1/09/2016

En 2015, ninguna mejoría para las trabajadoras en el mundo


Persisten brecha salarial de género, precariedad y discriminación

Pese al cúmulo de recomendaciones de organismos internacionales para que los Estados den oportunidades laborales a las mujeres, en 2015 en todo el mundo no se consiguió igualar el salario entre los sexos, que más de la mitad de la población femenina trabajara, ni que los varones contribuyeran más en actividades no remuneradas, informó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

 
El año que recién concluyó no destacó por hacer una diferencia en la disminución de la brecha salarial de género, sino que los hombres siguieron predominando en el mundo laboral mientras que las mujeres no recibieron una remuneración por la mayoría de sus actividades, según el Informe Global de Desarrollo Humano 2015 del PNUD.
 
A escala mundial –determinó el estudio– la tasa de participación femenina en el trabajo fue de 50 por ciento, lo que contrasta con la tasa de participación varonil que fue de 77 por ciento.
 
Se suma que 3 por ciento de las mujeres que ya ingresaron al mercado laboral estuvieron desempleadas, mientras que 72 por ciento de los hombres consiguieron un trabajo por el que sí les pagaron.
 
En contraste, en la realización de las actividades no remuneradas (en el hogar y de cuidados, tanto en el campo como en la ciudad) ellas participaron el triple que los varones, de quienes sólo 10 por ciento contribuyó, se añade en el informe.
 
En 2015 la mayoría de las mujeres tampoco ocupó puestos de decisión, ya que sólo 22 por ciento de todas las trabajadoras en el mundo llegó a un cargo directivo, y en 32 por ciento de las empresas no hubo alguna mujer en puestos de mando.
 
Así, ellas prevalecieron en ocupaciones de calificación media, como empleadas de oficina, trabajadoras del sector servicios, comercio y como vendedoras.
 
No obstante –advirtió el PNUD–, aunque las mujeres realicen el mismo trabajo que los hombres, en 2015 ellas percibieron 24 por ciento menos de salario que sus pares varones.
 
Y en puestos de decisión la brecha salarial es más grande, ya que ellas recibieron 53 por ciento menos de ingreso que sus homólogos hombres.
 
Además, en la mayoría de las regiones del mundo las mujeres también son más propensas a desempeñar empleos vulnerables, trabajando por cuenta propia o en contextos informales en los que los ingresos son “frágiles”, o que ofrecen poca o ninguna protección y seguridad social, observó el mecanismo de Naciones Unidas.
 
Tales diferencias de género en el trabajo contrastan con los estatutos de más de un tratado internacional –como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés), o convenios de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)– que obligan desde hace décadas a los Estados a erradicar la discriminación contras las mujeres en el mundo laboral.
  


Por: la Redacción
Cimacnoticias | México, DF.- 

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