6/20/2016

Voces por el diálogo entre gobierno y CNTE


Utopía

Eduardo Ibarra Aguirre 

Hombres y mujeres “de distintas nacionalidades y profesiones”, encabezados por don Pablo González Casanova, quien dirigió la Universidad Nacional Autónoma de México de 1970 a 1972, muchos de ellos dedicados a la docencia y la investigación desde la educación básica hasta la superior, emitieron un texto que circula por toda la aldea global y que contempla tres pronunciamientos, de los que sólo destaco el siguiente:
“2. Por la instalación de un diálogo nacional resolutivo entre el gobierno federal y los representantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), interlocutor legítimo del movimiento magisterial que rechaza con dignidad la llamada reforma educativa del gobierno federal.”
Es clarísima la simpatía de los numerosos y diversos firmantes, mexicanos y extranjeros, con el movimiento que desde el 15 de mayo paraliza franjas del sistema escolar básico, dirigido desde la Secretaría de Educación Pública, aunque su encanecido titular litiga en los micrófonos y pantallas de los demasiado parciales noticieros para convencer que el paro involucra a unos cuantos profesores y la movilización a franjas absolutamente minoritarias del magisterio.
La batalla por la opinión pública y publicada –para algunos inexistente– está a todo lo que da el aparato mediático oficial y oficialista –entidades distintas y con frecuencia confundidas–, y de acuerdo con el subcomandante Galeano (antes Marcos) vocero eterno del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, “al menos en Chiapas, los de arriba están perdiendo la guerra mediática”, cinco semanas después,
En esa contienda cada día más polarizada y hasta agresiva, violenta por lo menos en Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Tabasco, “batalla de resistencia” entre las autoridades y la CNTE, la llaman otros colegas, resulta sumamente alentador que las voces por el diálogo se multipliquen y que cada día sean más diversas.
Cierto es que los dirigentes del paro y la movilización son los primeros en demandarlo, y Aurelio Nuño en condicionarlo: “En el momento que la Coordinadora (…) regrese a clases, acepte públicamente la reforma educativa, y que es la ley, y que la tienen que aceptar, en ese momento con mucho gusto nos sentamos también a escuchar sus inquietudes”. Lo dijo ante la Reunión Nacional de Consejeros de BBVA Bancomer, uno de los dueños del capital trasnacional, después de que Arturo Fernández Pérez, rector del ITAM nada más desde 1992, les ilustró que la CNTE es un “animal herido de muerte que aún lanza zarpazos (…) se trata de una organización política que agrupa a un gremio radical formado en una ideología guerrillera, rémora de lo peor de nuestro pasado político”. (6-VI-16).
Otras voces, como la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez ofreció sus servicios como mediadora entre el gobierno federal y la CNTE, para solucionar el conflicto y suspendan el paro de labores y el plantón instalado por los profesores en el centro de la capital de Chiapas desde hace 36 días.
Ofrecen “espacios y medios desde la oración hasta el acercamiento personal en la búsqueda de soluciones”, dijo el arzobispo Fabio Martínez Castilla. Pero tiene muy claro que “toda reforma educativa para ser auténtica tiene que ser integral e incluyente, que priorice promueva y proteja la dignidad de las personas, el bien común, las necesidades sociales, las características de la cultura y la dinámica del conocimiento”. Martínez Castilla, por lo dicho, entiende más del tema que el titular de Educación Pública, Aurelio Nuño Mayer.
@IbarraAguirreEd

No hay comentarios.:

Publicar un comentario