Pedro Echeverría V.
1. En Yucatán –estado de apenas 2 millones de habitantes- el PRI y el PAN siempre han hecho lo que han querido. Durante 70 años que gobernó el PRI (hasta 2001) demostró que ya no podría haber un gobierno más corrupto en todos los campos de la política y la administración; pero en los seis siguientes años (2001-2007) lo hizo el PAN y enseñó ser igual de corrupto, pero mucho más ignorante en política. La población –que vive en la pobreza, miseria y hambre- parece no tener otra alternativa electoral que votar por quienes los explotan y someten, porque la izquierda –por propias condiciones históricas e ideológicas de dominación empresarial y clerical- nunca ha sobrepasado el medio centenar de personas y los votos por la socialdemocracia que eran de tres por ciento con López Obrador se han duplicado.
2. El gobierno de Ivón Ortega –que hoy 2 de septiembre rinde en medio de fiestas y despilfarros su último informe- no ha sido mejor o peor que todos los gobiernos del PRI o del PAN; simplemente ha sido un gobierno a favor de intereses empresariales y clericales cuyo objetivo ha sido obtener grandes riquezas personales. Ningún gobierno puede ser la excepción a pesar de que de 1922 a 1924 gobernó Carrillo Puerto rodeado hoy del mito priísta. Si algún estado del país puede gobernarse con facilidad ese es el estado de Yucatán dónde la filosofía es la paz, la resignación, la bondad, aunque se mueran de hambre y desnutrición. En Yucatán el catolicismo enseñó que tanto los ricos, los explotadores y los malos son nuestros hermanos y como nosotros siempre van a morir. ¿Para que enfrentarse o luchar entonces?
3. En Yucatán los campesinos vivieron durante un siglo (1870-1970) esencialmente de la producción del henequén y la industria del cordel; se puede hablar de 80 mil familias. Las haciendas henequeneras, levantadas desde el siglo XIX dentro de un perímetro de 70 kilómetros de la ciudad de Mérida, fueron en número 1,300 y albergaron junto a los pueblos a casi el 80 por ciento de la población. Por la enorme corrupción de gobierno, el surgimiento de las fibras sintéticas y la pérdida del mercado, la fibra del henequén se desplomó en los sesenta y setenta obligando a hombres y mujeres a abandonar haciendas y pueblos para trasladarse como albañiles, cargadores y domésticas, a Cancún, a EEUU, Mérida y otros lugares. La población rural ahora está compuesta de niños, viejos, además de adultos que viajan por decenas de miles para trabajar en la capital.
4. Hoy por la tarde será el informe de Ortega del PRI, misma que entre unos días será sustituida por un gobernador del mismo partido, y los panistas realizarán una protesta; ayer tomó posesión de la alcaldía Mérida un militante del PAN y no hubo protesta alguna. Ninguno tiene la menor idea de los problemas básicos del estado: desempleo, desnutrición, distribución de la población, servicio de salud y educación, o sí lo saben pero no quieren tocarlos porque es mejor hacer obras turísticas en la Mérida de los blancos porque se ven y dejan buen dinero. Lo que no pueden olvidar los gobernantes es que los cargos de gobierno sirven para hacer negocios y para ayudar a sus amigos a hacerlos; en ello no hay diferencias entre PRI y PAN por eso repiten mucho en Yucatán: "De día parecen pelearse, pero de noche se cogen cariño".
5. Hace unos días se publicó nacionalmente que Yucatán es el estado más pacífico del país y la gobernadora se para el cuello; pero lo que se difunde por aquí es tan pacífico que se escoge o selecciona por grandes empresarios y narcotraficantes para invertir en negocios, construir y vivir aquí en santa paz. Es decir, mientras para unos este es el paraíso para gozar de las riquezas, para el 70 por ciento de la población es un buen lugar también para morir de hambre, sin trabajo e ingresos, pero resignado y bendecido. Lo que fueron los ejidos colectivos creados por Cárdenas en 1937 –los tres cuartas partes de las tierras del estado- han sido mal vendidos y reconvertidos en grandes propiedades privadas, sobre toda desde que Salinas en 1991 lanzó el decreto reprivatizador. El pleito de políticos y empresarios del PRI y del PAN es por tierras exejidales.
6. Las iglesias en Yucatán siguen llenándose de fieles los sábados y domingos y los organismos o grupos religiosos, de niños, adolescentes, jóvenes y de todas edades no dejan de surgir con el total apoyo del alto clero, del PAN y del PRI, así como de los periódicos, la radio y TV. Gobernantes y medios de información están al servicio empresarial y de los altos jerarcas de la iglesia; los de la izquierda somos amigos y compañeros a pesar de las diferencias políticas; somos tan poquitos que si nos dividiéramos tocaría de a cinco. Los periódicos más vendidos, es decir, los más populares y baratos son los que publican sexo, droga, deportes y asesinatos; los normales son órganos del PAN y del PRI; de los dos televisoras locales una es del gobierno y otra de Televisa. La izquierda más honesta –a pesar de sus esfuerzos- continúa al nivel de volantitos.
7. En Yucatán parece haber desaparecido el 90 por ciento del Yo soy 132 y no es por falta de trabajo político, falta de inteligencia o propuestas, sino por razones obvias que se han registrado en la historia política-ideológica de la entidad. Aquí los colegios particulares o universidades privadas sí están absolutamente controlados por la derecha y el clero. Yucatán ha sido y será retaguardia de cualquier movimiento social. No quedó nada de aquellos rebeldes de la "Guerra de Castas" de mediados del XIX que fueron asesinados en las selvas de Quintana Roo en 1902 y avasallados en Chan Santa Cruz. Espero que algún día los habitantes de la ciudad de México, de Guerrero, Oaxaca, Chiapas, el Norte del país levanten sus batallas y los yucatecos se vean obligados a secundarlas. Mientras tanto PRI, PAN y sus propagadores seguirán gozando de las mieles del poder. (2/IX/12)
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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