Asesinato de alcaldesa se enmarca en agresiones de género
Con
un minuto de silencio, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión
condenó el asesinato de la presidenta municipal de Temixco, Morelos,
Gisela Raquel Mota Ocampo, ultimada en su casa por un comando armado el
pasado 2 de enero.
En el recinto legislativo de San Lázaro, donde de 2012 a 2015 Mota Ocampo se desempeñó como diputada federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), legisladoras y legisladores calificaron el crimen como “una provocación” para el Estado.
En medio de un debate por la legalidad o no del Mando Único Policial para unificar las fuerzas de seguridad en el estado de Morelos y en todo el país, el Congreso llamó a los órganos de procuración de justicia a castigar a los responsables, y evitar que el asesinato de la alcaldesa quede impune.
De manera previa se presentaron cinco puntos de acuerdo, uno de los cuales señaló que el crimen se enmarca en la constante violencia de género y feminicidio que padece la entidad, ya que apenas en agosto de 2015 Temixco fue uno de los ocho municipios de Morelos donde la Secretaría de Gobernación declaró la Alerta de Violencia de Género (AVG).
En el documento se consideró que el asesinato fue una de las repercusiones de la violencia política que enfrentan las mujeres, porque todavía no se acepta que ellas cuentan con las capacidades suficientes para ocupar cargos de decisión.
Al respecto, el senador por el Partido del Trabajo (PT), David Monreal Ávila, declaró que el asesinato de Mota Ocampo representa una “provocación” para las fuerzas de seguridad, para la impartición de justicia y un “ataque a la democracia”.
Para el legislador, los grupos delictivos buscan imponer su ley y sus condiciones para gobernar, por ello ejercer la función pública es una labor “peligrosa”, lo que demuestra que el crimen organizado se ha infiltrado en todos los espacios del ámbito público.
Al tomar la palabra, la senadora Martha Tagle Martínez declaró –como lo hizo en un homenaje previo a Mota Ocampo– que este 2016 inició con malas noticias, porque asesinar a una alcaldesa en su casa significa que la inseguridad entró a cualquier hogar.
La también promotora de la participación política femenina aseguró que la violencia política contra las mujeres es un tema pendiente, pues han pasado varios años desde que en 2013 la senadora por el Partido Revolucionario Institucional Lucero Saldaña Pérez presentó una iniciativa para tipificar esta conducta como un delito.
Condenar y exhortar a las autoridades no es suficiente –arremetió la senadora–, sin embargo dijo que ese fue el acuerdo político al que llegó la Comisión Permanente del Congreso, e hizo un llamado a debatir sobre la política en materia de seguridad que se requiere.
Quien calificó el crimen como un feminicidio fue la diputada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Xóchitl Hernández Colín, quien además criticó la ausencia de una estrategia de combate al crimen organizado.
La presidenta de la Comisión para la Igualdad de Género, la senadora priista Diva Hadamira Gastélum, habló de Mota Ocampo como una mujer “joven, luchadora, valiente”, a quien solamente pararon las balas “porque en vida demostró que la violencia política en contra de las mujeres sí se puede parar”.
La senadora afirmó que la violencia política contra las mujeres “es peor que el ántrax” y se tiene que desterrar, por eso llamó a hablar claro sobre el tema.
Gastélum afirmó que si el Mando Único Policial está a debate, también lo debe estar la violencia política por motivos de género. “¿Cuántas mujeres más asesinadas? ¿Por qué nuestros derechos políticos no los podemos ejercer en plenitud?”, reclamó.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | México, DF.-
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