Carlos Páez, director de
Mesura, reveló que se habrían usado robots para multiplicar las
opiniones a favor de #ReformaEnergética y anular la conversación
“negativa” o crítica hacia este tema.
Este lunes 4 de enero, en un reportaje especial de Rafael Cabrera, publicado por Aristegui Noticias, se documentó cómo el gobierno federal gastó poco más de mil 181 millones de pesos en propaganda sobre la reforma energética, desde
agosto de 2013 hasta agosto 2014, pero la acción propagandística no
terminó ahí. Llegó incluso a las redes sociales, en particular Twitter.
El reportaje revela la magnitud del aparato publicitario y
propagandístico que se echó a andar para impulsar una reforma, que se
hubiera antojado imposible e impensable en cualquier otro sexenio.
Dinero hubo y corrió a mares, como muestra el reportaje especial de
Rafael Cabrera.
El dinero público en cantidades millonarias no fue el único mecanismo para imponer una manera de entender esa reforma
que- contra todo pronóstico- fue aprobada de manera vertiginosa. La
escasa reacción política y social que hubo, no dejo de sorprender
hasta a los mismo promotores de la Reforma, tratándose de un tema que
trastocaría para siempre lo que, hasta ese momento, era considerado
parte identitaria de lo mexicano: la nacionalización del petróleo
llevada a cabo por el presidente Lázaro Cárdenas.
Además de mucho dinero, el gobierno echó mano, también, de
herramientas cibernéticas para impedir y desviar la conversación, el
debate y la polémica obligada a través de las redes sociales.
A raíz de las revelaciones de Cabrera en Aristegui Noticias, resulta
pertinente recuperar otra investigación científico- periodística
publicada por este Sitio, justamente cuando la reforma energética estaba
en proceso de aprobación.
En septiembre 2013, Aristegui Noticias presentó un estudio realizado por la empresa MESURA, de Carlos Paez, el cual detalla cómo existió una
interferencia inducida en la conversación social de las redes, a
través de cuentas que resultaron de funcionarios y oficinas
gubernamentales en Twitter a favor de esa reforma que permitiría la
participación privada, nacional y extranjera, en tareas que, hasta ese
momento, estaban expresamente prohibida en la Constitución.
La estrategia limitó y trastocó, seriamente, las
posibilidades que la sociedad tenía para contrastar opiniones, debatir,
polemizar y obtener información crítica sobre la reforma y sus
alcances.
En aquel entonces se evidenció que funcionarios públicos, gobernadores y usuarios anónimos cercanos al presidente Enrique Peña Nieto en Twitter, lograron minimizar y, a veces nulificar, las menciones en contra de la reforma energética en la red social de Twitter.
La iniciativa presentada el 14 de agosto de 2013 por el presidente Enrique Peña Nieto, generó un intenso debate en redes sociales entre tres grupos: los neutrales y quienes rechazaron de inmediato la iniciativa. A ello se sumó la cargada oficial:
los que apoyan a propuesta de Peña Nieto. La lucha fue dispareja porque
la parte oficial contó con recursos que enviaron masivamente mensajes
en una estrategia cuyo propósito era aniquilar el debate y la
polémica sobre la reforma. A juzgar por lo que pasó pero, sobre
todo por lo que no pasó, esa estrategia – si bien antidemocrática e
inquietante – resultó, por demás eficaz para quien la puso en marcha.
MESURA identificó un comportamiento atípico de
cuentas a favor en el número de conexiones de tuits, respuestas
(replays) y menciones entre funcionarios federales y el gobernador de
extracción priista de Quintana Roo, Roberto Borgue, un estado que no destaca en materia petrolera.
Como se muestra en la gráfica, a un costado derecho
del mapa de la discusión, aparece una espiral irregular color azul y
verde donde predominan menciones (línea verde) y retuits (línea azul), con nulas respuestas (replays , línea roja), lo cual evidencia falta de usuarios reales que argumenten y generen debate.
Red de retuit- mention – reply
Leyenda de gráfico: Verde: mention, Rojo:
replay, Azul: retuit, Amarillo: menos tuits del tema, rojo: más tuits
sobre el tema, naranja: nivel intermedio de tuits.
La espiral está formada por cuatro polos oficiales de los usuarios más influyentes: el presidente, Enrique Peña Nieto (@EPN), el secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong (@osoriochong) y el gobernador de Quintana Roo, Roberto
Borgue (@betoborge) y la cuenta oficial de su gobierno (@GobEdoQRoo)
que promovió los envíos de EPN, una cuenta pagada con impuestos de los
ciudadanos.
Otras cuentas oficiales que promovieron el ‘hashtag’ #ReformaEnergéticaSÍ fueron de: Pemex, Sener, Sagarpa, Segob y Presidencia, junto con los titulares de esas dependencias, entre otros.
En la siguiente gráfica anterior se confirma el comportamiento
atípico de usuarios y ‘hashtags’ (etiquetas) donde se muestra que fue
provocado el hastag #reformaenergeticasi. Dicha etiqueta llegó a competir con el ‘hashtag’ en contra #VendanPemex promovido por el PRD y otros partidos de izquierda y el neutral #ReformaEnergética donde se centra la discusión.
Red de usuarios – hashtags
Leyenda: Tamaño del nodo: importancia del hashtag en la Red (centralidad o “betweenness”). Tamaño de la etiqueta: número de conexiones. Ancho de línea: cuántos usuarios mencionaron (durante el período de análisis) los hashtags conectados.
Después del anterior análisis, la consultora Mesura, firma especializada en el desarrollo de tecnología aplicada a lo social, pudo comprobar que el debate en Twitter sobre#ReformaEnergética fue “contaminado o distorsionado” con el uso de cuentas falsas o bots.
Carlos Páez, director de Mesura, reveló que se
habrían usado robots para multiplicar las opiniones a favor de
#ReformaEnergética y anular la conversación “negativa” o crítica hacia
este tema.
Páez reveló que través de las cuentas de Twitter del presidente Enrique Peña Nieto(@EPN); el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong (@OsorioChong), del gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge (@BetoBorge), y de la cuenta de ese gobierno estatal (@GobEdoQRoo), se enviaron o reenviaron hasta 60 mil mensajes, que sólo fueron posibles con la operación de robots o bots.
Esa operación generó un ”tumor” en la conversación original.
“El tumor se formó entre esas 4 cuentas principales… Registramos entre 10 y 12 tuits emitidos por @BetoBorge, que tuvieron entre 5 y 6 mil retuits en menos de 90 segundos… eso es imposible orgánicamente”, señaló Paez.
El especialista consideró que las réplicas a través de cuentas falsas “nublan la red” y dan la sensación o la impresión de que predomina el sí o los argumentos favorables en la discusión, pues a través de esos mensajes se difundió, por ejemplo, el mensaje de: “Con la Reforma Energética bajarían los precios de la luz y el gas”.
Tras el análisis de Mesura, Jesús Carlos Soto, escribió “Tecno-autoritarismo“, sobre la utilización de los bots, el cual se reproduce íntegro:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario