La Otra Ruta Migratoria
Van a emplearse a Costa Rica y les ofrecen sueldos de miseria
Por: Nelson Rodríguez, corresponsal
Cimacnoticias | Nueva Segovia, Nicaragua.- Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 3 de cada 10 migrantes que llegan a trabajar a Costa Rica (CR) son mujeres y se emplean en actividades de baja remuneración, y en muchos casos en condiciones precarias.
Siete de cada 10 trabajadores migrantes en CR son de origen nicaragüense, según un estudio de la OIT presentado en febrero pasado.
La investigación destaca que la mayoría de migrantes nicaragüenses se emplea en los llamados mercados laborales secundarios, es decir, agricultura, construcción y servicios del hogar.
Estas condiciones precarias son las que encontró Norma López, una mujer de 34 años, originaria de la ciudad de Ocotal (norte de Managua), cuando cansada de ganar 200 córdobas al día (poco más de 100 pesos mexicanos) como vendedora ambulante de refrescos, emigró a CR con la promesa de ganar 50 dólares al día (600 pesos mexicanos), pero todo resultó un engaño.
Norma, al igual que otras 30 mujeres, incluyendo a su suegra, Emelina Laguna, y unos 85 hombres, entre ellos su hijo mayor, Leonel Alberto, de 18 años, salieron de Ocotal para viajar todo el día en camión y luego en la frontera sur caminar por puntos ciegos durante siete horas y media, sin comer, hasta llegar a la finca de cítricos en CR, donde las emplearían, pero cuando negociaron el salario sólo les ofrecieron 70 córdobas (36 pesos mexicanos) al día y en condiciones precarias para alojarse y alimentarse.
Para Norma esto fue un abuso y una violación a sus Derechos Humanos: “Se aprovecharon de la necesidad de trabajar que tenemos las mujeres nicaragüenses, pero eso no significa que nos vamos a humillar con salarios de hambre”.
Aseguró que además del cansancio, perdió sus 400 córdobas (218 pesos mexicanos) que pudo haber ganado en su trabajo informal durante dos días de viaje, y ahora espera que las autoridades nicaragüenses y costarricenses castiguen a los responsables del engaño.
La migración en Nicaragua es una necesidad que viven las mujeres especialmente las jóvenes o las que están en plena edad productiva, ante la falta de oportunidades de empleo digno, dijo Damaris Martínez, responsable de Acción Política de la Red de Mujeres Contra la Violencia (RMCV).
A la RMCV le preocupa cómo las mujeres adolescentes y jóvenes nicaragüenses se exponen a emigrar por la falta de trabajo en Nicaragua, y en su ruta son vulnerables a engaños con falsas promesas de empleo, pero lo más grave es el riesgo de caer en situación de explotación sexual comercial o laboral.
La situación de Ocotal, refleja “el flagelo que vivimos no sólo las mujeres nicaragüenses, sino de la región centroamericana, y es por eso que luchamos contra la violencia y la falta de oportunidades laborales”, apuntó Sandra Ramos, del Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra.
Damaris Martínez demandó al Estado nicaragüense incluir en sus programas sociales el tema migratorio de las mujeres que no aparece por ningún lado en las políticas de gobierno.
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