VIOLENCIA
Atentado al Cedehm se suma a la lista de impunidad
Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- El ataque del jueves pasado contra el Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (Cedehm) deja en claro que prevalece la ola de violencia contra la población femenina en Chihuahua, a pesar de las opiniones contrarias del gobierno local y legisladores federales.
La organización chihuahuense –que desde 2005 ha registrado, denunciado y litigado numerosos casos de asesinatos de mujeres en la entidad– dijo ser víctima de una agresión más en su contra a raíz de su defensa de los Derechos Humanos (DH).
La madrugada del pasado jueves los vidrios de las oficinas del Cedehm fueron rotos por piedras y restos de asfalto.
De manera paradójica, ese mismo día ante el Pleno de la Cámara de Diputados, los priistas Pedro Ignacio Domínguez y Adriana Fuentes defendieron los “avances” del gobierno de Chihuahua para erradicar la violencia de género en la entidad.
Durante la aprobación de un punto de acuerdo para exhortar a la Fiscalía General de Chihuahua (FGC) a que informe sobre el número real de mujeres desaparecidas y asesinadas en el estado, Domínguez pidió que se quite a la entidad el “estigma” de que es un “campo de violencia contra las mujeres”.
En sentido opuesto, el Cedehm ha remarcado que Chihuahua fue catalogado por la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU como el estado de mayor riesgo para las y los defensores de Derechos Humanos.
Ejemplo de ello es la propia Luz Estela Castro, coordinadora del Cedehm, quien a raíz de las amenazas de muerte en su contra en 2008 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) solicitó al Estado mexicano medidas cautelares.
Pero debido a que los ataques no cesaron, en febrero pasado la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CoIDH) le otorgó a Castro medidas provisionales.
La activista es también abogada de otros defensores de DH que al igual que ella han sido atacados. Luz Estela Castro incluso ha litigado casos a nivel internacional de defensoras que han sido asesinadas y cuyos crímenes siguen impunes.
Entre ellas está el caso de Marisela Escobedo, asesinada en 2010 frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua mientras exigía se ejecutara la sentencia contra el asesino de su hija Rubí Frayre, ultimada a los 16 años de edad.
En el estado, entre 2010 y 2011, también fueron asesinadas las defensoras Susana Chávez, Malena Reyes, Josefina Reyes y Luisa Ornelas.
Igualmente, las activistas María Luisa García, Norma Andrade, Marisela Ortiz, Cipriana Jurado, Sara Salazar y Emilia González abandonaron Ciudad Juárez a fin de proteger su vida.
Durante 2012, el Cedehm denunció que la ocupación militar y policiaca en territorio chihuahuense incrementó los asesinatos de mujeres de manera exponencial, toda vez que mientras en 2007 se registraron 53 crímenes, para 2010 –año del mayor despliegue militar contra la inseguridad– la cifra se disparó a 584.
A lo anterior se suman las 183 desapariciones de mujeres registradas durante el primer semestre de 2012 por la Fiscalía Especializada en Atención de Delitos contra las Mujeres por Razones de Género, así como los 12 restos óseos de mujeres encontrados en Valle de Juárez el año pasado.
El Comité de Madres y Jóvenes Desaparecidas alertó recientemente que tan sólo en los dos primeros meses de este año 32 mujeres, en su mayoría menores de edad, fueron desaparecidas.
Todos estos ataques, agresiones y asesinatos, tanto de defensoras como de mujeres en general, continúan impunes.
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