miedo y la
presión contra sus adversarios, y otros de presunto origen perredista.
El problema fundamental son la
incertidumbre y el miedo que se han convertido en el hábitat natural
del Estado de México. Y si no, que lo digan sus habitantes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario